-¿Qué hacemos acá? -sonrei levemente a Matteo.
-Vamos, mexicana -sonrio, dándome aliento-, no tendrás miedo ahora, ¿verdad? -añadio, alzo su mano.
-¿Yo? ¿Miedo? -reí sarcástica- ¡Vamos! -exclame y tome su mano.
Es un gran lugar, había poca gente, era uno de esos días donde casi no había nadie. Había venido quizás una, dos... ¡tres! ¡si! Tres veces había venido a Xochimilco. Un lugar muy bonito, es un largo lago, son como unos canales de agua que pasan por el pueblo.
En cuanto llegue note los puestos que se ponen ahí, vendiendo ya sea ropa, comida, juguetes o recuerdos para los que eran turistas.
Matteo tomo mi mano y me llevo hasta el desembarcadero, donde la trajinera ó chinampa nos estaba esperando.
-Cerra los ojos -dijo poniendo sus manos sobre mi vista-. ¡Mira! -dijo viendo hacia nuestra trajinera.
Si, era una trajinera, pensaran que yo ya las había visto antes y, con razón, efectivamente las había visto antes pero ninguna como esa.
La trajinera tenía en la parte de los nombres, Lutteo.
-¿Lutteo? -pregunte entre extrañada.
-¡Lutteo! Somos nosotros, ¿lo recuerdas? Ahora en verdad deseo que exista un nosotros, ahora existe Lutteo -dijo y me sonrió.
Le devolví la sonrisa sin dudarlo.
Nos subimos, nos pusimos justo al borde desde donde se podía observar prácticamente todo.
-¿Queres comer? -pregunto.
-Si, ya hace hambre -reí.
-Tengo pasta -dijo.
Empecé a reírme, en realidad la pasta no es una de mis comidas preferidas, ni nada por el estilo, pero estar con él comiendo pasta, eso era bonito.
Empezó a servir la pasta, empezamos a comer, aunque como he dicho antes la pasta no me gusta mucho comí demasiada, hambre le dicen.
Nos sentamos hasta la orilla de la chinampa.
-Luna, y-yo te quería pedir disculpas por todo esto de Cande, no sé en que estaba pensando -dijo, mirándome fijamente.
-Ma...tteo yo creo que estuvo mal intentar seguirles el juego a Simón y Cande -dije-. Yo... Yo... Te quiero a ti -dije, sonreí y me sonrió.
-Yo también te quiero a ti, Luna -dijo.
Me abrazo, mirábamos todo alrededor, de verdad era lindo.
Hasta que salio un tema que probablemente él no quería tocar.
-Necesito hablarte de lo de mi... -dijo sin terminar, pausó y bajo la mirada-, papá -termino.
-Si no quieres hacerlo, no tienes que hacerlo -dije al verlo.
No me gusto verlo triste, tenia ganas de dañar a todos los que lo hicieran sentir así.
Tomo aire para hablar y dijo: -Debo hacerlo, mi padre, me ha enviado aquí, dijo que no quería verme más. Luna, tengo miles de problemas, como afrontar que no he recibido el mas mínimo afecto por parte de mi familia.
No dije nada, permanecí en silencio un par de segundos. ¿Cómo era posible que una persona con tantos problemas fuese capaz de hacer sonreir a tantos?
Lo mire, las lágrimas descendían de sus mejillas con su miraba abajo. Era como si por un momento todo se hubiese detenido. Trague saliva y finalmente lo abrace.
No tenia palabras por decir, lo que si tenia era preguntas -muchas-. Me limite a hacer solo una.
-¿Por qué es que siempre sonríes? -pregunte.
Sí, lo sé, quizá no es la mejor pregunta, pero ser imprudente es como un don.
-Todos creen que soy feliz, trato de hacerle creer eso a todas las personas que me rodean, no quiero que la gente se ponga triste cuando este conmigo, no quiero inspirar tristeza.
Sus palabras me dejaron sin aliento. Me limite a seguir hablando.
-Te quiero -susurre mientras me acurrucaba por un lado de él.
Me abrazo y permanecimos así durante el viaje.
La noche no tardo en caer, las estrellas brillaban más que nunca, o quizás así las veía yo.
He escuchado que muchas personas pueden hacerte sonreir, pero no cualquiera te hace feliz.
Bueno, en este caso, él me hacia feliz.
Estaba tan feliz que no me daba tiempo para pensar en otra cosa, el tiempo se detuvo, solo estábamos él y yo.
Me miro. Lo mire, contemple sus hermosos ojos.
-Eres demasiado hermosa -dijo.
Mis mejillas se sonrojaron. Sé que él y yo ya teníamos confianza sin embargo seguía poniéndome tan nerviosa como si fuese la primera vez.
Beso mi frente y volvio a abrazarme.
El paseo, como todo, termino. Bajamos, mire la hora, ¡las 10:30 p.m.!
Mis padres van a matarme.
Subimos, había muy poca gente.
En un instante me sentí perdida, no lo veía, prácticamente lo perdí de vista. Pensé lo peor, estamos en México, le pudieron hacer cualquier cosa.
Entonces, paso...
Los mariachis sonaban a lo lejos, un par de manos tapó mis ojos y me dio una media vuelta.
Al abrir sus manos de mis ojos traía un papelito que decía: "¿Quieres ser mi novia?".
Me voltee, sin decir nada lo dije todo..
Solo lo besé, fue mágico, aunque como antes dije, como todo, esa magia también acabaría.
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Volví!!!!!!!!
Bueno, se que no es un capitulo muy largo pero estuve sin inspiración por mucho tiempo...
😂😂😂😂😂😂
Espero que les guste, voten y comenten!! ❤❤❤
Y ya son los últimos capítulos 😔
Las quiero, besos ❤❤
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El Chico Nuevo
Fanfiction-¿Te gusta el chico nuevo?-Me pregunto Nina, mi mejor amiga. -¿Matteo Balsano? ¡No! Para nada.-Le conteste, con un gesto que ocultara mis sentimientos. -|-|-|-|-|- Historia original, no copias, ni adaptaciones. Los personajes no me pertenecen son to...