Había transcurrido más de una semana desde mi cumpleaños, y había sido terrible, me sentía agotada, aterrorizada y muy preocupada, me había despertado cada noche desde el día después de mi cumpleaños sobresaltada, con un pánico aterrador en cada célula de mi cuerpo, con una desesperación inexplicable, totalmente sudada, con las manos temblorosas por las pesadillas, sabia que eran pesadillas por el susto en el cuerpo, pero no podía recordar lo que soñaba, sólo tenia la sensación de que algo muy malo me ocurría en esos sueños y lo peor es que sentía como una presencia malévola, alguien me observaba por las noches, estaba completamente segura de eso, no estaba sola en el momento de despertarme aunque no podía ver a nadie, lo sabia, sabia que alguien me acompañaba.
Le conté todo esto a mí querida Claudia la mañana del jueves 26 de noviembre, porque mis fuerzas ya habían mermado completamente y no podía asistir a clase, Claudia estaba muy preocupada por mí y me recordó sobresaltada lo que me había dicho el día de mi cumpleaños sobre Gabriella:
-amiga, ya te dije ¡vete de esa casa, pronto¡, presiento que Gabriella tiene mas poder del que pensamos y es capaz de cualquier cosa, además no sabemos si ella sabe quien eres, si ella también recuerda su otra vida.
-Si, sé que tienes razón, pero no tengo a donde irme y no puedo pedirle dinero a mis padres para alquilar otro apartamento, tengo que quedarme aquí hasta que tenga un poco de dinero ahorrado.
-Mañana, te puedes quedar en mi sofá, es más, quedate todo el fin de semana para que puedas descansar. Además te tengo una muy buena noticia, que te va alegrar el día.
-¿Que? Cuenta.
-Me dijo Miguel que Ales no paraba de preguntar sobre ti y que al final ayer por la tarde no se aguantó más y le dijo que necesitaba verte otra vez que no sabe porque no ha podido dejar de pensar en ti desde que te conoció.
-No puedo creerlo, ¿en serio quiere verme?
-No, no quiere verte, ¡necesita verte¡
-Pues dile a Miguel que mañana estaré en tu casa que puede verme allí, yo también necesito verle.
-Bueno amiga descansa, por favor y cuidate mucho, ¿la bruja no está?.
-No, imagino que se fue a clases- le contesté aliviada de saber que no estaba aquí.
-Gracias a Dios, nos vemos mañana amiga mía- se despidió con mucho cariño, pero su voz denotaba preocupación.
Quería seguir en la cama para intentar dormir un poco porque estaba exhausta, pero el rugir de mi estomago me recordó que no comía nada desde la mañana del día anterior, así que no tuve mas remedio que levantarme para ir a la cocina a comer algo antes de volverme a dormir, así que me calenté un vaso de leche y me hice un par de huevos fritos con pan tostado, café, queso y unas lonchas de jamón, me moría de hambre, cuando estaba lavando los platos sentí una mano en mi hombro y salté del susto, no había escuchado ningún ruido desde que salió Gabriella, ni la puerta, ni pasos, ni nada, ¿quien podía estar detrás de mi? Sentí como se erizaba cada vello de mi cuerpo, y un extraño escalofrío, se me helaba la sangre, era como si la mano que se había posado en mi hombro fuera la del mismísimo demonio, cogí valor y me encomendé a mi Dios, volteé y allí estaba él con esos ojos tan fríos y con esa mirada tan inescrutable, era sin duda una mirada sin alma.
-Hola, querida, ¿cómo estás? - me sonrió con malicia.
-Hola, Damian, no sabía que estabas aquí-le pregunté aterrada, si su hermana me intimidaba, él me aterraba.
-Siento haberte asustado, es que mi hermana me pidió que le trajera algo, pensé que no había nadie, ¿te encuentras bien, que no has ido a clase? - me preguntó con verdadera curiosidad.
![](https://img.wattpad.com/cover/47883135-288-k491684.jpg)
ESTÁS LEYENDO
DESPUES DE MI MUERTE
RomanceAngela es una chica tímida más bien rarita, que a sus dieciocho años no se ha enamorado. Aunque ha comenzado a sentir una fuerte atracción por su mejor amigo Sebastián, pero los extraños sueños y alucinaciones con un guapísimo desconocido le impiden...