Cápitulo 19

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Oh sí, esto era una pasada, cada vez flipaba más con todo lo que nos rodeaba. Cuando deshicimos las maletas llamamos al servicio de habitaciones y pedimos una macedonia enorme y una botella de cava refinado afrutado. Al rato llegó el mismo chaval que nos trajo la maleta, del que me encargué de averiguar su nombre:

-¡Ay! Muchas gracias...- Me quedé en el aire esperando que me dijese su nombre y sonrió, tenía una bellisima sonrisa.

-Me llamo Luca, para lo que necesites, avisame, hasta luego.- Se alejó un poco y me apoyé en la puerta mientras la iba cerrando.

-De acuerdo.- Me despedí de el con la mano tontamente y terminé de cerrar la puerta.

Me di la vuelta y caminé hacia Lauri que ya estaba picoteando de la macedonia, que tenía una pinta esquisita. Me miró mientras engullia como una cerdita.

-¿Y esa cara?- Dijo terminando de tragar el resto de fruta que tenia en la boca.

-Que me encanta el chaval de las maletas... Me he enamorado.- Suspiré y hice un gesto dramático con mi mano echandome el pelo hacia atras. Nos miramos y nos empezamos a reir.

-Si uf, un enamoramiento de cien que tendrás, imbecil...- Levante la ceja y asentí.- Bueno, vamos a brindar por nuestra llegada a esta maravillosa ciudad, y por una increible estancia.

-Así es, oh Roma, estoy enamorada de ti.- Cogí una copa y la rellenamos de cava y bebimos del tiron.- ¡Las mejores vacaciones de nuestras vidas!


Cual es la consecuencia de beber cava y comer fruta con azucar, pues el pedo de nuestras vidas. Nos tiramos en la cama del primer cuarto que llegamos y nos quedamos sopas. A no sé cuantas horas, me desperté, incluso se me había caido la baba. Todo perfecto. Miré hacia Lauri y me la vi completamente dormida. Me acerqué a ella y le agité un poco.

-Lau, Lau despierta.- Abrió los ojos y empezo a erguirse y miro hacia todos los lados, estaba un poco desorientada.- Si tia, primer día de vacaciones y ya nos hemos emborrachado hasta este punto.- Abrí las manos y las estiré y ella agachó la cabeza y se puso las manos en ella.

-De verdad, quiero morirme, como hemos acabado así el primer dia señor...- Me reí y me levanté de la cama.

-Yo me voy a dar una ducha y arreglarme, son las...- Miré la hora en mi movil.- Las seis pasadas, ni hemos comido... Podemos salir a dar un paseo y ver la zona y comer algo... ¿Qué te parece?

-Vale...- Estaba en modo zombie total.- Yo voy a centrarme mientras te duchas, aun hay algunas partes de mi que siguen dormidas...- Bostezó y se tiró en la cama de espaldas.

Yo me fui directa a la ducha. Era un gran baño con una placa ducha super guay y un jacuzzi y un espejo enorme con dos lavabos.

Me di una ducha reparadora y cuando salí me puse un albornoz.

-Lau, ya he salido, por si te vas a duchar.- Le grité desde la puerta del baño porque iba directa a la otra habitación que es donde estaba mi ropa.

-Siii, ya voy.- Me metí en mi habitación y empecé a mirar que ropa ponerme. Escuche de nuevo la ducha. Sabía que iba a estar bastante rato hay metida así que elegí la ropa y llamé a mi madre para decirle que todo iba bien.

Charlé unos minutos con ella, estaba bastante nerviosa cuando me fuí pero despues de la tercera llamada ya estaba más tranquila. Cuando colegué me empecé a vestir. Hacía calor, pero no tanto como en Sevilla obviame, aqui era una brisa agradable, así que me puse una blusa abierta de mangas largas y un vaquero liso de talle alto y unas plataformas negras.

'Cariño tumbate que voy a echarte dos o tres' Donde viven las historias. Descúbrelo ahora