Cold At Night

294 33 8
                                    

— ¿Dónde está Hyuk? — preguntó Leo temiendo la respuesta.

— Tú ¿Dónde crees? — fue todo lo que dijo Ken.

El momento que nunca había imaginado. Las palabras que nunca pensó decir, llegaban a la mente Hyuk una vez más cada vez que la noche era fría. Llamaba su nombre, con lágrimas en los ojos como si todo lo sucedido fuera solo un sueño. Corría tras él, viendo ante sus ojos como se desvanecía su espalda.

* * *


Si de una relación perfecta alguien podría pensar y hablar, esa en definitiva la de Han Sanghyuk y Lee Hongbin, era prueba suficiente de ello.

Ambos crecieron en el mismo vecindario, jugaron los mismos juegos de niños, asistieron a la misma escuela, tomaron las mismas clases y se enamoraron como dos locos uno del otro. Simplemente su amor parecía ser legendario. Todo el mundo los amaba por ser tan entregados no solo en su relación, sino en todo lo que se proponían hacer juntos.

Compartían absolutamente todo. Los gustos en comida, deportes y hasta en música. En definitiva no había algo que los dos no disfrutaran hacer juntos. Pero ninguno de los dos pensó nunca que todo ese amor acabaría así nada más, por una tonta discusión sin sentido, tan de repente.

Al pasar los veintes, y después de que ambos se graduaran con honores de sus respectivas carreras. Hyuk estaba listo para el siguiente nivel de su relación, quería casarse con Hongbin, pero su novio no estaba tan convencido como creía. Y no era por falta de amor ni compromiso a su relación, era que simplemente él no creía en el hecho de firmar un simple papel, que le decía que ya eran esposos. El prefería demostrarlo con hechos y no con solo la acción de firmar un papel.

* * *


— ¿Por qué tuviste que dejarme?... Ni siquiera sé porque, me quedé inexpresivo allí ¿Conociste a una nueva persona? No, no puede ser... Yo ¿Estaba equivocado?

La brisa del aire se volvía cada vez más espesa pero a Hyuk eso no le importaba, ya estaba acostumbrado, y continuó hablando.

— Mi mundo se derrumbó en un solo momento. Debí haberme aferrado a ti, haberte rogado. Pero ya te has ido.

El tiempo se congeló en un solo momento. Hyuk gritó y gritó. Pero no hubo respuesta. Hongbin era claramente el que lo había dejado. Y con un enorme nudo en su garganta continuó.

— Todos me dicen que lo superé, pero yo estoy más triste, ellos no saben lo que estoy sintiendo y jamás lo sentirán.

Nuevamente y como muchas otras veces, tomó su teléfono y marcó su número, el correo de voz saltó de inmediato, pero a Hyuk eso no le importaba y lo intentaba de nuevo otra vez. Ya que solo lo hacía para escuchar su voz, en el incipiente mensaje que Hongbin había grabado para cuando no contestaba las llamadas. Mensaje que Hyuk nunca escuchó hasta ahora, debido a que Hongbin siempre respondía a sus llamadas inmediatamente.

— Está bien, me dejas sin fuerzas, tal vez me lo merezco... pero yo, seguiré atesorando todos nuestros recuerdos cuidadosamente. ¿Sabes? Aquellos recuerdo que cuidadosamente hicimos tú y yo.

Nuevas lágrimas invadían su rostro, hizo una pausa y tomando un fuerte suspiro continuó.

— Tienes que saber esto, incluso en este mismo momento. Es uno de mis preciosos recuerdos amándote... Está bien incluso si todo se termina. Porque en mi cabeza, en mi corazón. Tengo muchos recuerdos para recordarte... Yo estaré esperando.


* * *


Cuando por fin lo encontraron. Tanto Leo como Ken dieron un gran suspiro. Hyuk lo había hecho otra vez. Después del accidente de Hongbin donde por desgracia perdió la vida, Hyuk había estado llegando al cementerio para hablar con él, casi todos los días. La primera vez que lo hizo lo encontraron dormido encima de la tumba de Hongbin dos días después de su entierro.

Había gritado y pataleado que lo dejaran allí, porque él también quería morir, se culpaba una y otra vez por la muerte de su amado, debido a que lo último que le dijo a Hongbin era que no quería volver a verlo, y sus palabras como condenación se hicieron realidad.

Hongbin había salido muy molesto con Hyuk de la casa que compartían juntos, porque no quería entender que él, no sentía la necesidad de celebrar una boda. Pero era debido a que Hongbin sentía que ya se pertenecían uno al otro, desde hacía tanto tiempo, que para él, eso no tenía sentido. Así que había tomado las llaves de su coche en un arranque de ira y conduciendo sin rumbo fijo, sin saber qué hacer. Esa había sido la única pelea real que habían tenido en toda su vida.

Recordando todos los momentos de verdadera felicidad que habían tenido juntos, esos recuerdos los hicieron recapacitar. Estaba a punto de dar la vuelta y regresar con Hyuk, para disculparse por su actitud y rogar su perdón, cuando en una curva peligrosa perdió el control de su auto y cayó sobre un barranco, perdiendo la vida instantáneamente.

— Sabes que estaré esperando hasta el día que volvamos a encontrarnos juntos... Adiós.

Esas fueron las últimas palabras que dijo Hyuk, a la tumba de Hongbin minutos antes de que Leo y Ken, lo tomaran de ambos brazos y lo arrastraran por la fuerza para llevarlo consigo.

Na Saranghaji? [One Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora