CAPITULO IXX

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Era víspera de noche vieja, había quedado con mis amigos de siempre, Vanessa, Roberto, Estefany, David y mi adorado Sebastian, a pesar de mi gran e irrevocable amor por Alessandro, mis sentimientos por Sebastian seguían siendo fuertes y confusos, sentía una gran atracción por él y un cariño muy especial; lo que me hacia muy difícil no contarle toda la verdad, a su modo él siempre me había comprendido y me conocía mejor que nadie, creo que en el fondo de su corazón siempre supo que yo era diferente a todos los demás, quizás si le contaba la verdad, él me entendería y no pensaría que estaba loca.

La noche fue muy divertida, yo había tomado algunas copas, a las que no estaba acostumbrada y le achaqué a eso mis temores, cuando estábamos cenando no podía dejar de mirar a todos lados porque sentía una fuerte presencia observándome y como desconocíamos  el paradero de Damian, sospechaba que  podría ser él, pero no le veía por ninguna parte, así que decidí no darle mucha importancia. Después de cenar Sebastian me llevó a casa y nos quedamos un par de horas hablando en su coche, era una noche muy fría, pero hermosa el paisaje era completamente blanco por la nevada del día, él me preguntó por mi novio y no pude aguantar mas  le conté casi toda la historia sobre mis sueños con Alessandro meses antes de conocerle, le recordé el día de la fiesta de graduación cuando creí ver un hombre detrás de Vanessa y Roberto, que ese hombre era él, Sebastian como siempre tan caballero me escuchó con atención sin juzgar ninguna de mis historias y cuando hube terminado, solo me dijo:

-Querida siempre supe que eras especial y que no podías ser de este siglo- me sonrió con su hermosa sonrisa.

-Gracia Sebastian, no sabes lo bien que me sienta poder ser sincera contigo, tú siempre tendrás un espacio en mi corazón-le abrace con cariño y mi corazón dio un vuelco sentí mariposas en mi estomago. Definitivamente sentía algo muy fuerte por Sebastian, pero él siempre seria el segundo.

-Si él es tu destino, si el amor que sienten es tan fuerte que ha superado la misma muerte, como puedo luchar contra eso, ésta lucha la tengo perdida desde el principio, pero recuerda que te quiero, Angi, siempre te querré, aunque tu corazón pertenezca a otro, yo nunca te abandonaré siempre tendras la mitad de mi corazón- me dijo mirándome dulcemente a los ojos.

Sorpresivamente me tomó entre sus brazos y me besó tierna y apasionadamente, para mi propia sorpresa le respondí el beso con la misma pasión, mi corazón y mi mente estaban totalmente confundidos aunque amaba a Alessandro lo que sentía por Sebastian era muy fuerte. Estar con Sebastian era tan simple, era tan sencillo estar con él, todo hubiera sido tan distinto si en mi destino no existiera Alessandro y me hubiera enamorado de Sebastian; pero ya nada de eso era posible mi vida estaba escrita y en cada una de sus paginas estaba Alessandro.

Lloré tristemente la rutura con Sebastian, aunque nunca comenzamos ninguna relación amorosa, contarle la verdad era romper todas sus esperanzas y cualquier posibilidad de acercarme a él de una forma distinta a la amistad, tenía el corazón en un puño el beso de Sebastián había despertado en mí un sentimiento, no podía comprender lo que sentía, pero estaba muy claro que algo muy poderoso nos unia. Al fin el cansancio y el sueño lograron vencerme hasta quedarme profundamente dormida.

Exactamente a las cinco de la madrugada, me desperté muy sobresaltada, había tenido una pesadilla, pero no podía recordarla solo susurraba el nombre de Sebastian, mi corazón estaba acongojado y mis ojos llenos de lagrimas, en ese momento lo supe, algo horrible había pasado, me puse el abrigo y cogí mi coche conduje como una loca hasta la casa de Sebastian, ni siquiera podía pensar con claridad, solo tenia que saber que él estaba bien, algo me decía que no era así. Ya en su casa mis peores temores se confirmaron al ver la ambulancia y la patrulla de policía, sus padres estaban al lado de la ambulancia, su madre lloraba descorazonada abrazada a su esposo, baje corriendo, no podía ni sentir el frió en mis pies descalzos en la nieve, su madre al verme se echo a mis brazos, preguntando ¿por qué?  ¿por qué? En ese instante mi mundo se derrumbó y el dolor de mi corazón era tan grande que todo se hizo dolor, mi Sebastian, mi mejor amigo, el segundo hombre a quien mas amaba en esta vida, había muerto; ¡se ha lanzado del tejado¡ me gritaba su desconsolada madre, no podía creer lo que oía y la solté de un empujón y tuve que mirar en la ambulancia, allí estaba él, ¡¡¡muerto¡¡¡ solo unas horas antes, me había prometido que nunca me abandonaría, me arrojé sobre su cuerpo inmóvil totalmente fuera de mi; es lo ultimo que recuerdo antes de despertar en una cama de hospital con mis padres a los lados.

DESPUES DE MI MUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora