Sospechosos.
Now my baby's dancing...
Camine hasta el ascensor y al entrar marque el número del piso correspondiente, 1..., 2, 3, 4..., 8 las puertas se abrieron, saque las llaves de mi bolso y antes de entrar revise mi celular que acababa de sonar.
Mensaje de Gustavo:
[05:06 p.m.] Gustavo: Voy a darte una sorpresa.
Sonreí, volví a colocar el celular en el bolso, deslice mis manos por mi ropa intentado arreglarla y entre. Mi padre estaba sentado en el sofá, tenía las piernas cruzadas y la mirada fija en su celular como cualquier padre moderno. Mi madre y hermano estaban sentados en la isla de la cocina, parecían estar teniendo una conversación muy amena. Todos notaron mi presencia y se acercaron, me eche en el mueble al lado de mi padre deje caer el bolso al piso y lo abrace. Mi madre beso mi frente y se sentó, a excepción de Will que parecía estar estudiando mis gestos — ¿dónde estabas Miranda? — pregunto con una actitud malevolente.
— Con amigos...
Will se rio y volvió a preguntar.
— ¡Basta! — le dije apretando los dientes.
Mi padre por otro lado le dijo que no estaba mal que saliera un rato. Pero eso no dejaría tranquilo a Will, quien no dejo de mirarme todo el resto de la tarde. Y todo iba a ponerse peor. A la hora de la cena y después de tanta conversación, nos sentamos todos a la mesa. Novali termino de servirnos y se sentó.
Cenábamos al mismo tiempo que conversábamos y hacíamos chistes, era un momento realmente agradable hasta que llego mi "sorpresa". La puerta de la entrada se abrió y todos dirigimos la mirada en aquella dirección, era Gustavo.
— ¡Maldita sea! — susurre tan bajo que nadie me escucho. No podía verme a mí misma pero hubiese jurado que mis ojos estaban tan amplios que podían salirse.
— Buenas noches. Lo siento, no me esperaba ésta reunión — dijo fingiendo estar apenado.
¡Dios está mintiendo!
Will miro a Gustavo y luego a mí, la saliva que estaba por tragar se quedó en mi garganta hasta que empezó a doler y tuve que tomar agua para pasarlo — ¿Por qué no llamaste antes hermano? — Will se levantó y Gustavo se acercó para saludarse de mano.
Qué momento tan incómodo.
La tensión podía cortase con un cuchillo y yo no estaba segura del por qué — ¿de qué hablas Will? yo nunca llamo para venir aquí — Gustavo parecía saber lo que hacía —. Pero si estoy incomodando puedo venir después.
— ¡De ninguna manera muchacho! — mi padre se levantó y le extendió la mano para indicarle un lugar donde sentarse —. Puedes quedarte.
La cortesía de mi padre fue el cuchillo con el que se cortó la tensión, mi madre le sirvió de comer a Gustavo y él fingió estar apenado de nuevo.
Con copas de vino acompañamos la conversación que parecía no tener fin. Eran las once de la noche y aun estábamos rodeados de copas vacías platos sucio y mucha risa. Mi padre que parecía haber subido su tono (no estaba del todo sobrio) se levantó de la mesa para caminar hasta el reproductor, conecto su celular e hizo sonar una de sus músicas favoritas.
I want to break free from your lies
You're so self-satisfied
I don't need you
I've got to break free
God knows
God knows
I want to break freeI've fallen in love
I've fallen in love for the first time
and this time
I know it's for real
I've fallen in love yeah
God knows
God knows
I've fallen in loveI want to break free -"Queen"
Mi madre sabía cuánto le gustaba a mi padre aquella canción y lo acompaño a cantarla, yo también, pues no me avergonzaba. Estábamos todo en la sala sentados en los muebles, mi padre tenía el brazo al rededor del cuello de mi madre y yo reposaba con la cabeza en sus piernas, estaba un poco mareada y empezaba a quedarme dormida. Will y Gustavo estaban en los otros muebles conversando sobre qué harían el fin de semana, mi padre los interrumpió arbitrariamente — ¿por qué no nos acompañas Gustavo? éste fin de semana estaremos celebrando el cumpleaños de Miranda — yo simplemente no tenía nada que decir y me deje llevar por el sueño.
Todo le estaba saliendo como quería.
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Mi pequeño acto de rebeldía.
Teen FictionEstoy enamorada del mejor amigo de mi hermano. Él también está enamorado de mi. Tengo 18 años y el 26. Mi hermano me trata como una niña, quiero dejar de ser la princesa de la casa y seducirlo a él sera mi pequeño acto de rebeldía.