She Said: "my room, my rules"

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{ Amanda }

Lunes
Hice mil proyectos escritos en mi habitación cuando Harry llegó a molestar. Puso música de rock pesado en el estéreo, a todo volumen. Le grité que parara y él no hizo caso solo para irritarme. Los demás departamentos se quejaron en recepción y se armó una pelea cuando los encargados se metieron a reclamarnos, aunque yo no tuviese culpa. El chiste es que toda la noche nos las pasamos peleando entre todos y gracias a eso yo no terminé mi tarea.

Martes
Invité a Trevor, mi novio, a mirar una película en nuestra habitación. Compramos pizza, chatarra y nos quedamos acurrucados en la cama. Harry interrumpió a la mitad de la película y se excusó que tenía que dormir (aunque fuera las 8 de la noche) porque estaba "muy cansado". Nos obligó a quitar todo y nos echó de la habitación. Me peleé con él, pero el muy menso me ignoró. Estúpida.

Miércoles
Harry se enteró que Trevor y yo éramos novios, entonces su actitud conmigo se convirtió más fría. Se burló de nosotros, e incluso de mí en clases. Él ahora era el "líder" de la facultad, aunque es una tontería. Solamente porque tiene cara bonita todo el mundo le hace caso. Y yo, sólo era el blanco de sus burlas.

Jueves
Estaba estudiando para un examen en mi cuarto cuando él entró besándose con una morena. Ni siquiera le importó que yo estuviera ahí, pues empezó a tener "casi" sexo en el pequeño sofá que había ahí. Le llamé la atención a gritos y él empezó a pelear conmigo diciendo que también era su habitación. No terminó en nada bueno porque terminé yéndome. No lo soportaba, pues cada vez sus actitudes eran peores.

Viernes
Cuando creí que todo era paz, quise cocinarme algo para matar mi hambre. Había comprado alimentos para hacerme aquí en el depa cuando me di cuenta que no había nada en el refrigerador. Harry se había comido todo lo que yo había comprado para mí.

Estaba harta. Estresada. Enojada. Él se iba a enterar, éste fue mi departamento primero, así que me iba a conocer.

Hoy, Sábado: 

La alarma de mi celular sonó, la apagué y solté un bostezo. Me levanté de mi cama y mis pies tocaron algo, miré y vi el bóxer tirado del idiota de Harry. Hice una mueca de asco y lo pateé hasta dejarlos derrumbados en algún lugar fuera de mi vista. Miré arriba de la litera y vi que él estaba aún dormido. Volví mi vista a la habitación, era un completo desastre. Salí del departamento en pijamas, solamente para coger en recepción los materiales de limpieza. Entré nuevamente al mío y me metí directamente al cuarto, donde ahí prendí la aspiradora y empecé a limpiar el suelo. La máquina hizo un ruido horrible que ocasionó que Harry se levantara de golpe.

— ¿Qué mierda? — me miró aún con los ojos medio cerrados, su cabello estaba completamente despeinado, dándole un aspecto soñoliento — ¡Es Sábado, coño! ¿No puedes limpiar otro día? Quiero dormir.

— No, y no voy a limpiar sola, tú me ayudarás — le lancé una esponja, él la cogió al instante y volvió a lanzármela, cayendo justamente en mi cara — ¡Pendejo! ¡Vas a ayudarme! Todo el desastre lo haces tú.

— ¿Para qué? Ya estás tú limpiando — se dio la vuelta, quedando de espaldas.

— ¡No vas a dormir! — apunté la aspiradora hacia sus sabanas, la potencia de esa máquina obligó a tumbar su colcha, dejándolo sin ella — ¡Oh mi Dios!

Lo miré y estaba desnudo. Tenía una vista de su espalda y de sus nalgas descubiertas. Harry se volteó furioso y yo me di la media vuelta para no ver lo que tenía ahí abajo.

— Si querías verme desnudo me hubieras dicho y no tendrías que haberme apuntado con esa cosa — se burló, pero no era gracioso.

— ¡¿Por qué estás desnudo?! — medio grité, él rió a mis espaldas.

— Me gusta dormir así — ronroneó — ¿Te vienes?

— Qué gracioso — reí sarcásticamente — ¿Ya puedo darme la vuelta?

— Sí, ya me vestí.

Me di la vuelta y lo vi frente a mí, di un grito cuando lo vi aún desnudo. Empezó a carcajear mientras yo miraba su miembro. Quité mis ojos de ahí y golpeé su torso con mi puño. Él inesperadamente empezó a bailar en un intento "sexy" pero solamente logró desconcertarme. Se acercó a mí y yo lo aparté mientras apretaba mis ojos, cogí de nuevo la aspiradora y la prendí para apuntarle, él se separó y cogió sus bóxer que estaba tirado para ponérselo.

— Eres muy delicada con mi pene — hizo puchero — A él le agradas.

— Idiota — mascullé, apagando el aparato.

— ¿Qué? Mínimo puedes verme el mío, porque estoy seguro que el de tu novio está escondido tras esas lonjas que tiene — volvió a burlarse.

— No me hacen gracias tus putos chistes — empecé aspirar todo lo que estaba en el suelo — Respeta a mi novio, yo respeto a tus zorras.

— No, no lo haces — rió irónicamente.

— No importa, me da igual — le vi de reojo, él estaba tragando una bolsa de frituras que dejó ahí desde quien sabe cuándo — ¡Estás haciendo más porquería al cuarto con esas migajas! Mueve tu trasero y limpia la cocina o algo, yo que sé, limpia algo flojo.

— No, no creo — salió del cuarto, fui tras él furiosa y empecé a maldecirlo, obviamente él me estaba ignorando — ¡Cállate ya! Fastidias, ardilla.

— ¡No me interesa! Sólo quiero que limpies, por dios este lugar es un asco desde que llegaste. Yo siempre intento mantenerlo en orden y tú lo destruyes. Por favor, no te pido más que eso. ¿Podrías siquiera intentarlo? Es un asco tener que entrar aquí y ver tu ropa sucia por toda la sala y habitación. — le grité en la cara, él rodó los ojos.

— ¿Ya terminaste?

— ¡No! ¡Quiero orden en nuestra habitación! Quiero que respetes mis cosas así como yo respeto las tuyas. Simplemente no puedes hacer lo que tú quieras, aquí debería haber un orden tal y como dicen las reglas de los departamentos, joder — espeté, él caminó hasta la habitación y yo fui tras él de nuevo.

— ¿Ya terminaste?

— ¡Harry!

— Cierra la puta boca ya. ¿Qué quieres que haga? — dijo entre dientes mientras me miraba sin compasión.

— Reglas.

— ¿Bromeas, cierto? No le hago casi ni a mi madre — se burló.

— No me interesa. Es mi cuarto, yo haré lo que se diga — me crucé de brazos.

— ¿Y quién te crees tú? — se acercó a mí, intentando intimidarme pero no lo estaba logrando, bueno, no tanto.

— Llevo aquí un maldito año, así que prácticamente tengo más derecho — puse mi mano sobre su pecho y le di un ligero empuje — Me aseguraré de que haya orden. Que quede muy claro; mi cuarto, mis reglas.

{ Harry }

Solté una carcajada. Era ridículo, no haré lo que ella diga.

Aún en bóxer, salí del cuarto y el timbre sonó. Fui hacia allá con una sonrisa, de seguro era Georgina. Abrí la puerta y me encontré con mis padres. Sus miradas me inspeccionaron, mirándome en bóxer. Yo me quedé helado mirándolos. 

— ¡No más sexo, Harry! ¡Ya me harté! — me gritó, saliendo de la habitación — Oh...— oí a Amanda callarse de golpe.

Por impulso, cerré la puerta de golpe. Le había cerrado la puerta a mis padres en sus narices.  

My Room, My Rules | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora