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Era ya de madrugada, habían quedado de acuerdo en dormir todos en la sala de la casa mientras veían una película, sin embargo Mike se fue a la habitación de Eloy y es que el ruido que tenían en la sala le estaba desesperando. Al entrar se encontró con el mayor tocando guitarra en el suelo, Michael se sentó a su lado, el pelinegro extendió su mano hasta la sonrosada mejilla del pelirrojo y la acarició para luego volver a tocar su guitarra.

─¿Estás bien? ─Interrogó sin dejar de tocar la guitarra.

─Sí ─Respondió el menor observando la habilidad del mayor. 

Poco a poco comenzaron a llegar más personas a la habitación, Eloy se recostó ocupando las piernas de Michael como almohada, este no se molestó, de hecho comenzó a dar caricias en la garganta del mayor de vez en cuando rozando con la punta de sus dedos la pequeña barba.
Siguieron así un rato más hasta que decidieron dormir allí. Entre todos crearon una cama improvisada, Michael al quedar a la orilla quedó destapado por lo que terminó abrazándose al pelinegro, este también le abrazaba de la cintura acercándolo más a él, mientras daba caricias suave en la espalda del joven.

En un momento, Michael no supo si fue real o fue un sueño, pero sintió la respiración de Eloy cerca de la suya y aquello le provocó escalofrío.

La luz de pronto se prendió, todos se despertaron desorientados, se trataba del hermano menor de Eloy quien estaba apurado buscando algo en los bolsos. Eloy se levantó y le miró sin comprender su comportamiento.

─El padre de Amy ha muerto ─Dijo, de inmediato Eloy se levantó casi botando al joven sobre él. Michael también se levantó algo perdido y sin decir nada salieron de la casa y en plena oscuridad caminaron al hogar de la rubia muchacha.

Al llegar, Eloy se lanzó sobre la rubia abrazándola con fuerza, Michael se quedó observando atentamente la escena bajo la mirada de Luke quien ya se encontraba allí y  le observaba con una mueca, Mike le sonrió.

Michael jamás podría compararse con Amy, Michael no era tan lindo como las chicas, Michael no era para nada interesante.

Eloy y Amy entraron a la casa, los demás decidieron esperar afuera de la casa. La chica estaba totalmente destruida, ¿y cómo no estarlo? Su padre, aquel que le había acompañado durante dieciocho años de vida se había ido sin retorno, les había dejado y no volvería.

Los chicos se pusieron a fumar y a hablar cualquier tontera para animar a la prima de Amy. Michael de pronto sintió rabia, ¿Por qué la muerte se llevaba a las personas que harían más falta? Era injusto.

─Entremos ─Mencionó la joven, los demás le siguieron y entraron al hogar de la rubia siendo recibidos por la madre de esta, algunos familiares que Mike nunca había visto y finalmente por la hermana pequeña de la muchacha que de inmediato se colgó de la espalda de Eloy.

Estuvieron allí desde las cinco de la madrugada hasta las nueve de la mañana, observaron con pesar el dolor de aquella familia que había perdido uno de sus pilares, escucharon el llanto desconsolada de aquella madre que había quedado sola con sus polluelos bajo el ala.

Y de pronto, Michael apreció un poquito la vida en todo su desorden mental.

Cuando dieron las nueve con treinta, Michael se fue a su casa y contó todo a su familia quien se vio afectada también y es que conocían a Amy, la chica había ido a dormir a la casa. Además, Daryl en su adolescencia, perdió también a su padre y sabía lo que se sentía ese vacío.

[…]

El lunes en la noche Michael asistió al velorio del padre de Amy aunque no se atrevió a observar el cuerpo. La chica lloró en su hombro y luego, al sentir el rugido del estómago del teñido le invitó a pasar para comer algo. Allí Michael confesó su gusto por Eloy, la joven se sorprendió más no demostró enojo ni molestia ni nada parecido, al contrario, animó al teñido a jugar por el pelinegro.

Minutos después llegó el pelinegro junto a unos amigos, dieron el pésame y entraron al lugar. Michael se quedó afuera conversando con Luke y la prima de Amy, de pronto se acercó el pelinegro ofreciéndole un cigarrillo ya casi consumido al pelirrojo este lo aceptó, dio una calada y luego lo devolvió.

─Mañana es el funeral ─Informó la muchacha.

─Lo sabemos, iremos después de presentar la obra ─Avisó Michael, Amy sonrió agradecida.

MIKE IS A CAT 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora