Capitulo XII

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Estaba en mi habitación estudiando, pasaba mucho tiempo con Claudia, pero necesitaba estudiar sola, además estaba un poco triste por la proximidad de mi cumpleaños, aunque generalmente no me alegraba mucho la idea de celebrarlo, siempre estaba mi madre para confabularse con mis amigas y hacerme una fiesta sorpresa, así que la idea de no tenerlas a mi lado a ninguna de las tres me deprimía. En ese preciso instante sonó el móvil, que me había regalado mi padre aunque sabia que los odiaba, dijo que ahora no era un capricho, que me iba a una gran ciudad sola y que no podía estar incomunicada, era Estefany.

-Que alegría escucharte amiga, estaba pensando en ti- parecía que me hubiese escuchado.

-Angi, ¿que pasa el día 15 de noviembre? ¿No pensarías que nos ibas a olvidar de tu cumpleaños, si yo no estoy contigo, seguro que lo pasas comiendo chocolates y viendo una película o peor aun estudiando, ja ja ja.

-Que cosas dices, ¿ni que fueras a venir?

-Si, precisamente para eso te llamo, nos hemos puesto todos de acuerdo y ese fin de semana nos vamos para celebrarlo contigo, ¡no te libraras tan fácilmente¡

- ¡En serio todos¡ ¿ quienes ?

-Yo, mí querido David, Vanesa, Roberto y Sebastian.

- ¿Sebastian? -le pregunté sin poder disimular mi emoción

-Si, él fue uno de los promotores de esta idea, se muere por verte, no me dirás que ya tienes a otro y no me has contado.

-No, que va, pensé que él ya tendría a otra.

-Si tiene otra no ira muy en serio, porque tiene muchas ganas de verte, yo creo que todavía tiene esperanzas.

-Genial, pero aquí no pueden quedarse y ¿las clases?

-Tranquila hemos reservado en un hostal del centro y nos iremos en tren, el sábado a medio día estaremos todos allí, y nos regresamos el lunes a primera hora, por un día de clases no pasará nada, tú solo encargate de estar bella y de buscar un buen sitio para celebrar.

-Claro, invitaré a mi amiga Claudia y a su novio.

-Nos vemos el 14 amiga, un besito.

-Un beso para todos.

Estaba emocionada, vería a mis amigos, no me aguanté las ganas y llamé a Claudia para contárselo, enseguida empezó a planear a donde iríamos y que teníamos que ir a comprar un vestido nuevo para mi cumpleaños.

Esa noche no pude dejar de pensar en que diferente hubiese sido todo si Sebastian y yo fuéramos novios, o si en este tiempo hubiera conocido ya a mi príncipe azul, pero era casi imposible tropezar con él en una universidad donde había unos 90.000 alumnos y como si fuera poco el destino parecía estar en mi contra ya que, aunque pasaba mucho tiempo en casa de Claudia nunca había coincidido con Ales el mejor amigo de Miguel

Era una mañana muy fría, y muy especial, mis viejos amigos recorrerían unos cuantos kilómetros para celebrar conmigo, me sentía feliz y un poco nerviosa, había quedado con Claudia a las nueve de la mañana para ir de tiendas a comprarnos ropa nueva para la noche, su novio se había ofrecido para hacer una comida para mis amigos que llegaban a las dos de la tarde.

La mañana fue muy divertida Claudia era la compañera perfecta para ir de compras porque tenia un gusto exquisito, me hizo comprar un vestido de punto muy entallado al cuerpo en color rojo suave, era precioso sin mangas, cuello alto, y hasta la rodilla, me dijo que pusiera un poco de color en mi vida que ya estaba bien de colores oscuros, y por su puesto nada de zapatillas de tela, recordé que en mi armario tenia escondidas sin usar un par de botas negras de tacón alto que me había comprado mi madre y aun no me las había puesto, que según mi estilista profesional me quedarían perfectos, casi nunca usaba vestidos y menos entallados, pero ese día quería estar deslumbrante y le haría caso a Claudia en todo.

DESPUES DE MI MUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora