Capítulo Cuatro: Las vueltas de la vida.

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Leslie pov.

La tos de Ryu ya se había calmado cuando llegamos al hospital, colocaron su diminuto cuerpo en una camilla y le pusieron una mascarilla de oxígeno, no me permitieron pasar a la habitación con él, me senté en una silla plástica y apoye mis los codos en mis rodillas, a la vez que con las manos me sostenía la sien, no podía pensar en otra cosa que no fuera mi hijo, rogaba porque no fuera nada que agraviara su ya complicada enfermedad, de pronto una mano sosteniendo un vaso humeante apareció frente a mis ojos, la tome y me senté derecha

-Gracias…- mi voz sonaba increíblemente débil, sonrió de medio lado

-No hay de qué- tomó un sorbo del suyo, miré el líquido marrón en el vaso y pude ver el reflejo de mi cara en el, me veía terrible, ojeras, ojos y nariz roja, era algo totalmente deprimente, sople el vapor y bebí, estaba dulce, agradecí internamente el gesto de mi acompañante.

 - ¿Necesitas algo más? – preguntó, estaba realmente sorprendida de lo atento que era, jamás lo hubiera imaginado así cuando lo miraba en los posters de mi antigua habitación, negué con la cabeza

-¿Los padres de Ryu?- un hombre mayor con bata blanca nos miró a ambos, me incorporé de inmediato sin siquiera preocuparme por corregir al doctor

-Yo soy su madre

-Venga conmigo- entre con él a una oficina con ese típico olor higiénico de hospital, se sentó tras un escritorio y con un gesto me indico la silla frente a él, pero no pude contenerme

-¿Mi hijo está bien? – interrogué desesperada por la incertidumbre

-Tengo entendido que el pequeño ya estaba enfermo – asentí, tomó un lápiz con ambas manos y se puso las gafas que llevaba al bolsillo – Bueno, señorita, hemos detectado un asma crónico en Ryu , esa es la causa de la tos, al toser su cuerpo se contrae y causa presión sobre los pulmones que es justamente el órgano que está fallando en su sistema- el mundo pareció ponerse de cabeza, además de la enfermedad , ¿Ahora se sumaba un asma? – Señorita Leslie, su hijo necesita el trasplante lo más pronto posible, necesita sangre y un nuevo pulmón o… - sentí mis ojos arder

-Morirá…- complete su frase, afirmó con la cabeza

-La enfermedad que su hijo posee es rara en los niños, y, siento decírselo, pero se agrava cada vez más, y ahora que se le suma un asma, le será cada vez más difícil el respirar, Ryu tendrá que quedarse aquí un par de días para estabilizarlo – bueno, no sería la primera vez, me sentía como la persona más débil, triste e inútil del planeta, me incorporé

-Adiós doctor, muchas gracias – me despedí y sin esperar su respuesta salí de la oficina

-¿Está todo bien?

-Si- mentí – Muchas gracias por todo Suzuki san, perdón por la molestia

-No te preocupes, pero deja los honoríficos, Leslie – miré el suelo – Lo que tiene tu hijo.., ¿Es muy grave?- suspiré, el merecía saber la verdad, y a pesar de haber hablado con él por primera vez hace solo unas horas me inspiraba confianza y serenidad

-Sí, lo es, es por eso que estoy acá, necesito a Aoi para que Ryu sobreviva – dije sin rodeos, en su rostro no hubo rastro de sorpresa, eso me tranquilizo, mire la hora en uno de los relojes del hospital, si iba a hacer algo, tenía que hacerlo ya – Tengo que irme ahora – dije, y salí a toda prisa del recinto, con dirección al edificio donde se encontraba la única cura para la enfermedad de mi pequeño.

Aoi pov.

No recuerdo con exactitud cómo fue que llegué de vuelta a mi apartamento, me despertó el ruido del timbre, el sonido era simplemente insoportable, tocaron de nuevo, ¿Podía haber algo más molesto a esta hora?, estiré un brazo hasta el velador y tomé mi celular, eran las seis, demasiado temprano para mí, pero si tenía que levantarme para acabar con ese endemoniado sonido lo haría, para mi sorpresa, era nuestro manager el que se hallaba tras la puerta

-¿Qué pasa contigo Yuu?, tenías que estar en la compañía a las seis! – lo miré con los ojos entrecerrados por el sueño

-¡¿De que estas hablando?!, son las sei- mis neuronas finalmente comenzaron a funcionar – Ah, es cierto…pasa, espérame un segundo- lo hice entrar – Prende la televisión si quieres, hay comida en la nevera

-Solo apresúrate – dijo afligido

-Si, si- la verdad me tomé mi tiempo, cuando estuve listo, él y yo dejamos el departamento, pero fue a la salida del edificio donde me encontré con algo que no esperaba, una figura femenina entró rápidamente y se detuvo frente a nosotros, se me tensó todo el cuerpo con solo verla, ¿Realmente se veía así de acabada cuando la vi por primera vez?, pálida, el cabello desarreglado, ropa deportiva, pero en su mirada había algo nuevo, una determinación que amenazaba con atravesar mi mente

-Vámonos- el manager me tomó del brazo y trató de esquivar a la chica por un lado, pero ella volvió a cubrir el paso – Señorita, por favor quítese, tenemos que- fue interrumpido

-No me importa- la respuesta de la chica fue fría y decidida – De aquí no me muevo hasta hablar con él – definitivamente era algo serio, así que con un gesto le indique al hombre que siguiera su camino, lo hizo, y cuando estuvimos solos no podía dejar de intrigarme el por qué de su repentino cambio de personalidad

-Di lo que tengas que decir, te estoy escuchando – no esperaba ser yo el primero en hablar, pero al igual que la primera vez, ella solo se quedó mirándome y francamente eso es incómodo para cualquiera

-Necesito su sangre y uno de sus pulmones para salvar a mi hijo – dijo sin dejar de mirarme, estoy seguro de que si hubiese estado bebiendo algo lo habría escupido allí mismo, ¿Sangre y uno de mis órganos?, esas palabras solo lograban aumentar mis creencias sobre su locura

-¿Disculpa?

-Lo que escuchó, mi hijo está enfermo, necesita un donante con compatibilidad genética y ese es su padre, ósea usted- su poder de convicción era magistral, porque por un momento estuve a punto de creerle, pero no caí

-Sí, te escuche, ¿Tu de verdad esperas que yo le de uno de mis órganos a un niño que ni siquiera sé si es mío?, mira, siento lo de tu hijo, pero yo no-no me dejó continuar

-Es suyo, es la verdad, si no me cree, si no lo acepta yo- esta vez fui yo quien cortó su frase a la mitad, mi nivel de irritación estaba llegando a su límite

-¿O si no qué señorita? – sacó su celular y me lo enseñó, me sorprendí, era una foto, ella y yo, juntos, eso probaba varias cosas, sentí la frustración recorrerme de la cabeza a los pies

-Si no, todos y cada uno de los programas de chismes, todos y cada uno de los sitios de internet, TODOS y cada uno de sus seguidores en el mundo se enterarán de que se acostó con una menor de edad estando borracho, y no quiere eso, ¿O sí?, ¿Shiroyama san? – había subestimado por completo a la chica, y ahora me tenía contra la espada y la pared.

Hasta ahí creía saberlo todo, hasta ahí mi vida era normal, corriente, solitaria, pero fue desde ese momento en el que mi vida comenzaría a cambiar radicalmente, y para ser sincero, agradezco que así haya sido.

Burn the night away ( Un fic de The GazettE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora