Capítulo 10: armas enemigas

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Me levanté y fui a la escuela y me percaté de que los soldados estaban revisando las muñecas y manos de haber quien era el que estaba huyendo de ellos, yo me preocupe porque aún se veía la quemadura así que saque de mi mochila una hoja con el ungüento que me coloqué para quitar la marca lo cual sirvió y me quito casi la marca pero me puse una pulsera para disimular la quemadura y al pasar por la puerta un soldado me toma de la muñeca y me levanto en eso llegó mi profesor y le dijo.

-¡Ey deja a mi!.

-¿Porqué? ¿Es el consentido?.

-No, es el primero en ser revisado ya que ayer no lo revise ¿puede bajarlo ya?.

-Te salvaste este vez.

Le di las gracias a el profesor y me fui al salón, hablé con Cristian y Gustavo en lo que llegaba el maestro, ya que el se quedó platicando abajo. Después de las clases fuimos a entrenar la rutina diaria y al terminar les conté lo de ayer.

-Ey chicos ¿vieron a los soldados en la entrada?.

-Que si los vimos- dice Cristian enfurecido. -Los bastardos me agarraron de la muñeca para ver si tenía algo o no sé qué.

-Si Alexis ¿por?.

-Bueno es que al que buscaban era a mi.

-¿Que hiciste?.

-No mucho sólo les quite un maldito látigo de luz.- lo digo aguantando las
Ganas de reír.

-¿Como les quitaste un arma que, supuestamente, sólo los de rango alto pueden usar?.

-Si Alexis que chingados hiciste.- dice Gustavo consternado.

-Oye relajante gus, ellos empezaron.

-Lex quedamos en no meternos con ellos hasta estar listos.

-Si, lo sé pero no pude evitar lo y aparte por eso iremos al centro el sábado para ponernos de acuerdo con lo de la resistencia.

Suspira y luego dice sin ánimos
-¿Enserio crees que aremos algo?

-No seas pesimista gus, yo confío en que lo aremos bien.

-Esa es la actitud cris, aparté llevamos entrenando mucho y un amigo sabe cuales son los puntos débiles de estas bastardos.

-Bueno más vale intentar.

-Si, así me gusta, con actitud.

-Y recuerda "vivir con miedo es morir en vida".

-Tienes razón, bueno aremos el intentó, por la libertad.

-Por la libertad y recuerden que mañana es el día lo más temprano posible.

-Si Lex, adiós.

-Adiós

Y nos despedimos para luego irnos del lugar.

Tome un camión ya que no quería que me vieran y luego pasará a peores. En eso suena mi teléfono.

-¿Alo?.

-Ey Lex, ¿donde estás?

-En el camión ¿Porque Juan?.

-Necesito que llegues a mi casa aquí ya está Alex.

-Bien voy para allá.

Al llegar a la casa de Juan me contaron algo.

-Oye no se que tan conveniente sea ir mañana al centro.

-¿Por qué?.

-Mira este vídeo.- me muestran un vídeo en el cual salen las calles del centro cerradas decido a un ataque ghoul en masa.

-No creo que debamos ir.

-Tiene razón Lex, es muy peligroso exponer nos así.

-Bueno les avisaré a ellos, pero debemos vernos en un lugar.

-Oye Lex yo se en dónde. Dice Alex emocionado.

-¿En dónde?.

-Mi papá heredó unos terrenos con unos hoteles abandonados podríamos ir hay.

-¿Cres que a tu padre no le moleste?

-No el me dijo ayer que eran míos, que lo tomará como regalo de cumpleaños para mis experimentos.

-Eso me parece perfecto.

-¿No te molesta a ti tenernos hay?.

-Claro que no ya son como de la familia, aparte podríamos tomarlo como cuartel secreto y ya no tendrías que guardar las armas Lex.

-Esta bien pero ¿sabes cómo llegar?.

-Claro podemos tomar un camión en la prepa.

-Me parece bien les avisó para vernos hay.

-Si.

-Bueno chicos vamos a mi casa para ir trasportando las cosas o por lo menos dejarlas listas para trasladarlas.

-¿Enserio Lex?.

-Si vamos, al fin y al cabo ya somos como familia.

-Bueno vamos.

Al llegar a casa hablé con Cristian y Gustavo, avisándoles el cambio de planes y que nos veríamos en la prepa también les envié el vídeo de porque el cambio, mientras Juan y Alex empacaban para trasladarnos.

-Ey Alexis ¿donde está el látigo?.

-A esta guardado ya que al acercarlo a los cristales estas brillan.

-Bueno esta bien y ¿los cristales?.

-A hablando de eso toma Lex.- y Juan arroja el cristal negro.

-Bien Juan no te preocupes Alex están guardados en mi bolsillo.

-Esta bien, ya está casi listo todo para llevárnoslo.

-Bien vamos a cenar algo porque mañana tenemos que estar allá temprano.

-Si Alexis.

Terminamos de empacar y nos pusimos a cenar algo, cuando termine prepare unas mochilas con agua y metí comida al refrigerador para mañana.

Al acostarnos yo tenía los cristales guardados en mi bolsillo junto a mis llaves.

Al dormir comencé a soñar, nuevamente estaba encima de un edificio pero en esta ocasión no con la misma ropa, sino que llevaba puesto una máscara de tela que cubría mi boca, una muy parecida a la que mis padres me dieron en mi cumpleaños de 17, también tenía una camisa algo extraña y una gabardina que al parecer llegaba hasta mis tobillos. Me paré y salte hacia otro edificio está vez nada me seguía me sentía libre como si nada me detuviera y de pronto salga algo hacia mi e intenta quitarme algo en eso veo que algo pequeño lo ataca y lo lance y luego en el suelo vi que tenía 6 cristales, 2 blancos, uno negros, uno rojo, uno dorado y uno algo extraño de color azúl oscuro y este último se movía algo por dentro, los recojo y salí de hay corriendo antes de soltar a otro edificio sale un guerrero dorado y me da un golpe en el abdomen sentí como mis costillas se quebraron y en eso desperté...

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Gracias por leer.

 The Four Horsemen Of DoomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora