{ Harry }
Fue humillante.
Posiblemente me vi como alguien decepcionado, pero realmente lo estuve. Ver a Amanda ser feliz con Luke no me hacía bien. Y no, no es porque no quiera verla contenta, sino, que ahora el solitario era yo. Tantas veces me burlaba de Amanda, diciéndole que nadie se fijaría en ella; y ahora Luke, Trevor y yo estamos luchando por su atención. Aunque claro, Trevor es un idiota sin ya alguna posibilidad.
La chica me atrae. Lo que pareció fácil de obtener al principio, resultó difícil de conseguir. Amanda estaba a mis pies, y yo la pisoteé. Se levantó, buscando lo mejor para ella, y ahora yo estoy arrastrándome por su presencia. Y es que me acostumbré a su voz, a sus gritos, verla dormida en la parte de su litera, verla en clases, cachándola viéndome a escondidas; todo eso me acostumbré. Era fastidioso tenerla, pero cuando se fue, supe lo mucho que me hacía falta. Y es que joder, yo odio esa sensación de aferrarme algo, no me gusta sentirme atrapado por alguien, y ahora ya estoy envuelto.
Y es que nadie puede entender cómo me siento. Ni siquiera yo.
— Harry, le daré el audio a Amanda — espetó Trevor, yo le miré con furia. No tenía ánimos de escucharlo, ni mucho menos verlo.
Después de "huir" de Amanda y Luke, o como yo le digo, esquivarlos; decidí irme a las bancas que estaban afuera del edificio en el que me quedo, para tomar aire o cualquier tontería que me distrajera. Quería estar solo, más de lo que ya estoy.
— ¡Verás que te odiará más! — se acercó a mí, mostrándome su celular con burla. Me levanté de la banca, ya muy estresado de él.
Cogí el celular con mis manos, y él intentó tomarlo tan rápido como yo lo arrojé al suelo y lo pisoteé con mi pie hasta destruirlo. Trevor soltó un grito.
— ¡Idiota, ahí también venía la confesión de Georgina! Ahora ya los dos perdimos — me miró con una cara llena de enojo, más de lo que él es.
— ¡Ya no me importa, mierda! — grité, él abrió los ojos sorprendido — ¡Amanda no vendrá con ninguno de nosotros! ¡No me buscará, no lo hará! ¡Ella está muy cómoda con el marica de Luke! Y tú ya estás en el olvido. Supéralo, gordo. Amanda ya ni te quiere desde hace rato.
Él abrió la boca para decirme algo, pero yo me fui.
No tenía ánimos de nada, en serio de nada. Quería irme a mi mugroso departamento a dormir y olvidarme de toda esta mierda. Yo jamás me siento como basura, pero hoy sí. Usualmente mi autoestima es lo suficientemente alta para sentirme superior, el ego estaba en mí pero esta noche me siento del asco. Cansado mentalmente y físicamente exhausto. Estaba desperdiciando mi vida, y hasta ahora he abierto los ojos.
Me faltaba unos metros para llegar al edificio, pero al darme la vuelta para ver quién venía detrás de mí —porque escuchaba pasos—, topé con un cuerpo delgado. Al ver quién era, la vi asombrado. Era Amanda. A pesar de la poca luz que los focos mercuriales nos daba, pude notar sus famosas mejillas sonrojadas.
— Uh... ¿Qué haces siguiéndome? ¿No deberías estar con el bastardo de Luke? — digo con un tono molesto fácil de distinguir.
— Bueno, heme aquí — encoge sus hombros.
Quería estar solo, pero al parecer ya no.
— ¿E-estás usando mi camiseta? — pregunto algo incrédulo.
Miré mi camiseta, al parecer la tenía puesta encima de su vestido. Le quedaba enorme, tal y como lo imaginé en mi mente.
— Pues sí — murmura, lucía tan tímida en este momento. Su suave voz salía de su garganta, no una voz gritando como siempre lo hace cuando me ve.
— Repito: ¿Qué haces aquí conmigo?
— No sé, en serio.
— Soy lo que menos quieres.
— Lo sé.
— ¿Y luego? — miro hacia otra dirección con frustración, esperando una mala respuesta por parte de ella.
— Eres lo que más necesito.
La miré, ella lucía más roja de lo normal. Apuesto que Luke nunca lograría sonrojarla más que yo.
Una sonrisa burlona salió de mis labios. Ella lució asustada al verme con esa popular expresión.
— Qué casualidad. Me pasa exactamente lo mismo. — admito.
Amanda sonríe. Creo que por primera vez le he sacado una sonrisa real.
Entonces me abrazó, su pequeña cabeza se apoyó en mi pecho. Me sorprendí tanto que la recibí. Una pequeña sonrisa se asomó por mis labios.
— Ven al departamento. Él te extraña — susurro en su oído, pegando mis labios en éste.
— ¿Seguro, Harry? ¿Tú o él? — ríe levemente.
— Bueno, me atrapaste. ¿Contenta?
Ella echa ligeramente atrás su cabeza para soltar una leve carcajada.
— Créeme, siento que es un sueño.
— ¿Así? — alzo una ceja — Dame tu mano.
Ella, nerviosa, me la tendió. La cogí con la mía y la llevé a mi pecho, justo en la zona en donde ella podía sentir mi corazón latir.
— Es real — le digo con una sonrisa de lado, ella asiente tímida, pero no me mira por obvias razones ya que sus mejillas piden ser no delatadas — Amanda, me gusta verte con mi camiseta. Luces muy bien, por no decir mejor que con la de Luke.
— Tonto — niega con ironía — Gracias, es linda. Me gustó.
— ¿Y te gustó lo otro? — por primera vez pregunto con inseguridad.
— ¿Eh? ¿Qué otro? — quita su mano de mi pecho, pues me mira con confusión.
— Yo... uhmm, te puse otra cosa en la bolsa de regalo. ¿No lo viste? — rasqué mi nuca con nervios.
— ¿Otra cosa? Yo no vi nada ahí, oh bueno, no me di cuenta si había otra cosa — abre los ojos.
Aparte de mi camiseta, le di una cosa estúpidamente cursi que sus ojos no han visto. He luchado en sí debería dársela o no, y con todas mis agallas, se lo puse ahí, pero ella no se fijó y temo quien alguien más lo vea.
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My Room, My Rules | Harry Styles
Fanfiction❝Que quede muy claro; mi cuarto, mis reglas.❞ Copyright © 2016 osnapitzanie