"Meditando"
Entre y cerré la puerta, una vez en mi habitación me desvestí, dejando rastros de ropa por todo el suelo. Estaba necesitando urgentemente un baño de agua fría para relajar los músculos.
Mientras que el agua caía y como un golpe sin avisar recordé que al día siguiente tendía una prueba importante.
Maldita sea las "Necesidades humanas ilimitadas".
Sería mucho decir que no termine de prepararme para la prueba, al salir de la ducha me recosté y lo único que recuerdo es que lo hice fingiendo que descansaría un poco los ojos para tener fuerza y prepararme.
***
La alarma no sonó, apenas pude prepararme el desayuno, no me tome tiempo para arreglarme bien. Me daba igual si tenía el cabello suelto o recogido, si llevaba maquillaje o parecía un muerto viviente. El SEDAN aún estaba en mi lugar en el estacionamiento.
Al fin estoy en mi auto.
— ¿Mi celular? ¡Dios! ¡Ya no tengo tiempo!
No me quedo de otra que salir de casa sin mi celular pues no me daría tiempo para llegar a clases. Conduje lo más rápido que pude hasta la universidad y deje mi auto en el lugar que me correspondía, corrí hasta el salón de clases y me detuve frente a la puerta. Tome un sorbo de aire, acomode mi blusa, me tome unos segundos para no parece agitada y entre. Me anuncie con los buenos días y de reojo mire el reloj.
— Cinco minutos tarde — me dije a mi misma.
El salón estaba en completo silencio, el profesor hizo una pausa para darme tiempo, tome asiento y dirigí la mirada hacia él con atención. En su rosto un gesto de desdén me incomodo un poco.
¡Viejo de mierda!
El profesor intento retomar su conversación cuando de nuevo fue interrumpido, una de las profesoras abrió la puerta sin anunciarse, y por su gesto severo no traía buenas noticias.
— ¡Profesor! Disculpe la interrupción.
— Dígame profesora Elena.
El profesor acompaño a la profesora y juntos salieron del salón de clases, todos nos miramos las caras y esperamos. Unos eternos diez minutos transcurrieron. El profesor regreso al salón, su expresión no era la mejor, sin rodeos dijo que la clase quedaba suspendida y sin ninguna otra explicación nos pidió que nos retiráramos.
Aff... Estaba tan aliviada.
Paso de ser la primera clase la que quedo suspendía a ser la segunda clase y la tercera también. Algo estaba pasando y los estudiantes no eran informados.
Al pasar por los pasillos con el paso fijado hacia el jardín escuche a los estudiantes decir que habían encontrado muerto en su casa a uno de los profesores. No es que carezca de sentimientos pero al enterarme de lo que realmente estaba pasando sentí un poco de confort. Llegue a mi auto y me apoye en él, me detuve un rato a observar a todos los estudiantes que caminaban en todas las direcciones. En aquel momento me pregunte por qué entre todos lo escogí a él.
El hombre menos indicado.
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Mi pequeño acto de rebeldía.
Teen FictionEstoy enamorada del mejor amigo de mi hermano. Él también está enamorado de mi. Tengo 18 años y el 26. Mi hermano me trata como una niña, quiero dejar de ser la princesa de la casa y seducirlo a él sera mi pequeño acto de rebeldía.