Detalles

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6.

El pasillo se encontraba en silencio cuando la adolecente de cabellera castaña termino por acercarse, notando al Hokage y padre de familia acariciar con suavidad la cabeza de una hermosa mujer de cabellera larga azulada.

Asombrada aprecio el parecido sorprendente con su hermana mayor, y si no fuese porque su padre ya la había colocado al tanto de la situación hubiese perdido la cabeza al creer que su hermana rejuveneció.

El cuadro delante de sus preciados ojos aperlados la enterneció, observando como sus pequeño sobrinos se aferraban dormidos en el regazo de aquella muchacha que se encontraba sorprendida por una caricia que no se vio venir. Unos suaves pasos más y pudo oír el intercambio de palabras que el rubio le regalaba.

—No vuelvas a intentar saltar por la ventana, por favor

—Nunca más pensare en aquella opción

Luego de aquel pequeño detalle en el comentario de la muchacha, aquel rubio solo la vio con algo parecido a la incertidumbre al ver su manera tan abierta de referirse a la idea que tuvo de colocarle fin a su vida.

Y en un instante coloco todo en balanza, Él que maldecía su vida debido al abandono e infidelidad de su esposa, de forma inconsciente estuvo abandonando a sus pequeños para permitirse deprimirse por completo.

En cambio ella, aquella muchacha rota por ser ultrajada por la persona amada, que se encontraba sola en un mundo tan conocido pero distinto, tuvo la oportunidad de abrir sus alas y abandonarse a la nada. Pero la interrupción de aquellos seres sin alas fueron capaces de hacerla desear seguir adelante para reponerse.

Sin lugar a dudas ella era admirable, era una guerrera que a pesar de perderlo todo, había decidido seguir de pie para poder avanzar a lo que estuviera esperando.

Y viendo el bello cuadro de determinación en su mirada, de ternura por sus pequeños que descansaban en su regazo, supo que el debía hacer lo mismo.

—Gracias a ti Hina, intentare seguir tu ejemplo—vio el desconcierto en aquellos bellos ojos aperlados, que luego tuvieron un pequeño brillo de aceptación al comprender lo que pasaba-- será mejor que me los lleve, es necesario que tu descanses

—Si...pero... ¿podrías traerlos mañana?--no era que le agradara los niños, solía huir de aquellos tipos de misiones para no verse involucrada en niñerías, pero aquellos niños con su presencia le hacían sentir radiante, como si realmente su sol interno por vez primera brillase.

—Aceptamos—Sin embargo la sonrisa del Uzumaki fue lo suficiente para iluminarla durante todo lo que quedaba de tarde, acercándose a la ventana solo para verlos retirarse.

El rubio cargando a los dos pequeños, mientras a su lado se encontraba la versión de su pequeña hermana, que volteo a verla, agitando animadamente su mano en señal de despedida. No habían hablado mucho puesto que era preferible llevar a los pequeños a descansar pero algo le indicaba que tendría visitas permanentes de aquella castaña.

Aquella misma noche con una gran sonrisa, la nueva integrante de aquella villa se encontraba abrazando su almohada durmiendo apacible por unos momentos y sintiendo como el aroma de Ramen inundaba su habitación.

Naruto que había dejado a sus pequeños en casa Hyuga durmiendo, había vuelto para ser el último que la visitara, vigilando cada milímetro para comprobar que no hubiera objeto alguno que pudiera servir para que la chica quisiera suicidarse.

Y luego simplemente se quedó sentado en la silla al lado de la cama de la joven, no teniendo ganas de quedarse a dormir en su casa que aún tenía el aroma a jazmín de su esposa, y si se quedaba en su oficina Shikamaru era capaz de traer a Temari para que lo sacara de un solo abanicazo.

PerdónameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora