Capítulo Siete : Tenemos un trato.

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Aoi pov.

Han pasado ocho días desde que conocí a Ryu, el hecho de que él mismo me pidiera volver a visitarlo pareció convencer a Leslie de mi propuesta, o de lo contrario no estaría cargando una caja con su nombre hasta mi departamento.

-¿Qué traes en esta caja?, ¿Rocas? – le pregunte con la voz distorsionada por la fuerza

-No lo sé, tal vez sean cosas de Ryu – emití un sonido gutural en señal de queja, ella abrió la puerta del apartamento para que yo pudiera dejar la dichosa caja en el piso, el dolor en mi columna sobrepasaba los límites – Muchas gracias, esa era la última

-Que bien, porque te juro que no hubiera cargado otra – manifesté yendo hacia la cocina para tomar un relajante muscular, deje el vaso de agua sobre la mesa y ella seguía allí parada - ¿Qué?

-… ¿Podrías indicarme dónde poner mis cosas? – suspiré y le indique que me siguiera con un gesto, entramos al pasillo

-Este es el baño, hay otra en mi habitación, es la puerta de al fondo, este – le indique una puerta a la derecha – Es “mi lugar”, comprenderás a lo que me refiero, agradecería que no movieras nada de su ubicación

-¿Qué hay ahí?

-Mis cosas más preciadas

-¿Cómo qué?

-¿Estoy obligado a responderte?

-¿Prefieres que las mueva entonces? – dijo alzando una ceja, rodé los ojos y la abrí – Cuantas guitarras

-Lo sé – cerré la puerta y avance hasta el otro lado – Esta es la tuya – su rostro se iluminó, sentí algo extraño al verla, orgullo tal vez, el día que me dijo que aceptaba venir a vivir aquí, partí a la tienda y compré dos camas, no tenía nada mejor que hacer, así que prepare la habitación para un niño de cuatro y una chica de veintiuno, no fue una tarea fácil, pero todo indicaba que había dado en el blanco.

-Es perfecto- dijo sonriendo, quise sonreírle de vuelta, pero nuevamente no fui capaz.

Leslie pov.

Me sorprendí al ver el cuarto, era realmente lindo, jamás pensé que se daría el tiempo para arreglarlo

-Es perfecto – le dije sin poder evitar una sonrisa, pero en cambio obtuve su más conocida expresión para mí. “Neutro”, es la única palabra con la que podría describirse aparte de “Poker face”, era realmente bueno en eso, me pude dar cuenta desde el primer día en el que intente hablar con él, la atmosfera se puso incomoda, así que tome una bocanada de aire y dije

-Bien, iré por las cajas y acomodaré las cosas – no espere por su respuesta, porque supe que no habría una, es decir, debe ser bastante abrumador el hecho de vivir solo y de pronto tener que compartir el mismo techo con gente a la que recién conoces, la culpa comenzaba a hacerme su víctima cuando sonó el timbre, miré la puerta un instante, sin saber si abrir o no, puesto que el dueño de casa era él y podía sentirse pasado a llevar si simplemente abría, pero luego recordé sus palabras en el restaurant “…Quedarte así, sin hacer nada, es realmente incómodo, ¿Sabes? “ , me incorporé a toda prisa y finalmente abrí la puerta

-¡Mamá! – unas manitos se abrazaron a mis piernas, Reita rió

-Es realmente apegado a ti – dijo revolviendo el cabello de mi hijo, supuse que realizar la mudanza con Ryu sería un poco complicado, así que había comenzado a buscar a alguien que pudiera cuidarlo unas horas, él resulto ser la mejor opción, y para facilitar todo, le pareció una maravillosa idea

-¿Cómo te portaste?, ¿Pasaste un buen rato? – le pregunté a Ryu tomándolo en brazos

-Sí, Reita me mostró un bajo, era enooorme – manifestó abriendo los brazos , ambos adultos reímos

Burn the night away ( Un fic de The GazettE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora