Perdóname

Ramen

Capitulo 13. Ramen

¿Quién la viese ahora? Si alguien le hubiera indicado que se haría cargo de mantener equilibrado a un líder de una aldea, y se entretendría con las aventuras de sus hijos, diría que estaban locos.

Pero ahora que se encontraba en la cocina de aquel lugar, se sentía verdaderamente extraña. Aun sus mejillas se sentían algo calientes debido a las palabras de aquel adulto las cuales recibieron una respuesta involuntaria de ella.

"si continuas, no podré evitar enamorarme de ti"

¿Ella fue capaz de decirle algo así a alguien? Ni siquiera a Menma le hablo alguna vez de aquella forma tan...tan delicada. Considerando también que nadie le había practicado de una manera tan... ¿Dulce?

—*¿Con que cara se supone que ahora lo vea?* —Chillo algo nerviosa intentando hundirse entre aquellas ollas y losa que ofreció a limpiar para poder preparar algo— *Aunque eso no es nada considerando los besos que le he robado*—Medito en silencio, suspirando al comprender que el pánico la hacía aprovecharse de muchas cosas. Y ciertamente una de esas cosas fue besarlo, aunque de otras formas no se le ocurría como calmarlo.

Aunque, ¿quién podía culparla? Por muy mayor que fuese él era realmente apuesto, su cabello dorado brillaba con intensidad. Su rostro maduro evidenciaba tantas cosas, tantas batallas, tantos sentimientos que se opacaban con la oscuridad de la traición. Pero aun así su sonrisa podía llegar a ser hermosa cuando hablaba de su familia.

— ¿Podre yo, una simple adolecente rota curarlo? —Nuevamente las palabras quedaron solo para ella, inundado su mente que intentaba hallar algo que pudiera considerar una respuesta—Mejor me apuro, en cualquier momento volverá Naruto...—moviendo su cabeza para despejar sus pensamientos, logrando atarse su largo cabello en una cola alta para ponerse a trabajar.

Naruto después de haber sido atendido por la muchacha, y con un poco de los ánimos renovados le indico que le iría a buscar a los pequeños, dejando a algunos clones preparar la sorpresa que ambos acordaron para los pequeños y que estos no sospecharan nada sobre lo sucedido en la noche. Y agradecía mucho que esos clones aún se mantuvieran con una polera encima.

Ni que tampoco se pasearan por la cocina para no perturbarla. Aunque, ahora lo que le perturbaba era nunca haber tomado esas clases de cocina que Hanabi le ofreció aquella vez, hace bastante tiempo atrás.

¿Qué se suponía que le podía preparar a una familia para el desayuno? Estaba claro que ella no era para nada una buena cocinera, y eso lamentablemente lo comprobó cuando no pudo hacer maravillas con lo poco y nada que había en la alacena.

—Debe haber algo por aquí, que pueda preparar...—Cuando tomo un paquete de cereal y leche, suspiro claramente frustrado al notar la fecha de vencimiento— Esto esta vencido hace meses—Lanzo ambos paquetes al basurero y de un momento a otro varios de los pocos alimentos que encontró se encontraban apilados en el tarro.

¿Cuánto tiempo se suponía que esa casa fue abandonada? Porque cada vez que miraba en cada rincón de aquella cocina notaba evidencias que había sido abandonada hace más meses en comparación al abandono de la esposa al hogar.

Entonces reparo en aquel detalle de Naruto, la urgencia de eliminar el colchón familiar y cualquier tipo de mueble, salvándose únicamente el cuarto de los niños. ¿Aquella otra mujer fue capaz de invitar a su amante incluso a la casa mientras ni su esposo ni los niños estuvieran?

—...Oh Naruto—Mascullo abrazándose así misma al recordar lo destrozado de aquellos hermosos ojos azulados, haciéndola sentir algo culpable... ¿Qué hubiera pasado si ella hubiese compartido un poco más con el cuándo fue a su mundo? Tal vez, si tan solo no lo hubiera confundido con Menma, ¿ella hubiera sido capaz de entablar una corta amistad con él? —Ni aunque el infierno se congelase—debía ser franca consigo misma, estuvo tan obsesionada con el pelinegro en ese tiempo, que aunque la oportunidad se hubiese dado ella no lo hubiera tomado, de todas maneras ¿Qué hubiera cambiado?