Capítulo 31.

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"Veneno

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"Veneno. Sustancia que actualmente predomina en el aire, el agua, la tierra y el alma"

- Eduardo Galeano

Ares Thompson

Dos años atrás.

Como cada sábado por la noche nos encontrábamos en Lanificio 159. Los estudiantes de las diferentes facultades de la Universidad de Sapienza solíamos salir por allí para divertirnos. El club estaba a reventar, pero logramos abrirnos paso entre la gente para encontrar un hueco en el que beber.

A medida que la noche pasaba, el lugar se iba llenando cada vez más. Yo me encontraba charlando animadamente con mi colega Trent cuando pasó por mi lado una cabellera pelirroja que me dejó sin aliento.

- No tienes nada que hacer con ella – me dijo Trent por encima de la música, yo le miré con una ceja alzada – está pillada.

No me importó lo que él dijera porque nunca había visto una belleza como la suya. Tenía un cuerpo diminuto en el que se podían apreciar sus ligeras curvas. Al encontrarse de perfil, pude observar un poco su rostro. Tenía una nariz respingona, unos labios carnosos teñidos de un color rosa, sus ojos eran enormes y verdes, destacando por sus largas pestañas. Pero no fue eso lo que llamó mi atención sino su largo cabello pelirrojo que caía en cascada por su espalda.

Pude percibir que empezó a buscar a alguien con la mirada hasta que sus ojos se posaron en mí. Todo mi vello se erizó por completo porque me había atrapado observándola, pero por más que lo intentara, no podía apartar mi mirada de ella.

Se fue acercando hasta donde me encontraba y se cruzó de brazos cuando estuvo a mi altura.

- ¿Vas a quedarte toda la noche mirándome o piensas presentarte? - era una mujer con carácter y eso me encantaba.

- Ares – estiré mi brazo para estrechar su mano, pero en lugar de eso ella se acercó hasta a mí para dejar un beso en mi mejilla.

- Soy Amanda.

Pasaron las semanas y nos hicimos inseparables. Yo estaba colado hasta las trancas de Amanda, pero sin embargo ella tenía pareja desde hacía medio año. Conocía a su novio Leandro y era un buen chaval, pero a mi parecer eran dos personas completamente opuestas. Él hacía prácticamente todo lo que Amanda le pedía.

Una noche apareció por mi departamento. No me sorprendió cuando la vi parada en el marco de la puerta porque lo hacía de forma habitual, pero cuando vi su rostro supe que algo no andaba bien.

- Necesito ser clara contigo Ares porque no aguanto estar ocultando esto más – y sin previo aviso me atrapó entre sus labios.

Al principio me quedé inerte porque era algo que llevaba tiempo soñando y había ocurrido sin que me lo esperase. Lentamente fui amoldando mis labios a los suyos y sentí como me transportaba al paraíso. Me dejé llevar por su sabor embriagador y ambos nos fuimos quitando la ropa hasta caer en el sofá del salón completamente desnudos.

BENJAMIN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora