Cap. 6

8K 291 5
                                    

El pijama de tonta.

Como era de esperarse a aquella tarde tediosa le siguió una noche aún más tediosa. Después de dejar a Will y a Gustavo en la sala no supe de ellos, era viernes en la noche, ¡¿Qué más podía esperar?! No salían de una fiesta para entrar en otra.

Nunca había pasado una noche de viernes tan aburrida, mi vida social se había vuelto trágica, no amigos, no salidas, no llamadas, nada.

***

En la mañana del sábado me esperaba un apartamento sólo para mí, como siempre. Pero ésta era la semana de las sorpresas. Me encontré con un Will energético acompañado de su flamante mejor amigo, parecían estar haciendo maletas y yo no tenía ni idea de por qué lo estaban haciendo en la sala.

— Que raro verte despierto tan temprano hermanito ¿Vas a algún lugar sin mí?

— ¡Como siempre cariño! —. Will tenía una sonrisa dibujada. Yo podía sentir como la mirada de Gustavo recorría todo mi cuerpo, no sabía si era por mi ridícula pijama o porque a ésta le faltaba un poco más de tela.

— No sería mala idea que fuera contigo Will.

— Claro que lo es, no soy tu niñera.

— Por si no lo has notado, ya no soy una niña. Y debes recordar que me debes un favor.

En ese momento el gesto juguetón de Will se desvaneció, se levantó del sofá y me tomó del brazo, casi me arrastraba hasta la cocina.

— Si ya no eres una niña deja de comportarte como si lo fueras. No te llevaría conmigo.

— Deja de tratarme de esa manera.

— Deja tú, de comportarte de esa manera, límpiate la baba, ¿Acaso crees que no he notado como lo miras? Eres una niña Miranda.

— Ya no. Y es que, no quería estar acá sola.

Will ablandó un poco su mal carácter y bajo la guardia.

— De acuerdo. Pero mucho cuidado con lo que haces. Te conozco.

— Crees conocerme Will, yo sé muy bien lo que hago. Y... ¿Dónde vamos?

Will resopló, pero por fin accedió: — Es un viaje corto a Tenerife.

Tenía que controlarme un poco frente a ellos, era un pequeño precio a pagar para salir de casa y poner a prueba mi plan... (Hacer que Gustavo se enamore de )

— ¡Perfecto! Me apetece conocer un sitio nuevo.

— Bueno apresúrate, salimos en una hora. Y quítate ese ridículo pijama.

Mi pequeño acto de rebeldía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora