{ Harry }
No mentí, ella no me creyó.
Tal ves esas son las consecuencias de mentir mucho, pero jamás pensé en darle explicaciones a Amanda. Al principio quería molestarla nada más, y las cosas siguieron así, pero de pronto ya no era solamente para fastidiarla, ahora era para estar con ella. Yo no podía ser romántico de la noche a la mañana ni tampoco podía demostrarle mis verdaderos sentimientos cuando nadie realmente los conocía. Por lo tanto, ahora soy solo un patán para ella.
Yo la traté así, pero jamás pensé en lo que podríamos llegar.
Quería mantener lo nuestro en secreto si las cosas se dieran, como digo, no puedo cambiar de un día para otro, esto requería tiempo y espero que ella pueda esperarme, aunque lo dudo. No soy alguien que demuestra su amor abiertamente, no soy sensible. Amanda lo es y no le puedo dar todo. Tengo entendido que soy muy coqueto con las chicas, pero hasta aquí queda las cosas. Me gusta llamar la atención, pero eso no significa que las quiera.
Y era cierto.
No follé con todas con las que estuve en la ciudad universitaria. Solamente fueron dos chicas. La primera fue la chica con la que me topé al llegar, ella (ni siquiera recuerdo su nombre) fue la primera estando aquí, y luego fueron algunas veces con Georgina. Nada más, las otras no pasaban de unos cuantos besos y acaricias. Obviamente no llegué siendo virgen aquí, yo lo había perdido allá en Londres cuando tenía 15. No me prohibí nada llegando a Kansas, solamente las cosas se dieron cuando yo quería, no cuando ellas quisieran.
— Para empeorar las cosas Trevor me miró a punto de llorar — gruñí, hablando conmigo mismo.
No lloré mas sí sentí mis ojos picar. Trevor me vio, pero salió huyendo al yo verlo. Y es que mierda, yo no lloro. No soy tan frágil.
Pero si la quería, tendría que demostrarlo.
Amanda me atrae, no estoy enamorado. Jamás lo he estado y no creo que sea el momento, pero la pequeña es el tipo de chica con la que yo podría enamorarme.
Tiene que esperarme. Tiene que escucharme de nuevo.
— Un ramo de rosas, por favor — le pedí, el señor me las tendió y yo le pagué para después marcharme al departamento.
No hago cosas cursis, pero si es la única manera en la que me crea, estaré feliz.
Cuando apenas iba a entrar, escuché voces. Me quedé parado ahí y después pegué mi oreja a la puerta.
— ¡Harry no merece a nadie! ¡Trata a las chicas como objetos y yo fácilmente estaba por ser una de ellas! Él es un idiota, Trevor. Tú y yo sabemos eso, él no merece la pena. — dijo ella, miré el ramo entre mis manos — Harry no se merece a nadie y nadie merece a Harry.
Arrugué mi frente, sintiéndome furioso por sus palabras. De alguna manera me habían herido, y odiaba ese sentimiento de sensibilidad. Sin hacer más, me fui del edificio. Saliendo, tiré el ramo a la basura.
ESTÁS LEYENDO
My Room, My Rules | Harry Styles
Fanfiction❝Que quede muy claro; mi cuarto, mis reglas.❞ Copyright © 2016 osnapitzanie