Capítulo Diecinueve : Maldito egoísmo.

1.3K 77 2
                                    

Leslie pov.

Tuve que volver al trabajo. Algún día tenía que pasar, pero al día siguiente de mi “descanso”, Takumi no apareció, eso me provoco cierta sensación de culpabilidad y tristeza, ¿Acaso era por mi causa?, ¿Habría renunciado por como lo trate?, o tal vez su madre había vuelto al hospital y yo estaba siendo demasiado egocéntrica, desee haberle pedido su número telefónico , así al menos podría llamarlo y terminar con mi tortura emocional, pero de todos modos no lo habría hecho, sigo siendo demasiado gallina para hacerle frente a mis problemas, así que solo regrese a casa siendo carcomida por la incertidumbre, apenas puse un pie en el apartamento Ryu corrió hacia mí.

-¡Mira lo que hice hoy! – exclamó mostrándome una hoja de papel, en ella habían tres personas dibujadas con crayones, de inmediato supe quiénes eran, pero sentí algo de pesar al reconocerlos – Somos tú, yo y papá – Papá… ciertamente el darme cuenta de que ya lo llamaba de ese modo me causo un sentimiento extraño, con todo lo que pude me esforcé para sonreírle

-Está muy lindo

-Ryu chan se pasó el día haciendo ese dibujo – comentó la señora Junko colocándose su abrigo – No salió de su cuarto en todo ese tiempo, es un niño muy dedicado y algo terco – A quien lo habrá sacado, ¿No? – Bueno, ya me voy – me despedí de ella, pero de pronto Ryu salió corriendo por el pasillo, ambas quedamos atónitas

-¡Ryu!, ven a despedirte – le dije, volvió a aparecer con las dos manos tras la espalda - ¿Qué modales son esos hijo? – reproché, pero el pequeño sacó otra hoja de papel y se la entregó a la mujer

-Es usted –manifestó algo tímido, sentí que el corazón me iba a estallar

-¡Gracias cariño! – dijo ella abrazándolo – Mañana preparare unas galletas para ti, ¿Te parece bien? – Ryu asintió - ¡Adiós! – y desapareció tras la puerta

-¿Por eso te demorabas tanto? – pregunté

-Sí, ¿Crees que a papá le guste mi dibujo?

-Claro que sí, seguro lo pondrá en la nevera junto con los otros – y la verdad era que para ese entonces la nevera ya no parecía nevera, era una figura rectangular plagada de hojas de papel e imanes de refrigerador, habría que encontrar otro lugar para poner los dibujos de Ryu, no habían pasado ni diez minutos y tocaron a la puerta, el corazón me dio un vuelco, la verdad era que al no encontrar todavía la manera de comportarme con Aoi sin parecer una idiota lo he estado evitando. Muy maduro, Leslie. He estado saliendo más temprano que él, me voy a la cama antes de que llegue alegando cansancio, en fin, pero hoy había quedado con Haruka, estaba ansiosa por la ayuda que me ofrecería, además, creo que comenzaba a necesitar una amiga con quien hablar de temas para chicas, de todas formas aún no decidía nada, si no me simpatizaba simplemente me alejaría, la puerta de nuevo, suspiré y abrí, miré hacia abajo fingiendo que tenía algo en el ojo.

-¿Qué te pasa? – me preguntó Aoi casi riendo mientras entraba

-No es nada, solo una pelusa, hasta luego

-¿Qué?, ¿Vas a salir? – asentí

-Solo será un momento, nos vemos – respondí saliendo al fin del lugar, caminé tres pasos y toqué el timbre de la puerta, Haruka abrió, estaba irreconocible, usaba un pijama, llevaba el cabello sujeto en una coleta, sin maquillaje seguía siendo linda y sin tacones era casi de mi porte, sonrió ampliamente

-¡Viniste! – me tomó del brazo y me empujo dentro de su apartamento, era muy lindo, alfombrado, rojo, totalmente femenino - ¡Siéntate!, traeré algo de beber, ¿Bebes verdad? – me senté en el blanco sofá y antes de que pudiera responderle ella apareció con dos copas, tomó una y se sentó con ambos pies sobre el sillón  - Empecemos – asentí confundida - …Te ves muy incomoda

Burn the night away ( Un fic de The GazettE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora