Secret Night

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Para Ravi sus conquistas siempre habían sido de una sola noche y nada más. Pero por una extraña razón, no dejaba de pensar en aquel chico de piel tostada, que había conocido hacía dos noches en un bar.

La forma en la que meneaba su cuerpo, sus labios al exhalar. En cuanto lo vio supo que tendría que ser suyo a como diera lugar. Pero no contaba con que aquel chico moreno, estuviera acompañado ese día; aunque eso no era un reto en sí para Ravi, ya en más de una ocasión había logrado tener una candente noche con algún chico con compromiso.


Entonces decidido a que todo lo que tendría que pasar pasara, se bañó y perfumó para la ocasión y salió en busca de su siguiente víctima. Llegó con un objetivo fijo, y ese era tener una noche de placer con aquel chico moreno. Lo había estudiado y sabía de buena fuente que estaría en el mismo bar esa misma noche.

— ¿Qué te sirvo? — preguntó el cantinero.

— Un Shocker — dijo en seguida Ravi al sentarse en la barra.

— ¿Estás seguro?

— Por supuesto que sí.

— Bien... aquí lo tienes.

Una mirada a la pista y lo encontró rápidamente.

« Sí, un secreto romántico esconde nuestro juego. Todo mi cuerpo se ha endurecido por tu causa.» Pensó Ravi mientras lo observaba bailar una vez más.

El chico moreno bailaba de nuevo en la pista, estaba cocinando con su propia receta. Lo hacía de una manera fuerte, muy fuerte. Al girar, Ravi solo podía notar una silueta de color rojo, por la camisa que llevaba puesta el moreno. E imaginó distintas formas de arrancársela.

Acaloradamente rock n'roll sonaba esa noche por los altavoces. Lo mejor estaba por pasar, el chico moreno no estaba con su anterior acompañante, así que Ravi vio su oportunidad, haría un baile secreto con él.

Tomó de un trago su bebida y comenzó a caminar hasta la pista. Al llegar al frente del moreno comenzó a bailar para él, y sabía que ya lo tenía en el bolsillo, cuando aquel muchacho le sonrió tan abiertamente.

La canción cambio y Ravi se sintió borracho del aroma que despedía el moreno, ni siquiera sabía cómo se llamaba pero ya lo tenía totalmente cautivado. En un instinto lo abrazó fuertemente provocando que el otro abriera los ojos y lo mirara fijamente. No hicieron falta palabras para lo que las miradas estaban diciendo. El cuerpo de Ravi estaba siendo controlado por el moreno, en definitiva ya no era dueño de su cuerpo.

Instintivamente lo acercó aún más a su cuerpo y como si el resto de personas a su lado desaparecieran se apoderó del cuello del moreno y lo hizo gemir ante tan provocativa acción.

La piel de Ravi se erizó al escucharlo y ya no pudo más, tenía que hacerlo suyo en ese momento. Lo tomó del brazo y lo condujo al exterior del bar donde en un callejón vacío y oscuro, lo acorralo en la pared y posesivamente se apoderó de los labios de aquel moreno.

Sin decir ni una sola palabra, el moreno correspondió al beso con verdadera lujuria, lo deseaba tanto como Ravi a él, de eso ya no había duda. Cuando estuvo lo suficiente saciado de los labios del moreno, Ravi, besó y succionó su cuello con verdadera maestría, mientras su manos ágilmente se deslizaban por todo su cuerpo, arrebatándole más gemidos de verdadero placer a aquel chico.

Pero el moreno no se quedó atrás, utilizaba sus manos también, tocando el firme pecho de Ravi, comenzando a desabotonar su camisa de una forma rápida y en cuanto estuvo sin un solo botón, la jaló hacia la espalda de Ravi y la tiró al suelo.

Para cuando el moreno reaccionó, después de mirar embelesado el escultural cuerpo que tenía en frente, Ravi ya estaba por quitarle el pantalón y comenzaba a desabotonar el suyo.

En una noche incluso en la que la luna estaba durmiendo, solo eran conscientes del profundo secreto que los encerraba a los dos. Ravi terminó por bajarse el pantalón al mismo tiempo que jalaba el del moreno y se deshacía de su camisa.

Entonces retomó sus labios salvajemente, mientras que con sus manos acariciaba el torso del moreno, bajó de nuevo sus labios, pero esta vez a los pezones del chico, tomó firmemente el derecho y lo castigó con su lengua. Sin previo aviso se introdujo en él, haciendo que el moreno pegara un grito, el cual fue callado por los labios de Ravi. Dejó que se acostumbrara a su grosor y longitud y, después de un momento comenzó a moverse dentro de él, lenta y pausadamente.

Los dos se volvieron uno. Sin dejar de besar los labios del moreno, Ravi dejó su lenta tortura y comenzó a moverse, a moverse de verdad. Con sus caderas empujaba firmemente dentro del moreno, que sujetándose de los hombros de Ravi, comenzaba a perder la cabeza de tanto placer que sentía.

Los arañazos en la espalda de Ravi le indicaban que su víctima estaba a punto de llegar al clímax. Entonces con mucha más fuerza movió sus caderas, haciendo que el otro ya no se resistiera y terminara por gritar un monto de palabras sin sentido, al momento que llegaba al punto máximo de placer.

Ravi lo embistió un par de veces más hasta llegar el también al clímax.


* * *


Un par de noches después, Ravi se terminaba de un sorbo el trago que había pedido, se despidió del cantinero y tomando sus llaves llegó a su motocicleta, que estaba estacionada en su nuevo lugar favorito. Las imágenes de la última noche que había pasado justo ahí, todavía llenaban su mente. 

Un par de manos lo tomaron por la cintura, y girándose depositó un beso rápido en esos labios que tanto amaba besar. Ambos se subieron a la motocicleta, se colocaron sus respectivos cascos y se perdieron en la oscura noche sin luna, como en la noche que se entregaron en ese mismo callejón. 

El cuerpo de aquel moreno había estado controlando el de Ravi desde esa noche, ya no era el dueño de él, ahora le pertenecía completamente al moreno que posesivamente lo abrazaba por la espalda, sentado al final de su motocicleta.

Un amor que ni siquiera el sol o la luna sabían que podrían llegar a sentir. Sin una sola huella, una noche eternamente secreta, bastó para saber que se pertenecían.

Na Saranghaji? [One Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora