Capítulo 22.

459 17 0
                                    

"Hablaba con complicidad, con cercanía, como si me conociera: si su alma y la mía llevaran esperándose desde el principio de los tiempos"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Hablaba con complicidad, con cercanía, como si me conociera: si su alma y la mía llevaran esperándose desde el principio de los tiempos"

- María Dueñas

Grace Thompson

Por la tarde Amanda había decidido salir a tomar unas cervezas con algunos chicos de su facultad e intentó convencerme para apuntarme al plan con ella, pero me negué porque tenía algo mucho más importante que hacer.

Envié un mensaje a Benjamin en cuanto mi amiga hubo salido por la puerta de casa. El castaño tocó al timbre a los pocos minutos, dejándome asombrada por su gran rapidez para venir. Sabía que todavía se encontraba molesto por el encuentro con sus padres en el cementerio, pero también sabía que ayudarme a investigar la habitación de Amanda podría hacerle sentir mejor porque nos estaría acercando a la tan ansiada verdad.

- ¿A qué velocidad has venido en la moto? – me eché a un lado para dejarle entrar – No me hace mucha gracia que conduzcas tan rápido y menos sin casco.

- Deja de quejarte porque me levantas dolor de cabeza – rodé los ojos – Estaba en la calle de al lado con la moto aparcada esperando tu mensaje.

- ¿Quieres una cerveza? – asintió y abrí el frigorífico para sacar dos latas – Por suerte, Amanda no vendrá ni para cenar, así que tenemos tiempo de examinar todo a fondo.

- La verdad es que me extraña que pueda esconder en su habitación alguna prueba que la involucre. Lo más lógico sería que se hubiera deshecho de ellas.

- Tienes razón, pero aún así tengo un positivo presentimiento – Benjamin se apoyó en la encimera de la cocina – Si ella no sospecha que esté en el punto de mira, ¿por qué iba a esconder demasiado las cosas?

- Pues su pasado bien que te le ha estado escondiendo – tenía razón, pero seguía pensando que encontraríamos algo – Vamos ya a esa dichosa habitación y terminemos con esto cuanto antes.

La habitación de Amanda estaba impecable. Como si hubiera colocado cada objeto en un espacio concreto por alguna razón. Ben empezó registrando los cajones de su escritorio con demasiada brusquedad.

- Si descolocas todo de esa forma, va a terminar sospechando. Ella es muy maniática con el tema del orden, así que no te olvides de colocar cada cosa en su sitio.

- ¿Eres experta en robos o qué? – tomé un cojín de la cama de Amanda y se lo lancé a la cara – Luego soy yo el que descoloca las cosas.

- Haz una foto de cómo está cada cajón para que recuerdes luego dónde poner cada cosa – le escuché bufar y reí para mis adentros.

- No me lo puedo creer – me giré rápidamente pensando que había encontrado alguna prueba – Espero que lo haya lavado.

- ¡Me has asustado Ben! – tomé uno de los juguetes sexuales de mi amiga y lo volví a meter en el cajón - ¿No has visto nunca uno o qué?

BENJAMIN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora