BROOKE
Decidí que también invitaría a Joe. Con todo lo que había pasado, solo tuvimos unas cortas llamadas telefónicas con promesas de juntarnos a tomar un café algún día. Entusiasmado, aceptó y le comenté que Daphne planeaba que nos juntáramos en la casa de Ashton puesto que organizaba una fiesta. Luego de arreglar vernos allá, Daph me arrastró de nuevo a la habitación para ver que ponernos.
-Realmente Daph, te ves bien con cualquier cosa.-Le dije mientras me mostraba tres vestidos diferentes.
-No estás siendo de mucha ayuda, Brooke. Vamos, ¿qué tal este para ti? Pruébatelo. –Me tendió un vestido rojo que dudaba entrara en mi cuerpo. Negué con la cabeza y me lo tiró aterrizando en la cabeza.
A cada hora el entusiasmo de su amiga iba en aumento, no como el suyo. Daph había elegido una pollera negra justa a su cuerpo, y una blusa blanca suelta, mientras yo me negaba a seguir en este martirio. Si fuera por mi, iría con lo que tenía puesto pero sabía que eso no iba a pasar. Al final, terminé enfundada en un vestido negro, que claramente no era de mi talla.
-Daphne, siento que estoy desnuda con esto.-Traté de baja la falda del vestido sin éxito.
-¡Estas espectacular, Brooke! ¡Mira tus curvas! –Abriendo la puerta, gritó llamando a su hermano.
-¿Qué estas haciendo?-Dije cubriendo mi cuerpo con mis brazos, en lo que entraba Alexander.
-Necesitamos la opinión de un hombre, asi que, Alex, ¿cómo crees que está Brooke?
ALEXANDER
Iba a matar a Daphne. Brooke estaba parada frente a su espejo, con los brazos cruzados sobre su pecho, solo que no sabía que aquello hacia que resaltaran más. Iba vestido con un vestido negro que debería ser ilegal, y que quería arrancárselo para prenderlo fuego y que no pueda volver a usarlo.
-¿A dónde van? –Pregunté desviando mi mirada de sus piernas.
-Tenemos una fiesta en la casa de Ashton, puede venir si quieres.-Respondió Daph acercándose a Brooke, haciendo que se para derecha.- Ahora, responde mi pregunta. Es de vida o muerte, Joe también irá y queremos que Brooke esté impresionante.
Juro que el gruñido que hice fue involuntario pero ambas chicas lograron oírlo. Daphne, que estaba detrás de Brooke, me sonrió. Ella no sabía que su amiga era mi mate, trataba de ocultárselo porque sería insoportable si se enterara, pero si mi lobo seguía haciendo cosas como aquellas, la propia Brooke se enteraría.
-Creo que está...bien.-Contesté, volviendo a mirar hacia otro lado, al igual que Brooke.
-Se está comportando como dos adolescentes, por Dios.-Daph pasó a maquillarse mientras nosotros nos quedamos en silencio.
-Daph...realmente me siento incómoda con esto.-Dijo Brooke dándose vuelta, dejando ver su trasero.-Ni siquiera puedo llamarlo vestido.-Intentó acomodárselo, pero el vestido volvió a su lugar enseguida. Maldición, me encontraba en un dilema entre querer que Brooke se dejara aquella tela puesta, o ponerle una bolsa por encima.
-Daphne, déjala. La niña no está acostumbrada a estas cosas. También iré a la fiesta, por cierto-Dije restándole importancia saliendo de la habitación.
BROOKE
¿Me acaba de llamar niña? El imbécil no sabe de qué está hablando. Luego del portazo, le pedí a Daph que hiciera lo que me había negado rotundamente: maquillarme.
Luego de una hora, ambas estábamos listas para salir. No sin antes, ir al baño y mirarme unos minutos al espejo. Podía hacer esto, me repetí, sólo salir y ser normal. Daph y Alexander pueden hacerlo, entonces yo también.
Decidida, bajé la escalera donde los hermanos me esperaban, quienes ya estaban discutiendo. Ambos quedaron en silencio, y la mirada de Alexander sobre mis desnudas piernas no pasó desapercibida. Sin decir nada, tomó las llaves del auto y esperó que vayamos tras él. Daphne me dio una señal de aprobación.
Una vez que llegamos, luego de unos 10 minutos en total silencio, divisé a Joe esperando cerca de la puerta. Habíamos quedado que nos veríamos allí, puesto que no tenía celular todavía y no podríamos comunicarnos.
-Estas hermosa.-Dijo dándome un beso en la mejilla, sonrojándome más de lo debido. Luego saludó a Alexander, teniéndole la mano pero este lo ignoró y entró a la casa. Daph ya había desaparecido.- ¿Quieres algo de tomar?-Preguntó guiándome dentro con una mano en mi espalda.
La casa estaba llena de gente, algunos ya borrachos. Mientras nos preparábamos, le había dicho a Daph que nunca había tomado alcohol, pero me tranquilizó diciendo que no lo tenía que hacer si no quería o que si lo hacía, nuestra tolerancia era mayor a la humana.
Así que ahí estaba yo, luego de mi cuarto vaso de vodka, bailando con Joe de las formas más estúpidas. Realmente me estaba divirtiendo, cuando Daph apareció y enganchó su brazo con el mío y me arrastró a la cocina. Tomó una botella de vidrio con contenido amarillento y sirvió en dos vasos pequeños.
-¡Tequila!-Gritó riendo. No sabía que significaba aquello, pero apuró su vaso hacia su boca y lo tomó de un trago, esperando que hiciera lo mismo. Aquel líquido era más fuerte que el vodka y quemó mi garganta, haciendo que tosa. Sin embargo, volvió a llenar los vasos y lo repetimos dos veces más hasta que apareció Alexander en la cocina con una rubia colgada a su cuello. Asqueroso.
-¡Mira al señor amargado!-Grité más de la cuenta a Daph y ambas comenzamos a reírnos. Él simplemente nos ignoró, pasando a mi lado, rozando mi brazo. Una descarga eléctrica sacudió mi cuerpo cuando nuestras miradas se cruzaron.
-Brooke, aquí estabas.-La conexión se rompió cuando Joe me abrazo por mi cintura, haciendo un leve gruñido llegara a mis oídos.-¿Vamos a bailar?-Tomando mi mano, me arrastró hacia donde todos estaban gritando y bailando.
Miré hacia atrás, pero él ya no estaba. Lo que vi fue a Daphne y Ashton besándose contra una pared, lo que me causó más gracia de la debida y comencé reírme como desquiciada.
-Brooke, ¿estás bien? ¿Necesitas ir a tomar aire? –Preguntó Joe preocupado, aunque él mismo estaba ya bastante borracho. Sus ojos claros, en aquel momento, me parecieron el cielo que quería alcanzar con mis manos. Así que lo hice, y sonrió cuando mis manos estuvieron en sus mejillas. Iba a dar mi primer beso, y no lo iba a recordar, aquel pensamiento hizo que volviera reírme, alejándome de su cara.
Seguimos bailando, como si nada hubiese pasado. Joe desapareció para ir al baño, y tomé la oportunidad para ir a tomar aire fresco. Estaba totalmente acalorada. El patio trasero también estaba lleno de personas, pero más relajados. Seguían tomando y fumando a pesar de que ya eran las 5 de la mañana. Lo que llamó mi atención, fue como ahora Alexander estaba con una morena, mientras esta besaba su cuello. Por supuesto, él tuvo que verme observando aquella escena que hacían, lanzándome una sonrisa para luego besar con fuerza a la chica. Sus manos recorrieron su cuerpo, llegando a trasero de ella.
No podía seguir mirando aquella...así que esta vez, decidida, entré a la casa en busca de Joe. Él se encontraba mirando hacia todos lados, buscándome a mí y cuando por fin me vio dirigiéndome a él, sonrió. Joe era un tipo normal, que se preocupaba por mí y no iba besando chicas en mis narices. Tenía un torbellino de sensaciones diferentes, ¿por qué me molestaba que Alexander estuviera con otra chica? O peor aún, ¿Por qué me encontraba queriendo ser yo la que estuviera envuelta en sus brazos? Quería callar todas las preguntas y sin pesarlo dos veces, volví a tomar el rostro de Joe entre mis manos y estampé mi boca en la suya.
Nunca había besado a nadie, así que no sabía qué hacer y el pensamiento de que era una gran estúpida desapareció cuando Joe me tomó por la cintura, moviendo suavemente sus labios.
Cuando se separó, sólo me miró preocupado, disculpándose por haberme besado mientras estábamos en esas condiciones. Porque así era Joe, un tipo normal, que se preocupaba por mí, que no iba besando chicas en mis narices y se disculpaba cuando yo fui la que lo besó a él. Tomó mi mano haciéndome girar para seguir bailando cuando choqué contra un duro torso.
Los intensos ojos verdosos que me miraban no pronosticaban nada bueno para la noche.
ESTÁS LEYENDO
She wolf
WerewolfHace tres años la vida de Brooke cambió completamente. No solo perdió a su madre, si no que cada invierno se perdía a si misma encerrada en el cuerpo de una loba. Pertenecía a una manada, pero cuando era humana, sólo contaba con su padre y Mike, el...