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Mis ojos arden.

Minki ha entrado a mi habitación en diferentes tiempos durante toda la noche y siempre le he respondido lo mismo. Que estoy ocupada, viendo videos de Yoongi para una tarea. Ella sólo atina a decir que Seokjin es más lindo y sale, azotando la puerta.

Namjoon no ha dormido aquí por lo que mi amiga ruidosa ha estado todo el día de un humor de perros. Dae está en casa de Satoshi y no vendrá hasta el lunes, por lo que el ambiente es bastante tranquilo.

Sin embargo, no he podido dormir. ¿Por qué? Pues es fácil, porque he visto casi todos los videos de Yoongi que he podido encontrar en YouTube, incluso los imagina en los que las chicas ponen subtítulos falsos y simulan que el peliteñido amarguete es su novio. Él jamás haría algo así, lo conozco lo suficiente como para saber que él jamás llamaría "amor" o "nena" a alguna persona.

Aún con todo eso, esos son mis favoritos... Esos y en los que hace el ridículo.

He descubierto mucho de él, incluso el hecho de que no llora jamás. Ni siquiera cuando los demás chicos están derramando mocos por doquier.

Cuando el reloj marca las cinco de la mañana decido darle un respiro para poder dormir un poco antes de que Yoongi venga por mí. Me acomodo entre las sábanas y me quito los audífonos para poder descansar como se debe.

Esa mañana sueño con el chico de cabello gris. Sueño con sus bromas y sus movimientos graciosos mientras Seokjin le dice que es ridículo. Despierto luego de unas cuantas horas con una sonrisa en los labios. Eso ha sido de verdad gracioso.

Salgo de la cama directo a la cocina para tomar algo de café recién molido.  Minki está sentada en una de las sillas cerca de la encimera y, con los ojos cerrados, y sus sentidos entregados al líquido oscuro de su taza, me sonríe.

— Buenos días, cariño.

— ¿Ya te sientes mejor? — me estiro, levantando los brazos y bostezando como si fuera un hipopótamo con hambre. Ella asiente y le da un sorbo a su café. — Es Namjoon, ¿Cierto?

— Claro que no. — frunce el ceño nuevamente. Es algo que hace cuando está molesta. Enarco una ceja, esperando que me diga la verdad, y al final termina rindiéndose. — Bien, si es Namjoon... El muy maldito no ha contestado mis llamadas. ¿Sabes lo espantoso que es para una mujer rebajarse a tal nivel?

— Y todo por algo de sexo. — sonrío, ella niega con la cabeza, pasando ambas manos por sus hebras teñidas.

— Es que no entiendo, todo estaba tan bien hace unos días. — suspira, frustrada.

— Bueno, tranquila, ¿Sí? Posiblemente llame hoy. — guiño un ojo y veo sus ojos con un brillo diferente. — Juro que si no lo hace lo buscaré y lo traeré de las bolas.

La pelirroja salta de su asiento para llegar hasta mi lugar en pequeños saltitos.

— Pero no le hagas mucho daño. — ríe, besando mi mejilla. — Necesito esas bolas sanas y salvas.

Arrugo el puente de mi nariz en señal de desaprobación. Mucha información. Ignoro su felicidad repentina y me concentro en terminar el café revitalizante. Sé que este será un día muy prometedor y también sé que desde hoy Yoongi y yo seremos novios... Falsos.

Al cabo de una hora salgo de la bañera para vestirme con lo más cómodo que pueda encontrar. Lo primero que resalta a simple vista es un suéter azul plano, unos jeans ajustados y un beanie negro. Los tomo sin pensarlo mucho y me visto rápidamente. Mi teléfono comienza a vibrar en la mesa de noche así que corro hacia él con los jeans puestos a medias. Es un mensaje del amarguete.

| Lies → Suga - Min Yoon Gi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora