[COMPLETADA]
Desde hace casi un año la vida de Grace Thompson ha dado un completo giro tras enterarse que su hermano Ares se encontraba en la prisión de Regina Coeli. Él se había mudado a Italia porque había logrado una beca para estudiar Ingenierí...
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"Vivir no es otra cosa que arder en preguntas"
- Antonin Artaud
Grace Thompson
Nuevamente Benjamin había aparecido con más golpes por todo su rostro. Siempre ignoraba el hecho de que pudiera estar metido en más problemas, pero esta vez era todo diferente. Su mirada no lucía como siempre. Pude ver temor en ella, aunque intentase ocultarlo. Quería poder ver más allá de eso, pero había algo en él que me impedía descifrarlo.
Me quedé observando desde el marco de la puerta del salón cómo se sentaba en el sofá para apoyar sus codos en las rodillas y tapar su rostro. Sabía que algo rondaba por su cabeza que le había mantenido inquieto los últimos días. Algo le estaba atormentando y mi curiosidad por saber qué le sucedía no me dejaba tranquila.
El sonido del portero hizo que saliera del trance en el que me encontraba sumergida y contesté para ver de quién se trataba porque no solíamos recibir muchas visitas.
- ¿Quién es?
- ¿Se encuentra mi hijo ahí? – pensé que se podrían haber confundido, pero caí en la cuenta de que se podría estar refiriendo a Benjamin.
- ¿Quién es su hijo?– esperé a que me respondiera, pero Benjamin se levantó de donde se encontraba para comenzar a hacerme señas para que no me fuese de la lengua.
- Se llama Benjamin. Le he visto meterse en este portal y me había parecido que llamaba a este piso para le abrieran.
En aquel momento un debate se formó en mi cabeza. Me planteé el hecho de delatarle porque podría ser la ocasión perfecta para deshacerme de él de una vez por todas, pero algo en mi interior me decía que esa no era la opción correcta. Si me mantenía callada significaría que él seguiría molestándome, pero gracias a ello podría averiguar cosas de él que habían estado rondando en mi mente toda la semana.
- Lo siento, pero aquí no vive nadie con ese nombre – colgué y regresé al salón bajo la atenta mirada de Benjamin.
- ¿Qué te ha dicho? –me preguntó inquieto - ¿Ha descubierto que estoy aquí?
- Ahora eres tú el que parece estar asustado – me burlé de él – Ha dicho que te ha visto meterte en el portal, así que es probable que no haya creído nada de lo que le he dicho.
- Me cago en la puta – se revolvió el pelo con nerviosismo – Él no puede enterarse de que me estoy quedando aquí.
- Es tu padre, así que no entiendo por qué te estás escondiendo de él porque eso me parece de cobardes.
- Nunca lo vas a entender.
- Si no me explicas una mierda de lo que sucede es imposible que lo entienda – se me estaba pegando su mal vocabulario.
