Amigas y Rivales

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Capitulo 18-1. Amigas y Rivales 

La risa grotesca que salía de aquellas bocas solo la fastidiaba aún más, debido a que tenían el poder de envolverla a esos recuerdos que ella no necesitaba en su vida.

—Pero que tenemos aquí, ¿Una pequeña gatita que juega a ser un tigre? —Como le fastidiaba que le dijesen "gatita" de solo oírlo se acordaba del subnormal mujeriego.

— ¿Es que no tienes nada más que mierda en la mente? De otro modo dirías algo mucho mejor que eso—Le escupió con rudeza al estúpido aquellas palabras, comprendiendo que las risas cesaron por su insolencia y junto con ello los tres tipos ahora enfocaban su atención en ella y no en la mujer semidesnuda que miraba con incredulidad a su salvadora.

—*¿Q-que esta...ella haciendo?* —conmocionada en ese instante debido a su perturbadora situación, para notar con más claridad que aquella muchacha le era familiar.

—Ya vas a ver puta, te voy a enseñar lo que es bueno—Bramo ante la burlesca muchacha que los dejo con la boca abierta al demostrar que era una ninja más disfrazada de civil. Y aunque era bastante buena, ellos eran unos sucios tramposos que no dudaban en golpear a sus víctimas cuando estas daban la espalda.

— ¡Cuidado! —Grito como pudo aquella mujer de rubios cabellos que cerró con fuerza sus ojos preocupada por el destino de su salvadora y de ella, ¿Acaso serian violadas en aquel lugar que vio nacer al dueño de su corazón?

Pero abrió los ojos con fuerza apenas uno de ellos fue lanzado con bastante violencia en contra de la pared hasta el punto de quebrarla. Y enfoco rápidamente a la adolecente, sus hermosas facciones eran ahora cubiertas por ciertas venas que aparecieron alrededor, ¿Acaso eso era una de las famosas líneas sucesoras de aquel lugar?

—Los tramposos como ustedes...¡me dan asco¡—Estaba furiosa por aquel ataque tan cobarde, y ciertamente no se veía como la clase de persona que los perdonara.

—*Ella...ella es sorpréndete*—Notando lo fuerte que era, pero pudo apreciar que aunque intentaba no aparentarlo, ciertamente parecía dolerle mantener activada aquella técnica.

—*M-mierda... ¿Por qué me duele tanto?* —Intentando mantenerse erguida, buscando cualquier momento o instante para acabar con esos tarados pero de pronto comenzó a notar que su visión se iba volviendo borrosa— *No, nada de eso... ¡yo no voy a retroceder!*

La calma se podía apreciar en aquella habitación, hace bastante tiempo que esas paredes cubiertas con una nueva capa de pintura no presenciaban una escena tan encantadora.

El pequeño niño rubio, abrazaba con bastante fuerza a su padre. Disfrutando de esos momentos que hace bastante tiempo no gozaba. Y su padre descansaba como hace mucho no lo hacía.

Todos parecían felices, pero de pronto los ojos del rubio se abrieron de golpe apenas su corazón comenzó a palpitar con bastante fuerza.

—Hina—Su murmullo quedo en silencio apenas noto a la compañía a su lado, que aunque no fuese la adolecente, era capaz de producirle la misma ternura que Hina— Boruto...—Sonriendo al verlo dormir como el pequeño niño revoltoso que era, aquel que solo deseaba la atención de su padre que vivía encerrado en la oficina por culpa del trabajo— Prometo que esta vez hare las cosas bien.

Su juramento quedo grabado en el inconsciente del pequeño niño, que solo despertó por los fuertes golpes que daban a la puerta.

—mmm... ¿viejo?

—Buenos días Boruto, y ¿las chicas? —Tomándolo en brazos con la idea de ir con él a abrir la puerta, seguramente era Shikamaru que ya lo venía a buscar.

PerdónameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora