Capítulo Cuarenta y ocho: Gracias por todo.

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Leslie pov.

Haruka mantuvo uno de sus brazos por sobre mis hombros durante el resto de la operación, no podía dejar de temblar, mis piernas parecían querer ceder bajo mi peso, no había nada en mi mente, estaba vacía, insensible.

La puerta de la sala se abrió dejando ver al doctor, mi pulso volvió  a acelerarse y la mano de Haruka estrujó mi hombro con fuerza, aquel hombre se acercó lentamente hacia nosotras mientras se quitaba la mascarilla y el gorro del traje higiénico, cuando su rostro estuvo completamente al descubierto pude ver su expresión de hipócrita tristeza, miró el piso y dejo escapar un suspiro abrumado antes de negar con la cabeza. El mundo se vino abajo, rompí en un llanto que taladraba todo mi cuerpo, Haruka me reodeó con sus brazos y me sostuvo con fuerza.

-…Lo sentimos, hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos… Shiroyama san ha muerto – sentenció, quería gritarle, quería decirle cuanto lo aborrecía por no haber salvado a la única persona que verdaderamente ame en toda mi maldita vida marcada por la mala suerte, quería hablar, pero no podía.

Muerto.

Aquella palabra resonaba en mi corazón, dolía como si hubiera bebido ácido, estaba quemándome.

Esta muerto.

Ni yo me lo creía. Él, sus ojos, su sonrisa, sus manos, no podía creer que dejarían de existir, ya no podría volver a oír las palabras que me dijo aquella única ocasión

“Te amo”. Su voz repitiéndolo, susurrando con desesperación aquella pequeña oración que jamás volvería a oír.

“Todo saldrá bien, lo prometo”. ¿Cuántas veces no me lo dijo?, ¿Cuánto miedo sentiste sin habérmelo dicho?.  Yuu, ¿Por qué moriste?

-Ya, ya…- escuchaba murmurar a Haruka mientras su mano hacia grandes círculos en mi espalda, ella intentaba ser fuerte, pero su voz dejaba en evidencia las lágrimas que yo no podía ver, mi llanto llenaba la acústica del pasillo, me había encerrado en una jaula de agonía y dolor, no fui consciente de cuanto llore esa noche, la noche en que te perdí, la noche en la que yo misma desee haberme esfumado de la faz de la tierra..

21 de Octubre 2014 – 16:44

Terminé de abotonar la camisa de Ryu y le sonreí, él seguía dándome aquella mirada de confusión

-¿Adónde vamos? – A un funeral, se me hizo un nudo en la garganta, odiaba no responder a sus preguntas pero esta era simplemente inabordable, fingí no haberlo escuchado y me voltee a buscar sus zapatos - ¿Dónde está papá?

-Ya te lo dije, cariño – respondí calzándole un zapato

-Dímelo de nuevo – reprocho

-Tu papá se fue a un lugar muy muy lejos de aquí, nos estará cuidando desde allí ahora

-¿Desde el cielo? – interrogó, asentí y baje mi rostro para que no se diera cuenta de las lágrimas que había derramado

-Sí, justo desde el cielo

-¿Cómo un astronauta?...- me sequé los ojos con el dorso de la mano, suspiré y me obligue a sonreírle otra vez

-Como un astronauta – afirmé acariciando su mejilla, bajó de la cama y antes de que yo saliera de la habitación Ryu me tomó la mano

-¿Mamá?

-¿Qué ocurre, cariño?

-Papá y yo vencimos a la bacteria, ¿Verdad? – sentí mis ojos arder y un nudo en mi garganta, pero no iba a llorar frente a mi hijo, nunca lo haría

Burn the night away ( Un fic de The GazettE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora