Capítulo Diez: Una palabra poderosa.

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Leslie pov.

El cambio de Aoi luego de ese día fue súbito, desde entonces el ambiente en el departamento ha sido más relajado y llevadero. En cuanto a mi hijo, no ha parado de dibujar, es gracioso ver todas sus obras pegadas en la nevera, porque no soy yo quien las pone ahí, es Aoi.

Aprovechando que se encontraba en casa, me acerque en silencio a “su lugar” y toque la puerta tres veces, pegué mi oreja a la madera, pero no hubo respuesta, golpee otro par de veces

-Pasa – dijo finalmente, abrí, dejo la guitarra a un lado y desvió su mirada de la computadora que allí había - ¿Qué ocurre?

-…Tengo que hablar contigo – me indicó que siguiera – Bueno, resulta que al llegar aquí conseguí un trabajo, por suerte, y a pesar de ser nueva, le explique a mi jefe la situación y me dio un par de semanas

-Ese par de semanas se acabó y ahora debes volver, ¿No? – asentí - ¿En dónde trabajas?

-En el supermercado de la otra cuadra – respondí rogando internamente para que no me preguntara que era lo que hacía, me avergonzaba enormemente decirle que era empaquetadora.

-Deja el trabajo – propuso tecleando unas cosas en el aparato

-¿Qué?...- volvió a mirarme y se encogió de hombros

-Deja el trabajo, así puedes quedarte a cuidar de Ryu

-P-pero no entiendes…! , los medicamentos de Ryu son carísimos y – me interrumpió

-Y para eso trabajo yo, creo que gano lo suficiente como para financiar ese tratamiento – sus palabras me hicieron sentir confundida, estaba feliz de ver que realmente se preocupaba por Ryu, pero por otro lado me sentí subestimada, decidí que tal vez era momento de dejar de ser tan sumisa.

-No- le dije tratando de endurecer mi postura, nuevamente quitó su mirada de la pantalla de la computadora y giró los ojos

- ¿Por qué no? – su voz sonaba arrastrada y floja

-Me niego a que pagues todo tu solo, yo también voy a pagar ese tratamiento  - manifesté con decisión

-Como quieras – y volvió a lo suyo ignorando mi presencia por completo

-Bien…¿Entonces que pasara?  - pregunté al borde de la impaciencia

-Contrataremos a alguien, ahora, por favor, si no te importa, tengo trabajo que hacer – respondió con una mirada suplicante. Y que trabajo, pensé, debía ser un gusto trabajar en lo que te apasiona, cuando era más joven, cuando vivía con mis padres, mi sueño era terminar el instituto y estudiar una carrera profesional, pero dadas las circunstancias que se presentaron ante mí en ese entonces, fue imposible, alguna vez pensé en ocupar parte del dinero que ganaba trabajando para financiar algún curso, pero luego apareció la enfermedad de Ryu, y no me quedó más que resignarme.

*** Tres días después ***

Aoi pov.

Contrate a alguien después de todo, y fui yo quien se encargó de eso, lamenté no contratar a alguien más joven y guapa. Pero primero – y sorpresivamente – pensé en Ryu, si esa persona no estaba capacitada para cuidar de él simplemente no me servía, no importaba si era la chica más linda en el planeta, si no sabía cómo cuidar a ese niño no iba a contratarla. No soy tan malo después de todo.

-Eh…¿ Shiroyama san? – me llamó la señora sacudiendo su mano frente a mí, sacudí mi cabeza

-Oh si, perdone – le dije, ella sonrió amablemente – Como le decía, Ryu es algo delicado, es por eso que necesita cuidados especiales , según vi usted está capacitada para eso

Burn the night away ( Un fic de The GazettE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora