Con las ganas.
Accedió a pasar la noche en nuestro apartamento, mi cordialidad salió a relucir y ordene la habitación de las visitas para que se sintiera a gusto.
Gustavo entro a la habitación y me observo de arriba abajo.
— Preferiría que fuese tu cama la que arreglaras para mí.
Levante la mirada y estaba allí, « ¿Qué diablos hacia sin camisa?» parado con los brazos cruzados junto al umbral de la puerta. Me hubiese gustado decir que la luz tenue acariciaba su rostro con delicadeza pero no, mis pasiones siempre se idealizaban con una luz tenue. En cambio en aquella habitación las costosas lámparas golpeaban todos los rincones con una luz blanca.
— Sabes que eso no es posible.
— ¿No? — una sonrisa de medio lado se le escapo —. Creía muchas cosas imposibles hasta ésta tarde. Pensé que las cosas serían complicadas contigo pero, me convencí de lo contrario.
— ¡Explícate!
— Tú misma lo viste, Will llego ésta tarde y no se tomó el tiempo de preguntar qué hacia acá.
— No deberíamos jugar con nuestra suerte. No esperaba verte aquí cuando llegue. No te miento, me gusto que asumieras el riesgo pero...
— No sabes las ganas que tengo de desvestirte aquí, y explorarte de nuevo — dijo interrumpiéndome.
— ¿Dónde está Will?
— En su habitación, ¿Quieres que me asegure de que no vendrá?
— Cálmate — dije dirigiéndome a la puerta —. Hoy no va a pasar nada...
Casi rozando su cuerpo le di una palmadita en el hombro y Salí. Iba moviendo las caderas paso tras paso hasta mi cuarto, sabía que me estaba observando, podía sentir su mirada quemando mi espalda. Me sentía gloriosa, dejándolo con las ganas.
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Mi pequeño acto de rebeldía.
Teen FictionEstoy enamorada del mejor amigo de mi hermano. Él también está enamorado de mi. Tengo 18 años y el 26. Mi hermano me trata como una niña, quiero dejar de ser la princesa de la casa y seducirlo a él sera mi pequeño acto de rebeldía.