Capítulo Diez

164K 6.9K 520
                                    

HOLA A TODOS!!!

PERDONAD POR SUBIR TAN TARDE PERO ME HE QUEDADO SIN LUZ EN CASA, BUENO TODO MI EDIFICIO MÁS BIEN, Y NO HE PODIDO TERMINAR EL CAPÍTULO HASTA QUE NO HA VUELTO PORQUE LA BATERÍA DEL PORTÁTIL NO ESTABA CARGADA!!!

ESPERO QUE OS GUSTE EL CAPÍTULO Y COMO DIGO SIEMPRE

¡BESOTES ENORMES Y FELIZ AÑO NUEVO!

***

Suspiró profundamente sin apartar la mirada del paisaje que podía admirarse desde su ventana.

Se sorprendía de que todo siguiera su curso cuando ella sentía que su mundo se derrumbaba y no tenía control ninguno sobre su destino.

¿Cuántos días llevaba allí encerrada fingiendo estar indispuesta? ¿Tres? ¿Cuatro?.

Se encogió de hombros con indiferencia ya que realmente no le importaba lo más mínimo.

¿De verdad había rechazado una propuesta que podía salvarlas de la indigencia?.

Frunció el ceño al recordar que ella no lo había hecho, sino que Stanton se había encargado de ello sin importarle las consecuencias. Ese pensamiento la hizo revivir un poco y sintió como el enfado le hacía burbujear la sangre.

Ese miserable no solo había tomado decisiones que no le correspondían sino que se había atrevido a entrar en su casa, concretamente en su habitación, para decírselo con total y absoluto descaro.

Debía de haberlo echado a patadas de allí. Pero no. Se quedó como una boba sin hacer nada y cuando la besó....

Aún le temblaban las rodillas al recordarlo.

Se tocó los labios con la punta de los dedos rememorando aquel instante y lamentando el que claudicara tan fácilmente cada vez que él decidía tomarse esas libertades.

Todavía se sonrojaba al recordar la mañana siguiente.

Estaba en el jardín tratando de poner en orden los sentimientos contradictorios que Gabriel le producía cuando su madre se acercó a ella.

- Marion.- La llamó con urgencia.

En cuanto alzó el rostro para responderle se percató de lo agitada que estaba. Se levantó del banco donde había fingido estar leyendo y caminó para encontrarse con ella.

- ¿Qué ocurre, mamá?.-

- Hija, no vas a creer lo que me acaba de informar Morris.- Le dijo con el rostro crispado de preocupación.

Marion la animó a seguir con un gesto impaciente.

- Por lo visto esta mañana, muy temprano, ha visto a un hombre merodeando por el jardín.-

Estaba bastante alterada y los aspavientos que hacía con las manos no hacía más que confirmar su disgusto.

- ¿Un hombre?.- Marion notó como el color le abandonaba el rostro.-

Su madre la miró preocupada pensando que la había asustado.

- No te preocupes, querida. He dado la orden de que alguien vigile por la noche. No podemos permitir que piensen que pueden entrar aquí con facilidad. He mandado a hacer inventario de las cosas de valor.- Se sonrojó al recordar que ya poco quedaban de ellas.- Ya sabes, la cubertería de plata y poco más pero parece que está todo así que quizás el ladrón no tuvo tiempo de llevarse nada.

Marion solo pudo asentir. Agradeció al cielo, si es que éste había tenido algo que ver, en que fuera Morris el que había visto a Gabriel porque de sobra era sabido que el pobre hombre era corto de vista. No quería ni pensar que podría ocurrir si le hubiera dicho a su madre que Lord Stanton merodeaba por el jardín. ¿Y si lo había visto bajar por el árbol?. No, eso no era posible. A estas horas estaría reunido con su progenitora ultimando los detalles de su boda.

Saga Londres 2 " Rebelde Rendición "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora