Capítulo 18

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BROOKE

-¡Arde, Daphne! -Chillé, tirando de mi pierna. Estaba curando la herida que había hecho el lobo en mi pie con alcohol.

-¿Quiere que se te infeste? Creo que no.-Sujetó con fuerza mi pie, y hecho un poco más del químico. Mordí mi labio, intentando no gritar.-No seas una bebé. Ya está listo.

Dejó la botellita con el líquido sobre el escritorio, argumentando que más tarde me revisaría. Pero no era yo la que había salido más lastimada: cuando Alex entró y vi su cuello con sangre seca y su pantalón roto, mostrando una herida profunda, recordé como el lobo lo había atacado. Y como eso me hizo sentir: tanta rabia e ira, que alguien lo estuviera lastimando, que me acerqué al otro lobo incapaz de detenerme. Lo había sometido con facilidad, y me sorprendió enormemente. Mi único pensamiento era no permitir que el lobo le siguiera haciendo daño, pero suponía que esa situación sería la misma de ser cualquiera de los otros en lugar de Alex.

Era tarde cuando Daph me invitó a salir con ella y decidida a despejarme, acepté. Creo que ni ella se lo esperaba.

-Ya que salen, podrían pasar a hacer las compras.-Nos pidió perezosamente Tom desde el sofá. Ambos rodeamos los ojos, pero como nos daba las llaves del auto, no replicamos.

Fuimos escuchando música a todo volumen y cantando las canciones que nos sabíamos. Era muy divertido tener una persona como Daph en mi vida, y estaba eternamente agradecida por ello. Decidimos hacer las compras primero, antes de que cerrara el local.

Estábamos eligiendo diferentes tipos de pasta, cuando escucho la voz de Joe detrás de mí. Iba acompañado de dos hombres, y al prestar atención, vi la insignia que llevaban puesta en su pecho: A FAVOR DE LA CAZA. Le hice una seña a mi amiga con la cabeza, y ella arrugó su nariz en cuanto descubrió lo que le mostraba. Me acerqué a él en cuanto me vio, intento pasar desapercibido pero no se iba a escapar de mí.

-Hola, Joe.-Sonreí amablemente a los otros hombres, que respondieron con un asentimiento de cabeza.- ¿Podemos hablar?

-Ahora no puedo, Brooke.-Contestó, dándose la vuelta. Sostuve su brazo con más fuerza de la necesaria, impidiendo que se vaya. Él miró a los otros dos, y estos simplemente desaparecieron por el pasillo.-¿Qué quieres?

-¿Por qué me tratas así? Ya dije que lo lamentaba...

-No se trata de eso. Me besas y ¿luego te vas con otro? No te tenía de las fáciles, Brooke.-Dijo, dándose la vuelta para irse. Pero lo volví a detener, y estampé mi puño en su cara. Podía ver la sangre entre sus dedos mientras se sostenía la nariz, probablemente rota.

-Y yo no te tenía por un imbécil.-Arranqué su pin de su remera, y lo tiré al suelo.- Que sepas que esto no va a suceder.

Me alejé de allí, regresando junto a Daph quien se partía de la risa. Algunas personas se acercaron a Joe para ver que le había sucedido, pero nosotras ya íbamos empujando el carrito para irnos.

Luego de varios "¡Estuviste increíble!" de parte mi amiga y de dejar las compras en la maleta, nos dirigimos tomar un batido a un pequeño restaurant.

-Entonces, ¿Qué tal tú y Ashton? –Pregunté, revolviendo la pajilla dentro del vaso.

-Nada serio, solamente tenemos sexo.-Escupí lo que había tomado sobre la mesa, y ella rió con fuerza.-Vamos, ¿Qué creías, Brooke?

-No lo sé...es solo que siempre salen. Pensé que tal vez iba en serio.

-Por supuesto que no. ¿Y qué tal tú y mi hermano? -Me removí incómoda en mi asiento, no sabiendo si responder o no.

-Nos besamos...-Murmuré.-Dos veces.

-¡Oh por Dios! Voy a matarlo. No tienen idea cuanta tensión sexual desprenden ustedes. No entiendo a qué esperan para...

-¡DAPHNE! –Grité, haciendo que los pocos clientes que habían allí nos miraran. Me encorvé vergonzosa. Luego, ambas reímos.-Cambiemos el tema.

Hablamos de como era su vida antes de transformarse, y de cómo se llevaba excelente con su hermano. También me contó como soñaba con tener una familia propia, pero que ahora lo veía lejano. Por mi parte, nunca había pensado en aquello, en como nuestra condición cambiaba las cosas. Tenía algunas preguntas como ¿los bebés nacen como nosotros?, ¿podemos formar una familia con un humano? Pero Daph tampoco sabía las respuestas de aquello. Antes de que yo entrara a la manada, ella era la única mujer y más joven que todos, y le avergonzaba muchísimo tratar estos temas con hombres, aun siendo como ella es. Hicimos la promesa de ir a nuestro alfa juntas y averiguar sobre el tema.

-Sexualidad lobuna sería una buena materia, ¿no crees? –Dije en broma.

-Tal vez podríamos hacer una demostración.-Contestó una voz grave detrás de mí.

-Por favor, no delante de mi.-Dijo Daph, revisando su celular.

Alexander había tomado asiento a mi lado, y Daph le sonreía a su pantalla. Seguramente ella le había avisado que estábamos allí y fue caminando. Era una gran distancia pero para él, no es nada. Robó lo que quedaba de mi batido, pero no me molesté en protestar.

-¡No sabes lo que ha pasado hoy! Brooke le rompió la nariz a Joe.-Habló Daph, dejando su celular en le mesa.

-Daph...

-Básicamente le dijo puta, y ella va y le parte la cara.

-¿Qué? –Fue lo único que pregunta Alex, mirándome a mí. Sus ojos comienzan a desprender un leve brillo y comienzo a entrar en pánico.

-Ya no importa, me hice cargo.-Intento suavizar la conversación. Pero mi amiga ni el destino ayudan mucho, cuando suena la campanita y entra Joe con un grupo de amigos. Todos con pin de A FAVOR DE LA CAZA.

Joe me mira, en instintivamente toca su nariz, que está vendada. Sus amigos se ríen por lo bajo, y lo codean.

-Mira, Joe. Ahí está la putita que te golpeó.-Gritó uno.

-Seguramente luego te vuelva a llamar para que te acuestes con ella.-Dijo otro, señalándome.

Por el bien de todos, intenté controlarme ante sus comentarios. Sabía que si quisiera, podía contra todos ellos juntos. Pero la caldera que estaba al lado mío, no sabía que tanto auto control podía llegar a tener. Hizo un ademán de pararse, pero sostuve fuertemente su mano bajo la mesa, intentando mantenerlo sentado.

Entrelacé nuestros dedos, y acaricié su mano con mi pulgar, como me hacía él a mí.

-Déjalos, no me interesa.-Me atreví, y apoyé mi cabeza en su hombre. Daph nos miraba estupefacta desde su lado. Eso pareció calmar sus ánimos.-Deberíamos irnos, de todas formas.

Él asintió, taciturno, pero no soltó mi mano una vez que estuvimos fuera. Estoy segura que escuchó los comentarios que hicieron sobre mi trasero, pero aun así no los fue a matar. Literalmente. En un movimiento rápido, besé su mejilla suavemente y lo recibió, pero antes de que pudiera retirarme, atrapó mi rostro entre sus manos y conectó nuestros labios. No sabía si alguna vez iba a no sentirme de tal forma besándolo, como si fuera la primera vez. Algo mí decía que no.


ALEXANDER

Estaba haciendo todo mal, desobedeciendo una orden de mi alfa. Pero una vez que pruebas a Brooke, no puedes alejarte de ella. Su piel, su boca, bajo mi tacto...nadie puede sacarme eso.

Ella podía balancearme con un pequeño gesto, como cuando me impidió que fuera a partirle el cuello a aquellos imbéciles. Ahora, íbamos escuchando música a todo volumen, y el viento entraba fuertemente al auto, haciendo que sus cabellos quedaran por todos lados.

Pero fue la mirada que me dio, cuando volteó a verme en el asiento trasero, con una hermosa sonrisa en su rostro, que decidí que me afrontaría a las consecuencias de estar con ella. No podía esperar un momento más, y nadie podría hacerme cambiar de parecer. Un duelo en mi interior se debatía, y una nueva opción apareció en mi cabeza: ¿estaba dispuesto a luchar contra Mike para lograr el puesto de alfa?


She wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora