[COMPLETADA]
Desde hace casi un año la vida de Grace Thompson ha dado un completo giro tras enterarse que su hermano Ares se encontraba en la prisión de Regina Coeli. Él se había mudado a Italia porque había logrado una beca para estudiar Ingenierí...
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"Si miras durante largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti"
- Friedrich Nietzsche
Grace Thompson
Como llevaba haciendo todas las semanas desde hacía aproximadamente un año, fui a visitar a Ares a la prisión. Nadie de mi familia sabía que seguía manteniendo relación con mi hermano después de todo lo que había sucedido. Tampoco quería que se enterasen porque podrían alejarme de él.
Desde que nos llegó la noticia de que Ares había estado traficando con drogas, mis padres dijeron que nuestro apellido no era digno de su persona, así que le dieron de lado por completo.
Inmediatamente supe que no podía dejar a mi hermano enfrentarse a aquello solo, por lo que me esforcé mucho para conseguir una beca para estudiar en misma Universidad que él. Sólo que yo estudiaba Psicología.
Al principio la idea de marcharme a Italia no fue muy agradable para mis padres por el hecho de que Ares se encontraba aquí, pero les convencí de que todo estaría bien.
Esperé durante unos minutos en la misma mesa de siempre en aquella sala de visitas de la prisión. Una familiar voz interrumpió todos mis pensamientos.
- Parecer ser que no te has olvidado de que hoy es el aniversario de mi estancia en esta maravilla de hotel – aunque se encontrara allí metido, seguía manteniendo esa pizca de humor que tanto le caracterizaba.
- No entiendo cómo puedes mantener ese buen humor siempre – me levanté para poder abrazarlo. Me resultaba confortable y extraño sentir que tenía una figura familiar tan cerca y a la vez tan lejos.
- ¿Es mi sensación o has crecido medio milímetro más desde que te vi por última vez? – le pegué con mi puño en el hombro causando su risa.
- Quería felicitarte porque tan sólo te quedan cuatro años metido en este hotel que mencionas.
- Puede que por buena conduzca me reduzcan la condena, pero no es nada seguro. Ya se verá con el paso del tiempo.
- Entonces espero que no te metas en líos aquí dentro.
- Tranquila que aquí no puedo permitirme vender droga – rodé los ojos ante su comentario – Bueno, cuéntame qué tal te va en la universidad.
- Normal, como siempre – tomé sus manos que se encontraban encima de la mesa – Ares, probablemente me termines mandando a la mierda como siempre, pero me gustaría que algún día me contaras qué te llevo a hacer todo lo que hiciste.
- Maldita sea Grace. ¿Siempre que vengas vas a estar amargándome? Porque para eso es mejor que te quedes en casa.
- Creo que me lo merezco después de haber dejado todo atrás por ti. Pude haberte dado de lado como hicieron papá y mamá, pero aquí me tienes.
