Cap. 11

6.6K 239 3
                                    

Agua fresca.

Despertar y no encontrarlo en la cama fue una gran decepción, no espera rosas y una notita de amor, pero si esperaba verlo dormido a mi lado después de esa larga noche. Quería mirarlo dormir, quería observar como la luz iluminaba su rostro, quería ver como sus labios decoraban su varonil rostro. En lugar de eso, desperté en una cama vacía y revuelta, tan revuelta como mi cabeza. La resaca era bastante fuerte, solo quería un baño y algo rico de comer.

El servicio a la habitación llego rápido. El jugo de naranja era perfecto y estaba justo como lo disfrutaba. Mientras intentaba concentrarme en mi desayuno mi mente se iba justo al encuentro de anoche. ¿Cómo es que había despertado primero que yo?

Mi mente recordó cada cosa, lo suave de su piel, su gesto serio, sus gemidos de placer, su cabello alborotado... Deseaba más que nada volver a tener una sensación como aquella.

Despejando mi mente volví la mirada a mi celular y lo tome, no me había percatado de la hora que era, un mensaje de mi hermano preguntando dónde estaba me hizo caer en cuenta de lo tarde que era. Dejando mi celular en la cama di un salto directo a la ducha para tomar un baño y reunirme con mi hermano y su "amigo".

¡Qué irónico!

Mis manos se deslizaron por todo mi cuerpo, me estaba recorriendo tal como Gustavo lo había hecho unas horas antes. Me recosté del cristal de la ducha y deje que el agua cayera tanto tiempo como para aliviar la resaca.

— Falda, escote...

Mi cabello caía sobre mis hombros en enormes blonda así que preferí dejarlo suelto, al verme en el espejo note que tenía las mejillas un poco rojas, no necesitaba maquillaje.

Llamada de Will:

¿Por qué la demora?

Lo siento, me quede dormida. Ya estoy por bajar.

En la terraza el agua de la piscina reflejaba el radiante medio día, mi hermano y Gustavo se encontraban sentados en uno de los espacios amueblados cerca de la piscina. Allí todo era de color blanco, desde las asientos hasta el piso, lo cual hacia lucir aquel lugar como lujoso. La amiguita de mi hermano estaba sentada a su lado, quien no estaba era la acompañante de Gustavo, la chica del día anterior. Al acercarme todo parecía estar yendo perfectamente a excepción de la mirada de Gustavo que se dirigió a otro lado en cuanto me senté, Will por otro lado me saludo con total normalidad. Llevaba unos lentes de sol, lo cual decía que también había estado de fiesta anoche al igual que su chica, que traía una cara para nada agradable, se le veía un poco cansada y apagada, yo por otro lado me sentía radiante ¡¿Y cómo no, después de lo de anoche?!

— ¿Qué tal la pasaron anoche? — pregunto mi hermano y notando que dirigió la mirada hacia nosotros deduje que era conmigo.

Por mi mente paso la idea de que Gustavo había inventado cierta historia que yo no sabía. Gire la cabeza hasta encontrar la mirada de Gustavo. Sus ojos y su sonrisa me decían que teníamos una conversación pendiente...

***

Aproveche la oportunidad, en cuanto mi hermano y su perra personal nos dejaron a solas lo intercepte de inmediato, lo arrastre hasta mi habitación.

— ¿Hay algo que no me has contado?

— Pues sí, los lunares de la espalda...   

Mi pequeño acto de rebeldía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora