Capítulo Treinta y dos: No los pierdas

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Aoi pov.

Luego de mucho insistir, logre que Leslie se quedara quieta y descansara. Quería cuidarla para recompensar aunque fuera un poco el hecho de que ella prácticamente perdió cuatro años de su vida. Quería cuidarla para que se diera cuenta de que en verdad me importaba.

Mi celular no paro de sonar esa noche, ya en el cuarto de Ryu, mientras el dormía en su cama y yo intentaba conciliar el sueño sobre la cama de la chica, el dichoso aparato no paraba de interrumpirme, rechace todas las llamadas y deje en blanco todos los mensajes, cuatro de ellos eran de nuestro manager.

“Yuu, ¡¿Que pasa contigo?!”

“¿Dónde demonios estas?”

“Sabes que la gira es en una semana, ¿Verdad?”

“La compañía puede sancionarte por esto Yuu”

Cuatro mensajes que me dieron igual, veintitrés palabras que no me significaron nada y ciento tres letras que juntas, para mí no tenían sentido alguno. Finalmente pude dormir una hora, exactamente de seis a siete de la mañana, un ruido en la sala fue el responsable de que volviera a abrir los ojos, no tenía caso quedarme en la cama, así que me levante y encontré a Leslie en la cocina.

-¿Qué haces despierta a esta hora? – pregunte, ella dio un respingo y se giro

- Buenos días – dijo, avance hasta apoyarme en la pared de la cocina y me cruce de brazos - ¿Qué ocurre? – añadió con nerviosismo

-¿Que parte de “Dos días de descanso” no entendiste? – respondí divertido a mi vez

-Bueno… “Descanso” no significa quedarte todo el día en la cama – saque mi celular y busque la definición de la palabra “Descanso”, una vez que la encontré, le mostré la pantalla de mi teléfono

- “Descanso es el reposo, la quietud o la pausa que se hace durante un trabajo y, o una licencia” – cité, Leslie miro la pantalla y frunció el ceño

-¿Y eso qué?

-Vuelve a la cama

-No

-¿Prefieres que te cargue otra vez? – comente acercándome hacia ella, la chica retrocedió unos pasos de forma automática, en ese momento mi celular comenzó a sonar otra vez, ni siquiera vi de quien se trataba y rechace la llamada, cuando volví a levantar la vista, Leslie parecía preocupada

- Era de la compañía, ¿Verdad?

-Si – respondí, no me hacía sentido mentirle, así que solo le dije la verdad, ella suspiro y camino hasta la sala

-No deberías estar aquí

-Deja de decir eso, yo debo estar aquí, lo incorrecto seria estar allá mientras tu ardes en fiebre e insistes en sobre exigirte

-¡Estoy bien! – exclamo

-No, no lo estás – se cubrió los ojos con una de las manos y suspiro

-…Me pondría mejor si no estuvieras aquí – dijo con un hilo de voz, sus palabras no surtieron efecto en mí, no tuvieron el efecto que ella esperaba, solté una risa y me acerque a ella

-¿Por quién me tomas novata?, tengo treinta y cuatro años, no puedes engañarme – me observo atentamente – No porque me digas que estarías mejor sin mí te voy a dejar sola, porque sé que no lo estarías, mientras me necesites y yo pueda ayudarte, lo haré, no me importa la maldita gira, solo por hoy olvídate de todo – ni siquiera me percaté de que la estaba aferrando por los brazos y que me faltaba el aire a causa de las palabras pronunciadas con tanta rapidez, hasta que de pronto volví a la realidad y me encontré con sus ojos observándome fijamente, no podía contenerme, la impulsividad me gritaba que la besara y el pulso se me disparo, ¿Es que acaso iba a tirar por la borda todo mi estúpido y premeditado plan?, ¡ Al diablo con el plan!, espetó esta vez mi subconsciente, sacudí mi cabeza y me deje llevar por todos los sentimientos que me habían estado acosando desde que ella hizo aparición en mi vida, acerque aún más mi rostro al de ella - …Olvídate de todo – musité – Excepto de esto…

Burn the night away ( Un fic de The GazettE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora