B.O.D.Y

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Conocí a Hyuk el lunes. Es viernes. No le he dicho una sola palabra más desde el día en que nos conocimos. No sé por qué. Tenemos tres clases juntos. Cada vez que lo veo, me sonríe como si quisiera que hable con él. Y cada vez que encuentro el coraje, me detengo a mí mismo. Solía ser confiado. ¿Qué te pasa Hongbin? me reprendo.

Me di plazo hasta hoy. Si no encontraba el coraje para hablarle hasta el día de hoy en la fiesta de Ravi, iba a abandonar mi única oportunidad con él. Pero entonces a Ken se le ocurrió la idea más genial y maravillosa del mundo, jugar el famoso "Kiss Game".

Aproveché mi oportunidad y me coloqué al lado de Hyuk. No sé su historia o si está enamorado de alguien, pero estoy parado junto a él, esperando que comience el juego.


* * *


Los minutos pasan y notó el mismo cambio sutil en el color de su piel, cuando lo miro. Me gusta eso. El juego comienza. Y "accidentalmente" suelto el papel de mis labios, y no puedo detenerme.

El sabor sigue en mi lengua, el momento en el que nuestros labios se separaron, me sentí extrañamente vacío. Ese fue el momento en el que abrí los ojos y me di cuenta que él, lo era todo para mí. Y solo fue por un beso. Aunque haya sido solo por un juego, en el momento que lo vi cruzar por esa puerta sabía que estaba acabado. ¡Dios!, esto me está matando, lo quiero todo de él, ya ni siquiera sé quién soy, su poder destructivo es dinamita pura.

Si un simple beso me provocó todo este torrente de emociones, que será el tener su cuerpo a mi merced. ¡Cielos! Si sigo así enloqueceré.


La fiesta continúa pero yo en definitiva no puedo dejar de mirarlo, ese cuerpo hace que me sienta como si me derrumbara por dentro. El movimiento de su cuerpo al bailar llena mis ojos. No lo voy a resistir por mucho tiempo, tengo que hablar con él, invitarlo a salir. Sí, eso es lo que haré. Despiertas mis cinco sentidos así que niño, eres perfecto, para mí.

Hyuk sale de la improvisada pista de baile en la sala y me sonríe. Lo saludo con un "Hola" cuando se acerca por donde estoy yo. Le pregunto cómo estuvo su primera semana de clases. Me dice que estuvo bien.

Le pregunto si ha hecho algún amigo, y él se encoge de hombros cuando dice: 

— Unos pocos.

Alejo el sonido de mi corazón golpeteando en mis oídos. Alejo el brillo de humedad en mis palmas. Me ahogo en su nombre, que quiero seguir repitiendo en voz alta una y otra vez. Lo alejó todo y me aferro a su mirada mientras le preguntó, si le gustaría hacer algo más mañana.

Mantengo todo alejado y hago lugar para su respuesta, porque es lo único que quiero. Me dice que está disponible mañana por la tarde. Hago lugar para esas palabras. Mucho lugar. Las dejo invadirme.

—Mañana por la tarde funciona para mí —digo al tiempo que sacó el teléfono de mi bolsillo, sin preocuparme de esconder mi sonrisa—. ¿Cuál es tu número? Te llamaré.

Él me dice su número. Está emocionado. Guardo su contacto en mi teléfono, sabiendo que va a estar allí por mucho, mucho tiempo. Y voy a usarlo. Mucho.

Mis manos siguen y siguen yendo hacia él y no lo puedo evitar. Me ha capturado, no lo pienso ni dos veces y lo vuelvo a besar, sé que es inesperado pero lo necesito. Me derrito con su toque, sus labios son dulces. No sé qué va hacer de mí, me tiene totalmente cautivado.

Me separo de Hyuk y le sonrió al igual que él lo hace y nos quedamos mirando fijamente por el resto de la noche. Sin importarnos nada.

Na Saranghaji? [One Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora