~Enamorada del Diablo~®©

Capitulo 1

     Allí estaba Lucifer, (el tan odiado, pero admirado por muchos) observando a todos, como todos los días, desde su trono. ¿Observando a todos he dicho? Bueno, es lo que todos los ángeles caídos que estaban a su mando pensaban. No era así. El tan popular "Satanás, Diablo o Lucifer" estaba observando detenidamente a una mortal. Lleva observándola desde que Nació. Es algo que ha resultado extraño para él... Tal vez por la forma en la que ella nació, ese pequeño bebé que todos pensarían que moriría. Siempre está al pendiente de ella. No ve la hora en que muera y hacer todo lo posible para arrastrarla al infierno junto a él. Si, el Diablo estaba enamorado de una mujer humana. Una humana que tenía como destino enamorarse también de él. Ella es preciosa, muy ardiente (cómo suele decir lucifer). Tiene unos ojos verdes y enormes de infarto. Una espectacular anatomía que hacen babear a cualquier mortal y no mortal. Su nombre es Marisse Grayson. Tiene dieciocho años de edad actualmente. El diablo es como un millón de años mayor que ella, pero gracias a dios, él nunca envejece.
    Cada día que pasaba, al diablo le parecía una eternidad, pues la mujer que él desea, nunca muere. La quiere, la desea a como dé lugar. Por eso, cansado de no poder tocarla (más que en la madrugada, sin que ella pueda sentirlo) decidió hacer algo que jamás pensó hacer. Si, ascender a la tierra. Ya ha estado unas veces allí. La primera vez que estuvo en la tierra, fue cuando dios, el dictador lo expulsó del edén y lo envío directo a la tierra. Un lugar horrible para él. Cuando los ángeles que lucharon junto a él en la batalla que perdió contra dios escuchan que él ascenderá a la tierra, no lo pueden creer.
     — ¡Pero señor! — jadea un ángel caído — Usted mismo dijo que odia la tierra y juró nunca poner un pie en ese infierno.
     — No le estoy pidiendo permiso a nadie — sisea satanás. Su cara se transforma cuando se enoja y sus ojos se vuelven grises y la parte blanca, se vuelve negra — les estoy avisando que me tomaré unas... Pequeñas vacaciones en el paraíso del pecado. Tengo unos asuntos que atender y que no pueden esperar más. Si tienen algún problema en mi ausencia, haganmelo saber cuanto antes. Ya saben, por si algún humano pecador se resiste a entrar.
     Los ángeles se voltean a ver unos a otros sin entender nada. Piensan que Lucifer se volvió loco.
     Satanás ve hacia arriba y extendiendo sus enormes alas negras, comienza a volar. Necesita un nombre... No puede llegar donde la bella Marisse y decirle que su nombre es lucifer y que ha llegado a la tierra para matarla y arrastrarla al infierno. Cuando llega por fin al exterior, es media noche. Hace un frío del demonio y satanás a penas y trae un pantalón. Desaparece sus alas y toma aquella forma humana que le dio dios cuando lo creó. Satanás era guapo, encantador y seductor. Digno de él, pues cuando fue creado él representaba la belleza, la sabiduría, la seducción y por último, la rebeldía. Aún representa todo eso. Necesita un lugar donde vivir y dormir. Rápidamente se hace aparecer en un buen departamento de lujo, cerca del trabajo de Marisse. Ahí, se encarga de tener toda la ropa del mundo. Se ve al espejo detenidamente y dice:
     — Gracias a dios que sigo tan joven y guapo desde aquel día.
     Un estruendo azota toda la ciudad. Acaba de caer un rayo acompañado de una buena lluvia. Satanás no puede evitar reírse a carcajadas. Seguramente dios se enojó por nombrarlo y blasfemar en su contra. ¿Que pensará dios sobre su llegada a la tierra? ¿Protegerá a Marisse de sus garras? Si intenta meterse en su camino, acabará con el vaticano sólo para advertirle y con el vaticano, destruirá todas las iglesias que se le antojen. Aunque ni debería enfadarse dios, pues según satanás, las iglesias no son más que negocios. Los llamados pastores se lucran diariamente con las "ofrendas" que dan los ilusos humanos. Él ha visto más casos de violaciones a niñas y niños por parte de pastores y sacerdotes que de criminales y no solo eso, la gente usa la iglesia de máscara, en sus hogares son completamente distintos. Los humanos son detestables... Nunca van a cambiar.
     Satanás, cansado de su viaje decide dormir para mañana, empezar un nuevo día. Ha planeado ir a buscar trabajo en el mismo lugar donde trabaja Marisse. Piensa empezar a seducirla cuanto antes, ya que tiene varios tipos rondandola. Entre ellos, un tal Gianluca Ginoble. Un tipo detestable que aparte de ser su compañero de trabajo, lo es también en la Universidad. Satanás lo odia... Sobre todo por que a Marisse no le es muy indiferente ese tonto.
     A satanás se le ilumina la cara. ¡Encontró el nombre ideal!
     Piero Barone, así se ha de llamar. Está seguro que ese nombre cautivará a Marisse.