que somos lindis.

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Caminamos hasta el paradero con mi mamá.

Hueón, estaba ultra nerviosa era como si volviera a conocer al Jean onda.. Juntarte con un mino que no conocí en persona pero se hablan por facebook. Una sensación así.

Me hacía tronar lo dedos, no paraba de agitar el pie y miraba como si me estuvieran persiguiendo.

-qué te pasa?.- pregunto mi mamá rompiendo el silencio.

-estoy nerviosa, no que onda..-dije.

-paso algo qué yo no sepa?.- me pregunto.

-no, na que ver... Pero igual, hace rato que no lo veo po, no me habla ni nada..- dije con cabeza gacha.

Seguimos en el trayecto, sin hablarnos, ni siquiera una mirada, nada de nada.

Llegamos a nuestro destino.

Tocamos la puerta y la mamá del Jean salió.

-Oh! Que sorpresa!, Sonia cada vez más guapa! Y Rocio eres más linda en persona!, pasen.- dijo la tía, yo ni la conocía en persona solo había hablado con ella por teléfono.

Súper simpática la suegri, la amo.

Entramos a la casa, era amplia y acogedora.

-mamá, ¿desde cuando te conoce la mamá del Jean?.- le susurré en el oido.

-tienes que pensar que el Jean es compañero del Fabián en la escuela de fútbol, la conozco más o menos 3 años, es súper simpática, amorosa y honrada, te va a caer súper bien.- me susurró mi mamá.

-aver... La hago corta.- dijo mi suegri que no es mi suegri pero es mi suegri.-El Jean llego súper desanimado la otra vez, no me quiso contar lo que paso, no quiso ir al liceo por "sentirse solo", no quería comer, no se levanta, no sale por la misma razón y lo único que se me ocurrió fue que ustedes pelearon, por eso te llame Sonia, si es así arreglense, el Jeansito no esta bien y no quiero ver lo así de triste.- dijo la tía.

La miré fijo, ¿como pudo afectarle tanto?.

¿por qué no se avispo y me hablo para solucionar la cagá?, si en el fondo yo igual taba sufriendo.

-donde está?.- dije después de mis pensamientos.

-en el segundo piso, en la cuarta pieza, donde hay un ventanal grande.- dijo la tía.

Subí rápido, solo quería ver al Jean, abrazarlo, acurrucarlo, ver le su hermosa carita, hacer le cariño, probar sus ricos labios y obviamente estar con el, otra vez.

No quise ni golpear la puerta, solo entré pero para mi sorpresa el no estaba ahí.

Empecé a buscarlo por toda su pieza tanto que la idiotez y las ganas de ver lo se apoderaron de mi, lo busqué hasta por el velador.

No lo encontraba, ya rendida y decidida de que no estaba ahí vi una sombra en el balcón de la pieza.

Me acerque y ahí estaba el, con una cajetilla de cigarros, su pelo alborotado por el viento, escuchando música con audífonos. A lo mejor por eso no cacho que yo había entrado a su pieza.

Me acerqué y le hice un pequeño cariño en su pelo, se saco los audífonos, se dio vuelta y ahí recién cacho que estaba yo.

-Rocio!!.- me dijo mientras se paraba.- no sabes cuanto te extraño. No quiero alejarme de ti, jamás.

-También te extrañe, pensé que me hablarías pero nunca me llego un mensaje tuyo, me estaba dando por vencida.- dije mientras se me nublaba la vista por tener los ojos llenos de lágrimas.

-güagüa, perdón por a verte tratado tan mal, esta bien que te defiendas, yo tampoco hubiera dejado que alguien te toque.- dijo mientras me hacia un tipo cariño en la cara.

Solo lo miré y abracé, era lo único que quería hacer en este momento.

-te amo bebita.- me dijo correspondiendo el abrazo.

-y yo a ti Jeansito.- le dije mientras le daba un tierno beso, de esos que no quieres que se acaben, los que despiertan tus maripositas del estómago.

El Jean después de todo era el mejor mino, lo admito, a veces se pone un poco tacaño, pero ya que, así me gusta ¿o no?.

Nos estiramos en su cama y nos abrazamos.

-te vez linda de colegiala.- me dijo dando me ese besito en la frente que hacia que me derritiera.

-y te vez lindo con ese pijama de spider man.- dije mientras se me salía una carcajada.

Nos dimos un último beso y nos quedamos profundamente dormidos.


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