Capítulo 6.

740 33 6
                                    

"A partir de cierto punto no hay retorno

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"A partir de cierto punto no hay retorno. Ese es el punto que hay que alcanzar"

- Franz Kafka

Grace Thompson

El miedo es uno de los sentimientos más complicados de manejar porque cuando estás feliz, ríes y cuando estás triste, lloras. Pero cuando el miedo se apodera de ti, te va rompiendo lentamente. Así era como me sentía continuamente desde que él había aparecido en mi vida.

Estábamos a mitad de semana y no había vuelto a tener ningún encuentro con Benjamin. No sabía si tenía que agradecer aquello o preocuparme porque eso significaba que él podría aparecer en cualquier momento para volver a lastimarme.

Me encontraba de los nervios porque Caspar me había invitado a cenar y no sabía si estaba preparada para tener una cita de verdad. Aun así, me sentía emocionada por que nos fuéramos a conocer un poco más. No me gustaban las cosas que funcionaban rápidamente, prefería que a cada cosa se le dedicara su tiempo y de esa manera lo estaba intentando hacer con Caspar.

Me adentré en la ducha con los altavoces sonando de fondo. A veces me gustaba motivarme escuchando algo de música y Amanda no se encontraba en el apartamento para quejarse acerca de mis gustos musicales porque digamos que soy completamente lo opuesto a mi amiga.

Después de aquella ducha comencé a prepararme. Hacía mucho que no me arreglaba demasiado por lo que tardé bastante tiempo en hacerme un maquillaje que se saliera de mi normalidad. El cabello decidí dejarlo suelto y me limité a hacer algunas ondas en él, pero nada más.

En cuanto a la ropa, había optado por un top plateado de lentejuelas junto con una falda de tubo negra. Lo que no tenía todavía claro era si debía usar tacones o no porque los odiaba, pero Caspar era mucho más alto y me sentía como un pitufo a su lado.

Cuando terminé de arreglarme mi teléfono móvil sonó y pude ver en la pantalla el nombre de Caspar. De seguro ya venía de camino a recogerme.

- Grace por fin puedo contactar contigo– su voz estaba demasiado agitada, como si hubiera corrido una maratón.

- ¿Estás bien? Te noto extraño –Sabía que algo no iba bien, así que me estaba empezando a preocupar que se le notara tan nervioso.

- Yo si estoy bien, el problema es mi coche – rápidamente  mi mente viajó hacia un sujeto y maldecí porque todo era culpa mía – Alguien lo ha dejado completamente destrozado y he tenido que llamar a la grúa, así que no sé si voy a poder llegar a tiempo para la cena.

- No te preocupes Caspar, podemos vernos otro día. Lo más importante ahora es que soluciones el problema de tu auto.

- Gracias Grace, prometo compensarte. Nos vemos.

Ese capullo había cumplido su promesa. Sinceramente nunca creí que pudiera hacer daño a Caspar porque lo veía todo como simples amenazas, pero ahora temía de verdad por lo que pudiera hacerle a él o a Amanda. Si había empezado destrozando su coche, no pararía hasta que me viera sufrir de verdad.

BENJAMIN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora