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Cap: Desgracia total

Narra Kumiko

Todo listo, mochila, cuadernos, M&M's, una soda, chocolatinas, mi celular, pockys y.... ¿Que mas me falta? O si, las gomitas de ositos.

-Mama, ya me voy al instituto- dije desde la entrada.

-Vete con cuidado ¡¡KUMIKO!!- grito mi madre saliendo de la cocina.

-¿Que? -

-¡¿Como se te ocurre ir en pijama al instituto?!- preguntó gritando mirándome de arriba a abajo.

-Aaaah, ya me cambio.- dije volviendo a subir las escaleras.

-Niña despistada, ve rápido que llegaras tarde.-

*****

Que bonito esta el día, los pajaritos cantan, los niños juegan, y el sol comienza a calentar todo a tu alrededor... ¿calentar?... ¡LAS CHOCOLATINAS!

Comencé a correr, si seguía así de lento caminando las chocolatinas se derritieran y me quedaría en los huesos, sin nada que comer. Solo me quedarían los pockys, la soda y las gomitas de ositos. ¡¿Sol porque tuviste que salir?! ¡¿PORQUE?!

Estaba a punto de llegar, me quedaba solo unos metros; cuando sonó la campana. Estoy perdida, apure más el paso, nunca en mi vida había corrido tan rápido.

-¡Solo un poco más, resistan!- le gritaba a mis queridas chocolatinas. Aparte a todo aquel que se cruzaba enfrente de mi. - ¡FUERA DEL CAMINO! ¡ES DE VIDA O MUERTE!-

Llegue a tierra firme, me saque la mochila y la abrí lo mas rápido. Saqué mi bolsa de golosinas, no lo lograron, se derritieron.

- Hicieron todo lo posible...- La tristeza recorría mi cuerpo.- fueron excelentes soldados. Nunca olvidaré esta batalla amigos míos.- Tome las chocolatinas con cuidado y las deposite en un basurero. Hice un saludo militar y hice un minuto de silencio. - Descansen en paz soldados...-

Tome la mochila y me la volvi a colocar. Camine sin rumbo alguno por el instituto, todo el mundo me miraba raro, pero no me importaba. Estaba triste, necesitaba a alguien que me apoyara en este momento.

*****

Llegue hasta una persona que ha estado conmigo cuando necesito un empujón en mis momentos difíciles. Llegue hasta la y allí estaba, mi amiga, mi consolante, la que escucha mis penas.

-Señora Rosa- le hable detrás de la barra, ya que ella estaba preparando la comida. Si, es la cocinera.

-Kumiko, ¿Porque tienes esa carita de tristeza?- me pregunto preocupada.

-Los perdí, no lo logre.... no logré salvar las chocolatinas.-

- Pobre, ya es la tercera vez esta semana.... Pero espera- dijo y fue a la parte de atrás. Donde las personas que trabajan aquí en la cocina tienen casilleros. -Toma, te compre estos ayer, son un regalo- dijo entregándome una bolsa con chocolatinas.

- Usted es la mejor persona en este planeta. Gracias gracias gracias.- dije pasando por arriba de la barra y abrazándola.

-No hay de que. Ahora anda a clases, todavía no llegan los profesores. Ve-

- ¡Gracias! - grite saliendo de la cafetería.

*****

Ya estaba en el salón de clases, todavía no llegaba el profesor así que mejor comencé a sacar mi desayuno. Chocolatinas y gomitas de oso, el mejor desayuno en el mundo. ¿Por cual empiezo? Difícil decisión. Hmmm.... ¡LAS DOS JUNTAS! Escuche un poco de silencio, pero no me importo para nada, yo solo quería comer este delisio....

-Kumiko, no puedes comer en la clase. Así que guarda todo. - dijo entrando el profesor de matemáticas.

-Pero...- no me dejo terminar.

-Pero nada, guarda eso y saca tu libro y abrelo en la página 50.- Dijo mirándome enojado.

-¡ME PERSIGUE LA DESGRACIA!-

Una gordita con carácter (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora