Na Saranghaji? [One Shot]

Love come true

Mientras se acercaba la fecha de un aniversario más de estar juntos. Ken estaba terminando de editar el vídeo de su equipo, mientras buscaba la canción más adecuada para la escena del beso. Estaba comenzando a desesperarse, llevaba dos días editando y todavía no encontraba una canción que le gustara para tal escena.

Soltando un suspiro de desesperación, se sentía cansado pero tenía que terminar el trabajo, si es que quería recibir una buena nota. Colocó su cabeza de lado sobre el escritorio, observando la fotografía que él mismo había colocado un tiempo atrás.

Sus labios se curvaron en una sonrisa al ver el rostro de Leo en ella, se veía tan feliz y sereno, Ken miraba hacia el frente mientras Leo lo miraba a él, y fue entonces cuando recordó lo bien que la habían pasado ese día, cuatro años atrás...

* * *

El gato de Ken se había escapado de la casa de su primo Hongbin, a quien por cierto había dejado al cuidado de "bola de pelos". Ese verano cuando llegó de vacaciones y se enteró de la noticia, la tristeza lo embargo hasta la médula, bola de pelos había sido un regalo de su abuelo antes de que enfermara.

Lloró, pataleó y le gritó un monto de insultos a Hongbin por no haber cuidado bien de él.

— Pero yo tengo la culpa, no debí ir a ese tonto viaje. No, más bien no debí confiar en que el estúpido de Hongbin lo cuidaría bien — refunfuñaba sentado en la sombra de un enorme árbol en el parque.

— Tal vez simplemente debes de dejar de hablar solo — le dijo la voz de un muchacho al otro lado del árbol.

— Oh Dios, el árbol habla — dijo un poco asustado.

— ¿El árbol habla? ¿enserio? — volvió a decirle.

— Entonces eres una persona ¿verdad? — dijo aun sentado en su lugar.

— Por supuesto.

— Lo lamento, es que... ya no importa.

La persona sentada al otro lado del árbol, se levantó, rodeo el árbol y se sentó a su lado. Ken se sorprendió a tal punto que literalmente su espalda terminó en el suelo. En primera por que el chico frente a él, era el sueño de cualquiera y en segunda porque entre sus manos cargaba a quien tanto había buscado desde que regresó de vacaciones.

— ¡Bola de pelos!

— ¿Qué?

— Mi gato, ese es bola de pelos.

Y al reconocer la particular voz de su dueño, el gato salto de los brazos del chico y prácticamente brinco a los brazos de Ken.

* * *

Leo, como se llamaba el chico que había encontrado a bola de pelos, vivía a tan solo un par de cuadras de donde estaba la casa de Hongbin, él había encontrado al gato de Ken mientras, luchaba por su vida, bueno más bien mientras corría como desesperado de "Brutus", el perro bulldog de su vecino.

Todo el drama de la desaparición de bola de pelos, había pasado a ser solo una anécdota más. Pero lo que en definitiva ninguno de los dos pudo negar fue la enorme atracción que sintieron en cuanto se conocieron.

Ken siempre observaba a Leo con los labios cerrados, e incluso hizo lo mismo el día que Leo por fin se le declaró. Estaba tan nervioso que equivocó sus palabras, y en vez de decirle que si al instante le dijo que lo pensaría.