Spider

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«Ella es una araña venenosa»

Eso era en lo último en lo que Yeon se dio el lujo de pensar esa noche. Siguiendo sus instintos caminó presuroso por el lugar viendo al mismo tiempo debajo sus pies, la bella tela de satén color plateada desaparecer, convertirse en pasto y finalmente en baldosas rusticas en color rojo granito; mientras la música inundaba sus oídos y se hacía cada vez más inaudible con cada paso que daba.

Acortando la distancia finalmente llegó hasta su destino, era una noche oscura sin duda, pero al ver la enorme sonrisa que le disparaba Won Sik cuando lo vio llegar, todo quedó completamente olvidado.

— Comenzaba a dudar que no llegarías, pero me alegra que estés aquí finalmente — dijo quedamente mirando de lado a Yeon, quien solo atinó a sonreír tímidamente acercándose a él.

— Como si no supieras que en mis ojos solo estás tú — mencionó finalmente parado justo enfrente de Won Sik.

Una respiración pasó y como si la vida se les fuera en ello ambos cuerpos se acercaron, terminando de cerrar el espacio entre ellos en un largo y necesitado beso. Con las manos alrededor de la cintura de Yeon, Won Sik besó el largo cuello de su acompañante, volteando incluso su cabeza por todas partes, necesitaba demostrarle cuánto lo necesitaba, cuánto lo quería y cuánto lo había extrañado.

Yeon se sentía completamente vencido al tacto de los dedos del menor, quien sin dar aviso a nada, abrió la puerta sus espaldas y aun besándose lo arrojó a la cama. Como si ambos cuerpos se llenaran de fantasía, se devoraron con la mirada mientras prendas volaban de un lado para el otro dentro de esa pequeña habitación.

Pero entonces como solía pasar de vez en cuando el arrepentimiento cruzó los bellos de Yeon, acción que no pasó desapercibida por Won Sik.

— Sabes bien que no puedes escapar, yo te amo y tú a mí, no hay más, este es nuestro destino y lo sabes.

— Si pero...

— Incluso si te llevas todo, está bien.

La desesperación en tomar los labios de Won Sik, impidieron que Yeon dejara de pensar y solo se limitó en sentir. Invadiendo el cuerpo del menor con sus caricias, yendo desde abajo hasta lo más alto.

— No pares ahora — dijo rogando Won Sik cuando sintió que las manos de Yeon se alejaban de su cuerpo.

— Este momento me está volviendo loco a mí también — confesó con las mejillas rosadas.

— Entonces róbame el corazón — le respondió Won Sik para besarlo en los labios de nuevo.

Deleitándose con cada caricia, cada roce, cada beso, como si fueran veneno, los movimientos de ambos era tan frenéticos, que incluso tenían que parar mientras se miraban a los ojos.

— Oh Dios, eres mi fantasma — dijo Yeon acariciando el rostro de Won Sik con ambas manos.

— No importa cuánto me esfuerzo, simplemente no puedo alejarme ni un paso de ti... incluso si me destruyes, está bien.

Casi sin aliento Won Sik se acercó al rostro de Yeon besándolo pero esta vez sin premura, sin desesperación, lo hizo poniendo todo el corazón en ello. Eso provocó que aquel beso se sintiera tan diferente en todas las proporciones existentes. En el momento que las manos de Yeon tomaron las suyas, ambos podían sentir como el contrario lo daba todo en ese beso.

Al toque de la lengua de Won Sik, el cuerpo de Yeon se llenó de placer, porque la unión de sus cuerpos por fin estaba hecha. Gimiendo y jadeando su cuerpo recibía los envistes del menor, quien trataba de hacer sus penetraciones más profundas con cada choque de sus caderas. Sintiéndose profundamente atrapado por los brazos de Won Sik, Yeon levantó una de sus piernas para darle un mayor acceso, olvidándose totalmente de todo y de todos, incluso de quienes eran, solo importaban ellos dos en ese momento.



* * *



Mientras caminaba de regreso a la recepción la mente de Yeon estaba hecha un lio total, especialmente porque la pequeña conversación que mantuvo con Won Sik antes de despedirse de él, lo había dejado casi sin energías.


— Incluso si alguna vez te olvidas de mí, está bien... Llámalo una tragedia si eso te hace sentir mejor, pero siempre tendrás un lugar aquí en mi corazón.

— Won Sik — dijo abrazándolo una vez más soltando un par de lágrimas.

— Te daré todo, no importa donde, mientras este junto a ti.

— Te amo.

— No más que yo.



Caminaba tan distraído que no se dio cuenta por donde iba que tropezó con Taek Woon, el hermano de la novia.

— Perdóname, no te vi — mencionó Yeon.

— Tranquilo, justo estaba por ir a buscarte, Min Sool está como loca por su novio desaparecido.

— No te preocupes yo hablaré con ella — dijo Yeon sonriendo sutilmente.

Retomando su camino, Yeon llegó hasta donde se encontraba Min Sool, quien solo al verlo corrió a su encuentro y tomándolo del brazo lo llevó hasta la pista de baile.

— ¿Se puede saber dónde estabas, esposito mío? — preguntó ella con voz chillona.

— Solo fui a despedirme de un viejo amigo.

— Ok... entonces te perdono — dijo ella acercando sus labios a los de Yeon.

La fiesta continuó como si nada hubiera pasado, al menos hasta que Yeon buscara de nuevo a Won Sik de forma clandestina.

«Ella es una araña venenosa».

Na Saranghaji? [One Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora