Voodoo Doll

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— ¡Has perdido la cabeza!... Eres el príncipe de las tinieblas y me vas a decir que te has enamorado de un miserable humano... Anda dime ¿Qué tiene él que no tenga yo? — le dijo con desprecio Leo mientras lo sujetaba del brazo.

— Él, no me engaño con un ángel — le respondió zafándose de su agarre.

— Pero N, eso solo fue cosa de una noche — le dijo con desespero pasándose ambas manos sobre el rostro —, jamás voy a volver a verlo. Además yo...yo te quiero.

— ¿Querer? Si como no, no me hagas reír. Ve y dile eso a tú ángel Ken. A mi déjame en paz.


N salió de la habitación azotando la puerta. Odiaba a Leo por traicionarlo. Odiaba la eternidad en la que nació, pero lo que más odiaba era que Leo tenía razón, se había enamorado de un humano.

Vivir para la eternidad era más un castigo que un privilegio para N. Siendo el príncipe del inframundo, un ser carente de amor y alma. Estaba cansado de todo, cansado de no poder sentirse en confianza con alguien, cansado de que todo aquel que se le acercaba incluido Leo, lo hacían solo porque lo veían como un trofeo, como ganarse la lotería. Ser el príncipe de las tinieblas lo ponía en desventaja porque nadie lo tomaba en serio tal cual era el, sino por quien era, por lo que representaba en su mundo.

Un día sin nada que hacer debido al aburrimiento, había tenido la tonta idea de subir a la tierra y entretenerse con los humanos. Eso era algo que hacia cada cierto tiempo.

Posaba sus ojos en alguien, fuera hombre o mujer eso no importaba y después lo seducía para satisfacerse a su antojo. Su rostro era tan bello, que incluso más de uno de los súbditos de su padre había caído rendido ante su belleza desde que fue creado, pero al a par de esta estaba la maldad que inundaba su corazón.

Mientras rondaba por toda la faz de la tierra. Escuchó la risa de un muchacho, lo cual para N era como música para sus oídos, porque era ese tipo de risa que proviene directamente del alma, sin fingir, sin denotar malicia. Aquella risa que provoca ser escuchada y acompañada.

Al girar y ver al poseedor de esa risa, quedo deslumbrado. Lo cual era una total novedad, eso nunca le pasaba a él.


Lo observó por mucho tiempo.


Le gustaba ver la vida de ese simple humano, ver sus alegrías y sus desventuras, y sin darse cuenta se fue enamorando de él. Cada vez subía más seguido a la tierra solo para verlo, incluso había dejado a un lado sus deberes solo por ir a observar al humano.

Pero N sabía que era un amor imposible, enfermizo, aunque algo dentro de él le decía que tenía que dejarlo vivir su vida, él simplemente no podía. Sabia a la perfección que no podía interferir en su vida, al menos no de una buena forma.

Así que solo se limitó a pensar en todo lo que él, podría hacer por el humano. Se pasaba las horas imaginando que aquel muchacho pedía su ayuda, cada vez que lastimaban su corazón. Y el siempre respondía de esta manera:


« Dime todo ¿qué es lo que quieres? ¿Quieres que vuelva el tiempo? ¿Quieres que te de mi corazón?... Cuando no puedas olvidar, debes tomar confianza y repite después de mi: "él va a volver a mí". El tiempo está de tu lado, todo lo que tienes que hacer es esperar, lo haré llorar tanto como él te hizo llorar a ti.»

— Tick tock, tick tock. Puede que todo se haya cumplido — dijo Leo a sus espaldas — Si no puedo tenerte, solo viviré por ti — dijo burlándose de N.

— ¿Qué haces aquí?, no te pedí que me siguieras.

— Lo sé, pero quería ver por mis propios ojos al humano.

— Fíjate bien lo que voy a hacer ahora, será mejor que te largues y me dejes solo, sino quieres que te regrese al infierno de una forma que no te gustara — dijo amenazadoramente N.

Podría tener un bello rostro y verse como un debilucho, pero Leo sabia de lo que era capaz N, así que solo optó por dejarlo solo y desapareció de su presencia. No le convenía hacer enojar al príncipe de las tinieblas si quería seguir existiendo.


* * *


N siguió observando al humano, frustrándose en verdad, las partes que más amaba y odiaba al mismo tiempo de la vida de los humanos, era cuando se lastimaban entre sí en las relaciones amorosas. De hecho nunca le habían molestado antes, hasta que vio sufrir a su humano por alguien que lo había abandonado.

« Solo di el nombre, quien quiera que sea, voy a traerlos a todos aquí... Abriré las puestas de mi casa en el infierno... ¡Malditos pecadores! ¿Cómo pudieron hacerlo llorar? ustedes arrojarán lágrimas de sangre... Yo haré todo lo que desees, aunque mi vida restante disminuya...Quien seas, mira, no lo hagas llorar, yo no tengo nada que perder.»







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Mensaje para todas las shipper de esta OTP.

En mi perfil estoy escribiendo la versión extendida de este one shot en un nuevo fanfic llamado En las Sombras, así que a todas las que les guste este tipo de historias de fantasía y amen el NAVI (y a las que no también jejeje) están cordialmente invitadas a descubrir junto conmigo la historia entre un demonio y un humano.

Y nuevamente muchas gracias por leer.


Na Saranghaji? [One Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora