Capítulo 16.

616 29 2
                                    

"Con el tiempo, es mejor una verdad dolorosa que una mentira útil"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Con el tiempo, es mejor una verdad dolorosa que una mentira útil"

- Thomas Mann

Grace Thompson

Un disparo ensordecedor se escuchó en la calle haciendo que mi mente viajara de inmediato hacia una persona. Todo a mi alrededor dejó de existir y me apresuré por el largo pasillo de la casa para salir fuera. Corrí por las escaleras hasta chocar con un cuerpo, un cálido cuerpo. En el momento en que nuestros ojos entraron en contacto supimos que ambos habíamos escuchado lo mismo. Una vez afuera, al final de la calle se encontraba un cuerpo tirado en el suelo y a Amanda observando la escena. ¿Qué hacía ella ahí justo en ese momento? A medida que nos acercamos, pudimos distinguir que se trataba del cuerpo de Mauro, el que hacía unos minutos nos había apuntado con su pistola.

- ¿Qué diablos ha pasado? – Miré el cuerpo horrorizada. Tenía la pistola cerca de su mano y la cabeza ensangrentada.

- No lo sé, estaba llegando a casa cuando se ha disparado a él mismo en mis propias narices – Amanda estaba demasiado tranquila como para acabar de presenciar un suicidio – Tenemos que largarnos de aquí.

- ¿Por qué no llamamos a la policía? Tú no has hecho nada – El tono de la cara de Amanda palideció por completo tras mi propuesta y yo estaba temblando de ver el cuerpo tendido en el suelo – Alguien tiene que llevarse el cuerpo de aquí.

- Tu amiga tiene razón, será mejor que nos larguemos si no queremos meternos en problemas – Y ahí estaba el valiente, huyendo de la situación. Entendía su postura, él ya tenía que soportar que le acusaran de un asesinato que no cometió y esto le pondría más en el punto de mira, pero podíamos negar que él haya estado aquí.

- Vosotros podéis iros pero yo no lo haré – Si me interrogaban diría la verdad, que había escuchado un disparo desde casa y había bajado a comprobar qué era lo que había ocurrido.

- Grace venga, vámonos a casa y ninguna de las dos queremos seguir viendo esta escena – Amanda me agarró del brazo pero yo me escapé – Como quieras, pero yo me voy – Y dicho eso desapareció cuando entró en el portal.

- Tú también te puedes ir si quieres – me dirigí al castaño quien se encontraba mirándome seriamente. Mientras tanto saqué el móvil para marcar el número de la policía.

- Suelta eso ahora mismo – me quitó el móvil de la oreja - ¿No te has dado cuenta? – Negué sin saber a lo que se refería – Tu jodida amiga tenía una diminuta mancha de sangre en su blusa y eso solo quiere decir que estuvo cerca en el momento del disparo.

- ¿Ahora estás insinuando que también ha matado a este tipo? – Ya me había calentado demasiado la cabeza con sus acusaciones anteriores y ahora volvía otra vez al mismo tema.

- A veces pienso que tienes el cerebro de un mosquito – le intenté arrebatar mi móvil pero mis esfuerzos fueron en vano - ¿No has visto lo jodidamente relajada que estaba como para haber visto a un tío matarse? – Eso también lo había pensado yo pero mi amiga no tenía nada que ver. Estaba segura - ¿Y te has dado cuenta de lo nerviosa que se ha puesto cuando has dicho la palabra policía?

- Eres un imbécil – Tenía miedo de que llevase razón pero en ningún momento Amanda había mostrado señales de que fuera una asesina.

- Tú estudiando psicología y no sabiendo estudiar a las personas. Te guías por la buena cara que te dan cuando están contigo pero realmente no sabes si detrás de ti son otra persona. Larguémonos de aquí de una vez. Haz caso por una vez en tu puta vida.

- Yo me largo a mi casa y tú te largas a la tuya.

- ¿Y quieres quedarte sola junto a una persona que no estás segura de conocer?

- Te he dicho que la conozco – Mentía, porque sus palabras habían empezado asustarme.

- ¿Quieres saber algo? La noche que me la follé, me habló de ti.

- ¿Y qué te dijo?

- Te lo cuento si subimos juntos a tu casa.

- Así no vas a ganar nada, intentando comprarme – Lo único que quería es no tener que pasar la noche en lugar al que podía ir su padre y se estaba inventando toda esta historia.

- Como te encuentran aquí junto a un cadáver habiendo pasado bastante tiempo desde el disparo, vas a ser la principal sospechosa – Rodé los ojos y me dirigí a casa, seguida por sus pisadas.

Nada más entrar a casa, escuché el sonido de la ducha. Amanda nunca se duchaba cuando volvía de fiesta. Se metía con el maquillaje aún en su rostro directamente a la cama. Todos estos puntos daban credibilidad a la teoría de Benjamin, pero era imposible que fuera cierta.

- ¿Me vas a decir ya qué se supone que te dijo?

- Que eras una cría estúpida pensando que ibas a llegar a ser algo en la vida, cuando lo único que ibas a conseguir era estar sola siempre – Sus palabras dolieron pero no le creía, mi amiga nunca diría eso de mí.

- Deja de inventar tonterías. ¿Por qué debería creerte? Ni siquiera sé por qué te creí al confesarme que tú no mataste a tu hermano.

- Da igual la razón, simplemente me crees. ¿Y quieres saber algo? Te odiaba por completo, eras irritable pero aún así le dije a tu querida amiga Amanda, que se equivocaba. Eres la persona más inteligente que he conocido y si de algo estoy seguro es de que lograrás todo lo que te propongas, porque así eres tú Grace Thompson, curiosa y luchadora.

-¿Cómo sé que no estás cambiando los roles? – Me miró confuso – Que en esta historia tú fueses realmente Amanda y ella fuera tú.

- Podría serlo, pero ¿qué necesidad tengo de mentirte?

- Porque quieres buscar un asesino que no seas tú.

- Deja de hablar de Leandro.

- ¿Ves? A ti te hablan de algo que no quieres escuchar y nos tenemos que callar pero tú sueltas estupideces por la boca y te tenemos que dar la razón.

- No te estoy pidiendo que me des la razón, solo que abras los putos ojos. Ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos.

Las sirenas de la policía se empezaron a escuchar cada vez más cerca, habían descubierto el cuerpo sin vida de la única persona que podría tener información de la muerte de Leandro Blair.


BENJAMIN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora