Dedicado a: LuciNieto0 y sarcastica19Belial siempre ha sido un ángel rebelde, desobediente y despiadado. Desde su creación mostró una actitud similar a la de Lucifer hacia dios. Ninguno de los dos toleraba estar bajo las órdenes y mandatos de su creador; prácticamente pasaron gran parte de su vida cantando alabanzas y tocando unas ridículas arpas al ser supremo. Claro, ningún ángel caído pudo ver jamás el rostro de dios, pues él, sentado desde su imponente trono siempre emanaba una luz blanca exagerada; una luz que podría dejar ciego a cualquiera. Ellos siempre estaban cubriéndose con sus gigantescas alas, que en ese momento eran blancas, no negras.
Cuando Lucifer propuso la rebelión, Belial y otro grupo reducido de ángeles no dudaron en apoyar la causa. Estaban cansados de su vida. Ellos necesitaban libertad, necesitaban disfrutar la vida sin tener que estar bajo el mando de nadie. Una batalla dio inicio en ese entonces, batalla que por supuesto ellos perdieron, pero que resultó ventajoso. Obtuvieron su libertad, fueron desterrados a la tierra. Dios pensaba que enviándolos allí ellos serían cruelmente castigados. No fue así. A pesar que la tierra además de ser un paraíso, era un verdadero infierno. Gente mala, egoísta y asesina habitaban en ese lugar. Los ángeles ni siquiera incidieron en las malas decisiones de los mortales, simplemente disfrutaron de las mujeres, algunos de ellos se enamoraron y se casaron con varias. Otros simplemente se divertían con ellas, cómo Lucifer y Belial. Si uno de ellos encontraba una mujer que al otro le gustaba, la compartían. Muchas veces por puro gusto y capricho, pero hay otro motivo importante por el cual comparten mujer en la cama. ¿Se preguntan la razón? Es muy simple; Satanás y Belial fueron creados al mismo tiempo por el ser supremo y comparten la misma cantidad de poderes. Claro, siempre que ninguno de ellos se encuentre sellado. si uno de ellos lo ha estado, es necesario que la misma mujer con la que el otro ángel ha mantenido relaciones sexuales sea quien se encargue de devolverles la fuerza al otro. De no ser así, ninguno de los dos será tan poderoso como en verdad lo son. Ellos dos siempre han sido buenos amigos, a pesar de que Lucifer es el líder de todos. Belial le demostró que él era más que un sirviente, él le es leal.
Millones de años después, como siempre, los ángeles caídos visitaban continuamente la tierra para estar con mujeres o devorar humanos. Belial se encontraba caminando tranquilamente por las calles de Italia. Fue entonces, cuando sus ojos vieron a una mujer increíblemente hermosa. Su belleza le cautivó por completo. No dudó ni un momento en acercarse a ella y cortejarla. Ella le sonreía tímida y algo sonrojada. Belial también es un ángel que representa la belleza y perfección. La forma en la que él la miraba, le hacían estremecer, no solo de atracción, también de miedo. Sus ojos eran oscuros y fríos.
—¿Como se llama, bella señorita? —pregunta buscando su mirada.
Ella lo ve detenidamente a los ojos y, sin saber por qué, le responde:
—Mi nombre es Katerine Licari, señor.
Belial sonríe encantado. Le ha llamado señor... Le fascina que las mujeres se dirijan a él cómo señor. Le gusta imponerse.
Tomando una de las manos de Katerine, Belial la besa delicadamente sin apartar la mirada de ella y dice:
—Mucho gusto... Katerine... Me encanta tu nombre. Yo soy Belial.
—¿Belial? —pregunta confundida— ¿Tiene un nombre de demonio?
—Así es —responde Belial divertido— tengo nombre de demonio. Quizá sea uno, ¿no crees?
Katerine lo ve un poco confundida, pero con cierta guasa. Aparte de que Belial es terriblemente atractivo y encantador, es un excelente bromista.
Después de platicar mucho tiempo con Belial a la orilla de un lago, Katerine se va a su casa con una sonrisa en la cara. Aquel guapo hombre le ha dejado cautivada y enamorada. Lo que no sabe es que él es un ángel caído y que nada bueno le espera a su lado.
—Nuevo juguete, ¿eh? —murmura la voz de Satanás.
Belial sonríe sin dejar de ver a Katerine alejarse.
—Apetecible, ¿verdad?
—Mucho —admite Satanás —pero por el momento, yo ya tengo mi propio juguete. Se llama Caroline y me está esperando en su casa para que la haga mía... ¿quieres venir?
—Por supuesto. Siempre escoges a las mujeres más deliciosas.
—Vamos entonces. Luego te la puedes comer si gustas.
...
El tiempo pasó muy rápido. Katerine había caído en los encantos de Belial, pero así mismo él había caído en los suyos y se había enamorado perdidamente de una humana, tanto así que era muy romántico y detallista con ella. Tenían relaciones sexuales siempre que podían y Belial trataba a toda costa de no perder la calma con ella. No quiere que se entere que él de verdad es un demonio muy peligroso. No aún.
Todo marchaba bien para los dos... Hasta que un día, dios decidió mandar a otro ángel a la tierra. Gabriel. Tenía la clara misión de separar a Katerine de Belial. Dios estaba furioso por esa relación. No es correcto que demonios y humanos convivan de esa manera. Desgracias es lo único que causarían al mundo.
Belial no se había dado cuenta de la llegada de Gabriel, tampoco de que éste se había acercado a Katerine y había conseguido que ella se enamora de él también. Gabriel le decía todos los días que la amaba (lo cual no era cierto) y que quería estar con ella eternamente.
Un día, Belial llegó de improvisto a la casa de Katerine. Se encontró con la sorpresa de que ella estaba empacando toda su ropa. A él le extrañó mucho...
—¿Que haces? —pregunta él sacando la ropa de las maletas.
La chica de cabello negro lo fulmina con la mirada y dice:
—Me voy... Tú eres un farsante que sólo me utiliza para tener sexo... Tú eres malo... Tú no me amas...
—¿Que demonios estás diciendo? ¡Eso no es cierto, Katerine! ¡Claro que te amo!, ¡Te amo con toda mi alma!
—Eso no es cierto —sisea la voz de alguien desconocido.
Belial se gira lentamente y la furia invade su alma al ver a otro hombre parado detrás de él. Aunque tenga otra apariencia, él sabe perfectamente quien es.
—Gabriel...
—Que listo eres— dice tomando su verdadera apariencia —cómo verás... Belial, Katerine se va conmigo por que ya no te ama, ya no confía en ti... ¿Cómo podría? Eres un mentiroso de lo peor... Apuesto a que no le has dicho que en realidad eres un ángel caído, ¿verdad?
Belial no dice nada. Está tenso. Desea acabar con Gabriel, pero Katerine empieza a llorar al escuchar las palabras de Gabriel. Él mismo le había confesado hace un momento que él es un arcangel y que estaba enamorado de ella. Al principio no quería creerle, pero lo vio transformarse.
—Ahora Katerine es mía —prosigue Gabriel retando a Belial— mía en cuerpo y alma... Desde que nos conocimos hemos estado juntos en la cama.
A Belial se le llenaron los ojos de lágrimas. Voltea a ver a Katerine y ella sólo baja la mirada. Su reacción sólo confirman las palabras de Gabriel. Acercándose a ella lentamente, sisea:
—Me engañaste... ¿Cómo pudiste? ¿Cómo?
—Tú no me dijiste que eras...
—Maldita —la interrumpe furioso —eres una maldita traidora... No debí enamorarme de ti...
—¡Tú no me amas! —grita ella histérica, pero su gesto se descompone al ver lágrimas salir a montones de los ojos de Belial.
—Lo hacía... Claro que lo hacía... Pero... Tú me engañaste... Y yo no tolero que me engañen.
Katerine intenta abrazarlo, pero Belial la detiene y con su cara transformándose a la de Demonio, le encaja las garras en el estómago a ella y sisea:
—Conmigo no se juega por que te mueres... Perra.
Belial empuja toda la mano en el interior de Katerine arrancándole el corazón de una vez.
Cuando voltea hacia atrás, Gabriel no está. Ha escapado. Belial jura vengarse y matarlo por lo que le hizo. Satanás llega unos segundos después y se sorprende al ver el cuerpo de la mujer de Belial en el suelo. Él le dice que él mismo la mató y le cuenta la razón. Satanás asiente y se lleva a Belial al infierno. Allí, el segundo le pide que le clave una daga en el corazón. Necesita dormir, descansar y olvidar a aquella traidora mujer.—Y esa es la historia. Ella fue una perra y por eso no me gusta hablar de ella.
Marisse se queda con la boca abierta. Vaya rollazo el de Belial. Pero hay algo que la ha dejado totalmente indignada y, dándole un manotazo a Lucifer que lo despierta, gruñe:
—¿Quieres decir que me usaron para regresarles sus poderes?
Satanás y Belial se miran mutuamente sin saber que responder. El segundo se rasca la cabeza y murmura:
—Era necesario... Te juro que sólo será esta vez y que ya no te voy a dar nalgadas.Heeeiiii :'/ no dejen de votar por la historia.
¿Será que podemos llegar a los mil votos y hacer un maratón para celebrar? 7u7
Ya se fijaron? Me cambié el nombre a LadyDark96 :3
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~Enamorada del Diablo~®©
Romance- Y si, tal vez él es malo... Pero cuando sonríe solamente puedo ver todo lo bueno que hay en él - respondió ella bajando la cabeza. Estaba consciente que se había enamorado de un ángel maligno y que tarde o temprano lo suyo podría terminar y él...