Merody.
Me siento sobre la hierba en el campus y dejo que el viento me acaricie el rostro. El aire huele a frescor, a tierra mojada y hierba recién cortada. Amo el campus, es mi segundo hogar. Durante dos años he pasado en él muchos momentos, tanto buenos como malos y entre otros, se encuentra el chico que camina ahora mismo hacia mí: Ignacio "Nacho" Marcano. Mi ex novio.
Su cabello castaño se agita por el viento y se ve tan estúpidamente atractivo que no puedo evitar sonreír.
—¿Cómo está mi compañera de proyecto? —Ése es su saludo cuando se sienta perezosamente a mi lado.
—Nadie me quita de la cabeza la idea de que algo tuviste que ver en la toma de esa decisión — digo en cambio. Abro una bolsa de papas fritas y en seguida él toma una del empaque —. ¿Sedujiste a la profesora o algo? —Aventuro, y luego mastico.
—Puede ser —dice evasivo, sus ojos chocolates bailando divertidos —, pero más que todo, le garanticé el gran trabajo que será producto de nuestra unión, ¿o no, Bracamonte?
—Por supuesto que sí. —le digo convencida, mirándolo por primera vez de frente desde que se ubicó a mi lado. Su sonrisa me trae un sinfín de recuerdos agridulces.
En mi primer año de universidad, he de admitir que me aloqué totalmente.
Inicialmente me matricule en la carrera de arquitectura, siguiendo los pasos de mi padre; pero cuando conocí a "Nacho", pasaron dos cosas: me cambié a su misma carrera (comunicación social) y me convertí en una chica fiestera del tipo que salía todos los fines de semana, y a veces, entre semana.
Mi papá, por supuesto, no estaba nada feliz con mis decisiones y fui a parar a un consultorio de psicología, donde tampoco pudieron conmigo.
Ignacio era mi primer novio formal y rápidamente se convirtió en el centro de mi universo, algo patético que pensaba jamás me pasaría. Pero, se cayó del pedestal donde lo tenia puesto un 21 de marzo del año 2015, donde además, rompió mi corazón.
Era el cumpleaños de Valeri, nuestra mejor amiga e hija del alcalde municipal, por lo que era catalogada la "fiesta del año". Yo duré días entusiasmadísima por ese evento, preparando regalos y sorpresas para mi amiga. Y, cuando finalmente crucé el umbral de la puerta ése sábado, desee con todas mis fuerzas haberme quedado en casa.
Recuerdo haber mirado al frente y ver la pareja bailar y compartir un apasionado beso. Fue todo bastante dramático, considerando el hecho de que yo no iba a asistir a la fiesta, ya que formaba parte de una sorpresa para Valeri, pero bien dicen que el que sorprende siempre será el mayor sorprendido. A partir de ese momento, tenía dos ex: un ex novio y una ex mejor amiga.
Afortunadamente ya estaba todo superado. O eso creo.
—¡Mer! ¿me oyes? —La exclamación de Ignacio me hace volver al presente, con la habitual urgencia de salir huyendo lejos de él.
—¿La verdad? No. —Le digo y él responde con un resoplido de fastidio. Me conoce, sabe donde estaban mis pensamientos. Me pongo de pie sacudiendo mis vaqueros al escuchar el pitido de mi teléfono que indica el inicio de mi próxima clase —. Te espero en mi casa a las 5 para empezar a trabajar en el proyecto. —le digo lanzándole un beso volado, e ignoro sus protestas.
Eso es lo incomodo de tener a tu ex cerca, que siempre tienes que estar escabulléndote.
Niego con la cabeza y mi boca forma una irónica sonrisa mientras entro al aula que me corresponde.
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No olvides que te amo©
Teen FictionCuando Merody Bracamonte y Leandro Bustamante se conocieron, no se imaginaban el impacto que iban a producir uno en la vida del otro. Ellos están justo en la etapa en donde todo se vive con demasiada intensidad, por lo que vivirán episodios que los...