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Suga POV:

Decidí embriagarme.

Los chicos sólo me miran como si estuviera loco, pero saben que tengo mis razones, sobre todo Seokjin.

Esto siempre ha sido complicado, ¿Saben? Tener una vida bajo el ojo público es bastante lindo a veces, pero también tiene un precio muy caro que a veces no estamos dispuestos a pagar.

Antes esto era más que emocionante para mí, un chico criado en casa, estudiando mucho junto a su hermano, teniendo una vida promedio, a veces pobre. Siempre quise ser lo que soy ahora, tener éxito y demostrarle a mis padres que el esfuerzo valió la pena. Siempre quise ser alguien más que Min Yoon Gi, el chico de Daegu con buenas calificaciones en música.

Y ahora estoy pagando el precio de la fama. Sí, hoy es una mierda vivir esto. Tener que ver como alguien más controla mi vida cuando siempre debí ser yo el que tomara las decisiones. Sí, claro, vivir con los chicos ha sido genial, tener muchos viajes y aventuras, algo en común en cuanto a nuestras canciones... Pero eso no se compara a lo que he hecho hoy.

He firmado mi sentencia de muerte pública. Porque sé que de alguna forma esto terminará pronto. No habrá más Suga ni Agust D. No quedará nada.

Intento dejarlo pasar con algunas botellas que he encontrado bajo las camas de los demás, porque no quiero levantarme de la cama ni mucho menos.

Supongo que he dormido como un bebé porque cuando despierto ya es de mañana. Me estiro, sin abrir los ojos, y dejo que mi cuerpo se relaje. Abro un ojo y luego el otro, intento enfocar la habitación, pero sólo me encuentro con seis rostros, mirándome como si estuviera enfermo o muerto.

- ¿Qué demonios?

- ¿Estás bien, hyung? - pregunta, Jungkook, mirándome con esos ojos de cachorro grande. Asiento, frotando mis ojos.

- Nos preocupaste mucho anoche. - la voz de Namjoon se escucha más fuerte por la mañana, pero nunca pensé que llegaría a molestarme tanto. - ¿En qué pensabas cuando te embriagaste?

Me encojo de hombros, pero creo que recuerdo la razón.

- No pensaba, lo siento. - me levanto de la cama, pero un mareo me ataca y decido volver a sentarme. Me quejo en silencio y todos me observan detenidamente. - ¿Qué?

- Hablaste con el CEO, ¿Verdad? - pregunta, Jin, y yo vuelvo a asentir. - Te lo dije.

- Por Dios, ya basta. - lo fulmino con la mirada. - Si hubiera querido recibir un sermón, los habría buscado. Es que de verdad, en estos momentos me duele todo.

- ¿Acaso te hemos hecho algo? - quiere saber Namjoon, mirando el suelo. - ¿Estás enojado con nosotros?

- Mucho. - digo, finalmente.

Jimin, Tae y Jungkook abren sus ojos en signo de sorpresa. Se miran entre ellos mientras Jin y Hoseok niegan con la cabeza.

- ¿Cómo piensan permitir eso? - señalo la copia del contrato sobre la mesa de noche. - ¿Por qué mierda quieren cambiarnos?

- Es sólo un contrato. - dice, Namjoon, restándole importancia.

- Sólo lo dices porque esa chica loca ya está a tus pies.

- No hables así, hyung. - sugiere, Hoseok, pero lo mando a callar con una mirada.

- ¿Qué más quieren hacer con nosotros? ¿Desde ahora también tendremos que pedirles permiso para limpiarnos el culo?

- Suga...

- Y una mierda. - a mi paso golpeo muchas botellas vacías. Los menores las recogen y las llevan hacia la cocina, pero poco me importa. Necesito una cerveza y agua, mucho agua.

| Lies → Suga - Min Yoon Gi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora