Capítulo 23.

438 17 0
                                    

"Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos"

- Julio Cortázar

Grace Thompson

Algunas de las asignaturas de ese semestre requerían una parte práctica que debía llevarse a cabo fuera del horario de clases, así que normalmente me tenía que quedar alguna tarde metida en la Universidad.

Salí apresuradamente de la facultad cuando terminamos la clase práctica. Por suerte todavía no había anochecido y podría regresar a casa más tranquila, pero me encontré con una imagen que no esperaba en absoluto. Benjamin se encontraba en la calle apoyado en su moto.

- ¿Qué haces aquí? – me quedé observando su gorro de lana, resultándome extraño que los mechones de su flequillo no sobre salieran de él.

- Tenía que hablar contigo sobre algo que he pensado acerca de Amanda, pero prefiero que vayamos a otro lugar porque aquí hay demasiada gente.

- Está bien, pero antes dime si te has hecho algo en la cabeza.

- Compruébalo tú misma – quité su gorro de lana llevándome una gran sorpresa al encontrarme con su cabello casi rapado y rosa - ¿Te mola?

- ¡Me gustaba tu pelo de siempre! Pero te queda bien – no mentía al decir que su cabello al natural era una de mis cosas favoritas de él. Acariciar sus mechones podría ser uno de los pasatiempos que más me gustaban.

- No te emociones tanto por mi cambio – dijo con ironía.

- Pensaba que amabas tu cabello porque te recuerdo el numerito que montaste en el hospital porque no querías que te lo cortaran para darte los puntos.

– Estaba cansado de la monotonía, así que decidí hacerme algo diferente – le coloqué de nuevo el gorro en la cabeza para evitar que pudiera pasar frío - ¿Nos vamos?

Él se subió a la moto, pero a mí no me dio tiempo hacerlo porque un coche de policía se puso justo delante de ésta dejándonos confundidos. De inmediato se bajaron dos policías con mucha serenidad y sacaron unas esposas.

- Queda usted detenido por una agresión en la vía pública – bajaron a Benji de la moto con tal brusquedad que cayó al suelo.

- ¡Él no ha hecho nada! – intenté detenerles, pero me fue imposible porque acabaron poniéndole las esposas - ¡No podéis llevárosle!

- Grace, estaré bien. Vuelve a casa – el tono frío de Benjamin me enmudeció, pero no tenía pensado dejarle solo.

Vi cómo le montaban en la parte trasera del coche para desaparecer por la calle dejándome escuchar únicamente el sonido de las sirenas en la lejanía. Tan rápido como mis manos temblorosas me permitieron, solicité un taxi en una aplicación de mi móvil. En cuestión de minutos apareció, por lo que me subí y le pedí que me llevara a la comisaría de la ciudad lo más rápido posible.

BENJAMIN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora