Grietas

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Era patético.

Cuando Jeonghan asintió, Mingyu se sintió emocionado, aterrado... Y patético.

No necesitó pensarlo mucho para descubrir que esos años sin Wonwoo no valieron nada, ya que inmediatamente volvió a sentirse como ese adolescente idiota que sufrió por un amor que nunca tuvo. Aquello despertaba un temor enorme en él; no quería caer de nuevo en esa oscuridad, pero sabía que de encontrarse nuevamente con Wonwoo, no tendría otra opción.

Sin embargo, sus mejores amigos –su familia –no merecían aquello. Sonrió, un gesto difícil y un poco roto, deseando que fuera suficiente para poder engañarlos. –Ya iba siendo hora, ¿no creen?

─Eso... Eso no es todo, Gyu. –Jeonghan exclamó dudoso, como si hubiera otra cosa que pudiera dañarlo más. –Él estudiará en la UNS*. Él-podrías encontrártelo en el campus. Demonios, por lo que mi madre me contó, también vivirá en las residencias. Tú-¿estarás bien?

Mingyu lo dudaba, pero no podría evitarlo. Al mirarlos detenidamente, pudo ver la marca de los años en sus rostros, y en sus ojos estaba ese cansancio; como si –a pesar de tener veintidós y veinticuatro años –sus almas fuesen milenios más viejas. Eso era culpa suya.

─Por supuesto. –Mintió en un tono que casi él mismo se creyó. Bien, podría intentarlo. Fingir lo suficientemente bien para convencerse solo. Por el bien de Seokmin y Jeonghan, que habían perdido mucho del brillo en sus ojos al intentar salvarlo.

Si fue capaz de sobrellevar la muerte de su padre, podría lidiar con lo que fuera. Mientras miraba la lápida de su progenitor, el pequeño Mingyu de diez años creyó esas palabras. A pesar de no haber sido un modelo a seguir, su padre le enseñó algo muy valioso: a no dejarse romper por cualquier cosa. No quería ser alguien tan patético como Kim Jaehwan, aunque estuviese fallando en el intento.

Lo importante es que él seguía vivo, y podría soportarlo. Lo peor ya había pasado.

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Seokmin sacó las llaves de su habitación, mientras a su espalda Jeonghan y Jisoo sostenían a un Mingyu inconsciente. Luego de que el menor fingiera estar bien y decidiera ligarse a una rubia que lo miraba desde la barra, las cosas fueron en caída.

No les sorprendía tampoco. Cuando ya Mingyu no fue capaz de mantenerse de pie, Jeonghan llamó a Jisoo por ayuda y entre los cuatro volvieron a las residencias. En silencio, porque realmente no había nada que decir.

─Supongo que ya lo sabe. –La voz de Jisoo derramó sarcasmo, aunque el chico no parecía para nada entretenido. Jeonghan le lanzó una mirada de advertencia, por lo que el castaño se mordió el labio para evitar decir cualquier otra cosa.

Una vez que lograron entrar al apartamento, Seokmin se deshizo de los zapatos de Mingyu mientras los dos mayores evitaban que cayera al suelo, y se dirigieron dificultosamente hasta la habitación; donde lo lanzaron a su cama. Minghao, que estaba sentado en el escritorio que compartían, tomó el basurero y lo acercó al moreno. Era mejor prevenir que lamentar con Mingyu, ya lo habían aprendido por las malas.

Los cuatro se quedaron en silencio, observando al moreno removerse en su cama y murmurar frases sin sentido. Tomando en cuenta que no habían pasado ni cinco horas desde que supo la noticia, no se sentían particularmente emocionados por el futuro cercano.

─ ¿Tan mal tomó la noticia? –Ladeando la cabeza, Minghao frunció el ceño. Luego de que Seokmin rompiera en llanto esa misma tarde y le explicara entre hipidos sobre todo (sobre Mingyu), mucho del moreno tuvo sentido.

─Así de mal lo dejó Wonwoo. –Respondió Seokmin, ignorando las miradas de los mayores. –Es encantador, ¿no crees?

Minghao bufó y observó a su amigo inconsciente. Siempre supo que algo andaba mal en Mingyu, pero realmente jamás se imaginó que fuera tan frágil. El Mingyu que conocía estaba roto, pero lucía tan poderoso y confiado que no podía comprender cómo es que todo eso era una simple fachada. Sin embargo, la prueba estaba allí, frente a él. Mingyu se quebraba en silencio y él hasta ahora lograba comprender la profundidad de sus heridas.

Mil pedazos • MEANIE • |TERMINADA|Where stories live. Discover now