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El viento es lo único que puedo escuchar.

Eso y mis latidos desaforados que me golpean el pecho hasta hacerme reaccionar.

Todos me observan fijamente, incluyendo a Seokjin... Sobre todo él.

Maldita Suni, si pudiera hacerlo, juro que ya le habría roto esa linda sonrisa fingida que siempre lleva en la cara.

Espabilo y trago saliva, sintiendo cómo el rubio se acerca hasta quedar frente a mí.

"Vale todo y nadie puede decir absolutamente nada porque es parte del juego".

Debí saber que esa estúpida diría algo así. Es tan obvio que se muere por comerle la boca a Yoongi, y él sigue allí, aparentando que todo le importa una reverenda mierda.

Es que sólo debía decir que no, que no puede permitir esto, y ya. Yo habría aceptado también. Nos habríamos ido a casa y felices todos. Pero no.

"Por mí está bien", prefirió decir, encogiéndose de hombros, mirándome con esas pupilas negras pero muy brillantes, diciendo en su fuero interno que estoy muerta si intento algo.

Ahora estoy aquí, mirando fijamente a los ojos de Seokjin, que me mira con una seriedad muy fría, de esas que me traen escalofríos como las noches realmente frías.

Yeri nos observa a la distancia. Sus ojos rasgados se han abierto tanto que ahora parecen dos lunas llenas. Está nerviosa, y yo también. No podría juzgarla.

Este juego está muy mal. Es demasiado retorcido.

— ¿Qué esperan? — el rubio y yo miramos a Yoongi, que rueda los ojos. — Acabemos con esto de una vez.

Entonces Seokjin rasca su nuca y se acerca a mí, rozando peligrosamente sus labios gruesos y tan suaves contra los míos, plantando un efímero beso en mi boca.

Mis dedos dejan de moverse, mi mente ahora sólo alberga un pensamiento y es que este beso ha sido muy inocente, pero también bastante revelador. Entiendo, sus sentimientos siguen intactos, y los míos también, pero esto ha abierto muchas posibilidades, que no estoy segura poder conllevar.

El rubio se aleja y noto sus mejillas ruborizadas. Sus labios de un rojo carmesí se juntan y traga saliva. Está nervioso.

Nadie habla. Jimin sonríe, pero no quiere interrumpir el silencio incómodo que se ha formado de pronto. Suni también sonríe, pero no es una de las más inocentes, para nada. Ella sabía lo que hacía. ¿Cómo lo descubrió? Ni idea. Pero estoy segura de que hace esto porque está enterada de lo que sentía Seokjin por mí. 

Me alejo de él y vuelvo al lado de Yoongi, que mira hacia otro lado, esperando que alguien diga algo. Yeri es la primera en hablar.

- Verdad. - dice, con la voz afectada.

- Uhm... Está bien. - Suni se acomoda al lado de Jimin y asiente. - ¿Es verdad que le pediste a Jin ser su novia sólo por la ayuda financiera?

- No creo que sea de tu incumbencia, pero sí. - responde, el rubio, sentándose al lado de Yeri. Pronto rodea sus hombros con un brazo y la atrae a su cuerpo. - Por eso somos amigos. Ella necesitaba ayuda con la operación de su hermano menor, y yo accedí a ayudarla con todo lo que fuera necesario. No me arrepiento de nada, tú tampoco, ¿Verdad?

- S-sí. - murmura, ella, forzando una sonrisa.

- ¿Verdad o reto, Suni?

Yoongi, que ha estado distante desde hace ya un rato, me mira con una ceja enarcada. Lo ignoro.

| Lies → Suga - Min Yoon Gi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora