| Lies → Suga - Min Yoon Gi |

| | DRABBLE: NOMBRE | |

— ¿Te gusta Ernest?

Alice está recostada en el sofá del salón, y hojea un pequeño libro que nos regaló Namjoon hace algunas semanas.

— Su apellido será Min, no Hemingway.

Toda esa idea de mierda sobre el nombre de nuestro bebé surgió cuando Alice dijo, en una cena en casa de Minki, que aún no habíamos pensado en un nombre. Su amiga, la ruidosa, comenzó a gritar, a decir que era mi culpa, porque yo soy un dejado, que espera el último momento para hacer todo lo pertinente.

Alice lo tomó de la mejor forma, apretando mi pierna bajo la mesa, diciendo que no era necesario aún, porque ni siquiera estábamos seguros del sexo del bebé. Entonces fue cuando Minki terminó por escandalizarse.

Horas después, estábamos dentro de una boutique de maternidad, comprando algunas cosas, entre ellas ese bendito libro que ahora Alice no suelta.

— ¿Por qué te empeñas en avergonzar a nuestro hijo, eh? Ni siquiera ha nacido. — respondo, secando mis manos en el pantalón de pijama. Ella frunce el ceño y se mueve, levantando sus pies hasta apoyarlos sobre el cojín más cercano.

— Si tan seguro estás de que avergonzaré al bebé, ¿Por qué no buscas tú un nombre?

Sonrío.

— ¿Por qué eres tan cascarrabias? — me siento en el sofá, obligándola a que apoye su cabeza en mi regazo.

— ¡Mira quién habla! — chilla, cruzándose de brazos, sin soltar el libro.

— ¿Ves? Lo que dije. — ruedo los ojos y ella suelta un gruñido amenazante.

— Toma, idiota, escoge uno "creativo". — me golpea el pecho con el libro y se sienta, arreglando su cabello en una coleta. — De seguro piensas ponerle uno muy vergonzoso, y entonces me burlaré de ti.

— Yo no me he burlado de ti. — digo, de la manera más inocente posible. Su ceño fruncido vuelve a robarme una sonrisa y juro que quisiera poder acercarme y besarla hasta el cansancio. Pero no me lo permitiría, no cuando hace pucheros porque está enojada. — Sólo he dicho que quizá no estás en tus cabales para escoger el nombre del bebé.

— Como sea, Min Yoongi. — rueda los ojos y se apoya del brazo del sofá para ponerse de pie. Una vez ya parada, camina hacia la cocina, con mucho cansancio, y abre la puerta del congelador. — ¿Qué te parece si llamamos a tu padre y le damos la libertad de escoger el nombre de su nieto?

— No, gracias.

— Ah, es que contigo y tu hermano cometió un grave error. — bromea, intentando abrir una botella de agua.

Muerdo mi labio inferior para no reírme en su cara y me entretengo en el esfuerzo que hace para abrir la botella. La apoya sobre su barriga de casi seis meses, y vuelve a hacer el intento, perdiendo la paciencia poco después. Bufa, sopla hacia arriba para que los mechones rebeldes vuelen hacia su frente y vuelve a intentarlo.

— Yah — llama, desde el otro lado del salón. — Yoongi-ah...

— ¿Qué? — finjo estar demasiado ocupado leyendo el libro, pero la verdad es que no entiendo nada sobre nombres y significados según el signo zodiacal. Alice vuelve a bufar.

— Ayuda a tu esposa, anda — extiende la botella hacia mí, pero niego con la cabeza. — ¡Min Yoongi!

— Estoy ocupado buscando el nombre de nuestro hijo. — respondo, ganándome un insulto o dos en el proceso.

— La amabilidad te dura poco, idiota. — refunfuña, antes de caminar, como un pingüino, hacia las habitaciones.

Río en silencio y camino detrás de ella, siguiéndola por el pasillo, hasta que decide entrar a mi estudio. Deja la puerta entreabierta, así que me dispongo a seguirla. Observo cómo va por los alrededores del lugar, pasando los dedos sobre la mesa de controles, sobre mis figuras de acción, terminando en mi silla. Toma asiento en ella y da vueltas, fulminándome con la mirada cada vez que llega a mí.